En
la ciudad de un país vivía una educadora, que mucho amaba su profesión
y más aún sus alumnos.
Tenía una hija que no había sido dotada de la salud
necesaria; sucedía que cuando ésta enfermaba, quedando en manos de los
médicos, más se aferraba a sus niños ya su escuela, encontrando en
ellos un refugio para su existir.
Con su esposo
cuidaban de la niña, mimándola y consintiendo sus deseos, alternando
con largas vigilias por su dolencia.
Pero un día llegó la noticia, allí donde los
entendidos dicen: comienza el país (Andresito) Misiones, había tierras
que daban grandes posibilidades.
Piense el lector la
tristeza de esta maestra tener que separarse de su marido; la
consolaba la posibilidad de trabajo y más ingresos que lógicamente
ayudarían a los gastos que originaba la enfermedad... largos eran los
días y tristes las noches en que , ambas esperaban; si bien el papá no
venia tampoco hablaba ni se comunicaba.
Surge la duda; la
gran distancia y la soledad había jugado una mala pasada; una joven
mujer con sus hijos había ocupado su lugar...
La docente miró a
todos y a cada uno de sus alumnos como buscando en ellos lo perdido, y
temiendo transmitirles su pesar. Viajó Km. y Km. hacia donde él
estaba; tremendo fue el dolor al comprobar el engaño: en segundos
desfilaron por su mente los años vividos, el flamante título de
maestra, hogar, hijos, alumnos, queriendo morir, cegada por las
lágrimas comenzó a andar y andar, por esos rojos caminos de ésa hoy su
tierra misionera.
Viajero,
si alguna vez visitas las "Cataratas” y por el camino que lleva al
parque, ves un hermoso árbol rosado tronco y humedecidas hojas;
pregunta a los lugareños, te dirán que de muy lejos vino una maestra y
queriendo quedar, Dios la convirtió en árbol. ¡Ah!, olvidaba
contarles; el Güembé de rojas flores que pende del árbol, es su hija,
que prendida a su madre, esperan ambas el regreso de su padre...
Bs. As. . y volvió ....pero
el árbol queda; cortarán su madera, las raíces se aferrarán y las
rojas flores en la húmeda selva llorarán, llorarán sus recuerdos ¡cuál
pequeñas gotas de sangre!...
(Güembé): Planta
parásita
Profesora Norma Ferretti |