EDITORIAL

 

       
 
 

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 Recuentos de la Selva

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   CAPITULO 2

   CAPITULO 3

  CAPITULO 4

   CAPITULO 5

   CAPITULO 6

   CAPITULO 7

   CAPITULO 8

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   CAPITULO 10

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   CAPITULO 16

   CAPITULO 17

   CAPITULO 18

   CAPITULO 19

   CAPITULO 20

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   CAPÍTULO 22

   CAPÍTULO 23

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   CAPÍTULO 25

   CAPÍTULO 26

   CAPÍTULO 27

   CAPÍTULO 28

   CAPÍTULO 29

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 Gemelas, éramos dos

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  RESCATO MIS VIVENCIAS
LA ESCUELA DE LA SELVA

CAPÍTULO Nº 23

Muy lentamente el sol acompaña un hermoso amanecer de principio de semana, comienzan las obligaciones, subo a mi Chata para dirigirme a la escuela, está a veinte Km. de la colonia en la cual resido, camino a ella recojo algunos alumnos que aparecen de las ya marcadas picadas a machete, en la espesura de la selva. Retiro la conservadora donde fabrican picolé (helado de agua de distintos gustos), que venderemos en los recreos; juntamos dinero para realizar un viaje a Cataratas de Iguazú, algunos de ellos no las conocen aún, tan sólo setenta Km. nos separan, pero debemos esperar buen tiempo porque tenemos que cruzar el Parque Nacional Iguazú, el camino es de tierra y muy ondulado, con lluvia o inmediatamente después sería verdaderamente peligroso.
Llegamos a la escuela.
 

camino a la escuela


. El buen tiempo acompaña la presencia del alumnado, los docentes, nos reunimos en la secretaría, de allí al patio para proceder al izamiento de la bandera, cada maestra frente a su grado, observamos nuestros chicos algunos con sus zapatillas desflecadas, las distancias son importantes si tomamos en cuenta, las extensiones de las chacras, no todos vienen con sus guardapolvos blancos es imposible, el polvoriento camino, los charcos después de las lluvias, y la tierra colorada…. no todos tienen quien los transporte, colectivos no había, salvo los de larga distancia.
Estoy frente al grado reviso los cuadernos, comienzan las explicaciones, ayudé a recoger el maíz, esperamos otro hermanito, mamá está internada, en la salita y atendí a los más pequeños, no pude hacerlos, me dormí, los que cumplieron entregan orgullosos su labor, al resto no los reto, sólo un, mañana tendrán doble trabajo.
Durante el recreo dos alumnos se encargan de la venta de los helados y de anotarlo en el cuaderno que tenemos para ello: maestra: creemos que llegamos, juntamos bastante, es el comentario entusiasta y ansioso por el deseado viaje.
No siempre es igual….cuando llueve el alumnado es menor, si la cocinera no llega cocinamos nosotras y acompañamos con tortas fritas, para los que traen sus viandas, se las completamos con el resto de comida.
Hoy amaneció lloviendo, miro las gomas de mi camioneta son pantaneras especiales para transitar en la peligrosamente resbaladiza tierra colorada, lo es en el barro, es de imaginar éste, compuesto con óxido de hierro.

