EDITORIAL

 

      Viernes 28 de Febrero de 2025  
 

   INICIO

   �NDICE
 Recuentos de la Selva

   PROYECTO

   CAPITULO 1

   CAPITULO 2

   CAPITULO 3

  CAPITULO 4

   CAPITULO 5

   CAPITULO 6

   CAPITULO 7

   CAPITULO 8

   CAPITULO 9

   CAPITULO 10

   CAPITULO 11

   CAPITULO 12

   CAPITULO 13

   CAPITULO 14

   CAPITULO 15

   CAPITULO 16

   CAPITULO 17

   CAPITULO 18

   CAPITULO 19

   CAPITULO 20

   CAPITULO 21

   CAP�TULO 22

   CAP�TULO 23

   CAP�TULO 24

   CAP�TULO 25

   CAP�TULO 26

   CAP�TULO 27

   CAP�TULO 28

   CAP�TULO 29

   PR�LOGO

   CONTACTO

 Gemelas, �ramos dos

   CAP�TULO 1

  CAP�TULO 2

  CAP�TULO 3

  CAP�TULO 4

  CAP�TULO 5

  CAP�TULO 6

  CAP�TULO 7

  CAP�TULO 8

  CAP�TULO 9

  CAP�TULO 10

  CAP�TULO 11

  CAP�TULO 12

  CAP�TULO 13

  CAP�TULO 14

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   CAP�TULO 27

  CAP�TULO 28

  CAP�TULO 29

  CAP�TULO 30

 

 

pe�as y pe�as

CAP�TULO N� 27

Recuerdo que a mediado de los setenta comenc� a concurrir a las pe�as, primero fue en el club al que asist�a mi familia y que coronaba todos los meses con el famoso paquetito, despu�s frecuentamos otras con un grupo de compa�eros que a veces nos reun�amos para actualizarnos, por lo general �stas eran con orquesta, �bamos a las clases�.En la escuela en la que trabajaba como docente, nos lleg� una circular para realizar el profesorado, reuniendo ciertos requisitos, que me ayudaron en el estudio,  luego mi traslado a Misiones.


Teniendo la Direcci�n de Cultura comenc� a preparar nuestras danzas  tradicionales, incluyendo l�gicamente las de la regi�n.:estaba en la frontera paraguayo- brasilera, su influencia se hac�a sentir. Les comento que sobraban danzas nuestras, porque dadas las condiciones del lugar y lo desconocido de las mismas no daba para m�s su difusi�n la realiz�bamos haciendo intercambios culturales.


Despu�s de algunos a�os regreso, me informo por el diario, buscando Pe�as, asisto medio desacostumbrada, me deslumbro al desfilar famosos de nuestro folklore, conjuntos y solistas,  �stas estaban colmadas de turistas, por lo general no eran bailables, en algunas. donde la m�sica invitaba a ello, el animador apelaba al premio: la famosa botellita de vino para el caballero que se anima a bailar: casualmente me encuentro con un  profesor, quien me puso al tanto en el tema�..algunas se cerraron, se musicalizan con grabaciones, muy bien dirigidas, que l�gicamente abaratan los costos, concurro a una de ellas, �Valga mi asombro!; por varios d�as me doli� la mand�bula, porque, porque por todo lo que dur� la pe�a qued� boquiabierta, composiciones musicales que tradicionalmente escuch�bamos, ten�an coreograf�a; creatividad y buen gusto, unidas a la perseverancia y estudio de las mismas.


Cuando el Profesor Jorge Fern�ndez me entrega La Revista Pe�era le comento de mis escritos, durante mi radicaci�n  en Misiones y gentilmente me invita a escribir en ella; hoy le dedico a las PE�AS haciendo una rese�a personal de las mismas , les confieso que calculando mis a�os y los que me quedan de vida �til me es imposible alcanzarlos, (aunque me llevase un profesor/a a casa): por eso es que con todo respeto, cari�o y humildad, vaya esto que llamo contar, para Uds.; compa�eros, amigos colegas, pe�eros, porque se han dedicado a algo que nos une en com�n y que hace alg�n tiempo trat� de realizar.

�����������DIFUNDIR NUESTRAS  RA�CES,  DESPARRAMAR EL ARGENTIN�SIMO FOLKLORE!!!!!!

                                                                                                                                                         Profesora Norma Ferretti

 

 

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