EDITORIAL

 

       
 
 

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 Recuentos de la Selva

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  CUENTOS PARA LOS MÁS CHIQUITOS Nº 1
Los ojos del gato - (A Mary)

CAPÍTULO Nº 15

Lo trajeron de muy pequeño, aunque no era nuestro, mi hija lo bautizó con el nombre de Pachuli, respondiendo a la pregunta de sus dueños.

Creció y vivió como más que un gato: su fuerte personalidad, lo hacía enfrentar a grandes perros. Volvía a su casa a altas horas de la noche, herido a veces en el  fragor de la lucha por una gatita, pero regresaba, esperando que el último en llegar a la casa así lo hiciese.

Allí estaba el guardián, tanto es así, que le decían: ¨El Gape¨. Mezcla de gato y perro. Eran suyos los mejores lugares de la casa, pero el motor del auto, le costó una renguera, por dormir dentro de él y al ser puesto en marcha, pero no impidió que siguiese con sus andanzas, trepando a toda clase de árboles, utilizándolos como si fuesen mangrullos: contemplando y vigilando el panorama.

 Vio llenarse la casa de chicos, jugó y creció con ellos, fue ejemplo de pulcritud,  utilizando la rejilla del baño en caso de apuro.

Por esas cosas de la vida Pachuli fue nuestro, se adaptó más que bien: quien le había puesto el nombre, pasó a ser su dueña. Cazador mayor, podríamos decir que todo lo atrapaba, nos dio su cariño y el ejemplo de seguir siendo el cachafaz del barrio, pese a todo vivió y vivió….

¡Qué me crezcan las orejas si miento!  casi veinte años nos acompañó estaba cansado y como las flores, las mariposas, las personas…, llegó, llegó muy lejos, tanto que siempre lo recuerdo, saben ¿por qué?: olvidados en una caja, encontré un par de pendientes, ¡Vaya mi sorpresa!, al comprobar su color y semejanza con los ojos de Pachuli – me dije, Dios lo convirtió: rápidamente me los puse y a estar tan cerca de mis oídos es como si lo sintiese, pues en el fondo de esa piedrita amarilla miran y brillan sus ojos, ¡LOS OJOS DEL GATO!.

Profesora Norma Ferretti

 

 

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