queriamos llegar

picada a machete dentro del monte
para poder llegar a la ruta

Llegué a la escuela sobre la hora, muy poco alumnado por el tiempo, finalizada las clases recojo algunos cuadernos y la conservadora, me dirijo por la ruta camino a casa.
(Lo que narraré a continuación es históricamente cierto y los que actualmente están radicados en la colonia aún lo recuerdan). Habré transitado 3 ó 4 km. cuando mi vehículo comenzó a zigzaguear y terminé en una zanja bastante profunda y un poco más alejada del camino, la lluvia era incesante, lo que hacía casi imposible que algún camión que regresara de Iguazú entrara en el parque, allí estaba yo, pasando el mediodía los negocios de toda la colonia finalizaban su labor, teléfono, uno sólo en el pueblo, ¿celulares?, año 1985 objeto no identificado, me acerqué por la ruta a la espera de algo o alguien que viniese a sacar la camioneta, pues parecía que se enterraba cada vez más ., comencé a desesperarme, pensé si no pasaba alguien pernoctaría allí a oscuras en medio de la noche, para colmo era invierno.
Pero el ruido de un motor me sobresaltó, alcancé a ver pasar un coche de tamaño mediano con cadenas en las ruedas, le dije que avisase en el pueblo, cuando éste llegó el único que quedaba era el Juez de Paz , recientemente nombrado, el cual se acercó a auxiliarme, lo intentó, pero fue inútil, hasta su auto llegó a recalentarse , menos mal que acertó pasar un baquiano a caballo, le pedimos que trajese un tractor, el cual llegó, pudo sacarme unos metros y me dejó en la ruta, cobrándome por ello la tercera parte de mi sueldo, la lluvia caía suave y continua, camioneta, ropa, elementos varios, todo cubierto de tierra colorada, me trajo a la memoria el legendario rey Midas que todo lo que tocaba lo convertía en oro, mientras tanto en el pueblo corrió la noticia como reguero de pólvora, que hacia más de tres horas una maestra , que no era de aquí, está llorando en su camioneta, en una zanja al costado de la ruta, cubierta de barro, ¡como lloraba!, hasta la acompañaron a su casa y seguía llorando.
Al día siguiente ya en la escuela y en clase, un preguntón de los que nunca falta arremetió instantáneamente,
¿Señora es verdad que ayer cuando cayó en la banquina y lloró?, eso, cuando llueve les pasa a muchos, no es para llorar acotó.

Les respondí; es cierto que mucho lloré, saben porque ¿quién les iba atraer los picolé?
Tanto impactó mi actitud sollozante, que por mucho tiempo en la colonia cuando ocurría algún percance, la muletilla al preguntar ¿cómo está? Sólo contestaban, ¡Llorando!………
 

EL VIAJE A LAS CATARATAS DE L IGUAZÚ

(2º Parte)

Y llegó el día tan deseado, nuestro viaje a las Cataratas del Iguazú, desde temprano el micro aguardaba en la puerta de la escuela, los niños inquietos y ansiosos luciendo todos sus guardapolvos blancos, para los que no tenían recurrimos al ropero escolar que se utilizaba según las necesidades.

Les recuerdo que esta escuelita se halla ubicada en la localidad de Cabureí, sobre la ruta, a 20 Km. de la escuela cabecera, que se encuentra en la colonia Andresito, por lo general los directores tienen sus casas en el mismo lugar .Esto evita que los niños no pierdan sus clases, por las inclemencias del tiempo y los caminos de tierra; las escuelas no son grandes, pero muy semejantes a las rurales. Por fin llegamos a Iguazú, el recorrido por las pasarelas fue inolvidable, parecía una vista tridimensional rodeados de agua saltos envueltos en la bruna que nos hacía sentir sobre nosotros su suave llovizna acompañada de una brisa casi imperceptible., los niños no cesaban con preguntas y comentarios aunque fueron previamente, muy bien informados, sobre su descubrimiento e historia, no faltaron acotaciones como, dice mi papá, que sabe guaraní, que decir: aguas grandes.

Esto que relato ocurrió allá por el año 1985, cuando me establecí como docente en Misiones.

Hoy todos aquellos pequeños que junto a nosotros sus docentes realizamos aquella travesía, seguramente pensarán y recordarán la imponencia del paisaje, con el arco iris coronando esa imponencia maravillosa, jamás hubiesen llegado a pensar que su provincia MISIONES, los incluyó como dueños y protagonistas de UNA DE LAS MARAVILLAS DEL MUNDO, pero por sobre todo por pertenecer a su país, ¡¡¡¡¡¡¡ ARGENTINA!!!!!!!!

   

                                                                                                                                                         Profesora Norma Ferretti

 

 

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