Allá
por el año 1979, durante el Gobierno Militar, se licitaron
públicamente tierras en la propia selva misionera; los solicitantes
debían reunir varios y estrictos requisitos que sumaban puntaje para la adquisición de las mismas.
Estaban ubicadas a 70 km. de Pto 1guazú al
N.E., donde como comúnmente se dice, comienza el país, el motivo del
ofrecimiento surge pues ese territorio figuraba ya en los mapas
brasileros, por lo cual debía ocuparse con argentinos sin ascendencia
paraguaya o Brasilera y el 11 de febrero de 1980 se inauguró con el
nombre de ANDRES GUACURAÍ, conocido comúnmente como Andresito, juntos
a otros 150 fuimos los primeros colonos que reunimos lo solicitado;
nos dieron 160 hectáreas, (a pagar) que deberíamos desmontar y
reforestar con el cumplimiento de rigurosos y constantes controles
.Dejamos nuestra empresa en manos de un socio, vendimos lo que
teníamos para la compra de maquinarias y herramientas, mis hijos
estaban terminando el secundario y comenzando la Facultad, lo cual los
eximía temporalmente de encontrarse allí, ya que era obligatoria su
residencia porque debían integrar el grupo familiar; siendo docente
me conceden el traslado transitorio, previo curso en el Instituto
Bernasconi. La Colonia estaba integrada por brasileros, paraguayos,
polacos, alemanes japoneses, y una reservación indígena de origen
Guaraní; el portunión que someramente aprendí, no me sirvió de mucho;
generalmente los alumnos hablaban un idioma en la escuela, y en el
hogar otro colmado de modismos y dialectos. De 1guazú hasta la Colonia
el único camino era el del Parque Nacional: éste por ley no puede
asfaltarse porque pertenece a la reserva nacional, de hacerlo se
perdería su flora y fauna. Durante las frecuentes lluvias quedábamos
aislados, pues el sinuoso empinado y
resbaladizo camino de tierra roja, no permitía el acceso al mismo, la
camionada quedaba sin poder transitar, no llegaba correspondencia,
gas-oil, garrafas, alimento, etc., quedábamos sin otro camino
alternativo; algunas veces se nos llegó a abastecer mediante el envío
de helicópteros; la falta de combustible, nos privaba la
potabilización del agua, de electricidad, la usina no funcionaba, los
que habitaban en las chacras estaban preparados, tenían otra forma de
vida, los que estábamos en el pueblo, maestros, funcionarios, policías
etc., no estábamos preparados, la extensiones de cada
uno de las chacras impedían la
comunicación entre sí, a veces no bastaban las gomas pantaneras para
circular y se recurría al uso de cadenas, dado que el clima por lo
general caluroso secaba bastante rápido; como mi traslado era
transitorio pues no había acuerdo entre los gobiernos de la Capital y
Misiones mi lugar de trabajo era la dirección suplantando la ausencia
o licencia de algún docente, hasta que se enviase otro, motivo por el
que se me designó la preparación de los actos escolares, luego el
nombramiento de la Municipalidad de Directora de Cultura. A través de
mis capítulos se enterarán como poco a poco fue surgiendo esta
Colonia, la unión de sus habitantes, el empeño de sus alumnos .han
pasado 26 años, algunas cosas se han borrando otras surgen a diario,
dado la inseguridad latente y aflora la comparación: allí no había
miedos, robos, nos ayudábamos entre todos. Las necesidades
circunstanciales nos fortalecían, no recuerdo haberme enfermado,
disfrutaba la naturaleza toda, y aprendí mucho de las necesidades y la
humildad de los otros, pero por sobre todo aprendí a valorar: la que
escribe que su meta fue transmitir los contenidos de aprendizaje que
marcaba un programa educativo, concluye aprendiendo de ellos, cosas
que tal vez no están en los libros y que poco a poco escribí
volcándolas en estos capítulos,... que allá en esa selva haya sido tal
vez, un recuento de mi vida.
Mes a mes agregaré nuevos capítulos de este recuentos de la selva.
GEMELAS, ÉRAMOS DOS
Comienzo a escribir sobre algo que creo,
jamás hubiera hecho, pero al irse una parte de esas dos me decidí,
también me impulsó recordando aquella reunión de una importante
firma Comercial, fui invitada a acompañar a mi hermana, ella iba a
competir en un programa de preguntas y respuestas.
Concluidos los trámites de rigor se acerca un prestigioso escritor,
miembro del jurado, admirado por las coincidencias y el
extraordinario parecido, nos sugirió que escribiéramos sobre
nosotras, no quiero extenderme en el tema, a medida que publique los
capítulos se enterarán de una historia tan cierta, real, risueña
como entretenida con variados matices, alegres y de los que nunca
falta pero, reitero ¡verdaderos!