EDITORIAL

 

       
 
 

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  RECUERDO A CARMELA

CAPÍTULO Nº 18

No es cobarde quién  esconde su castigo, sino el que pega en nombre del cariño.

    -Pastora.

(Dedicado a todas las mujeres, víctimas de éste horror.)

 Tenía los ojos tristes, aunque se habían visto hermosos, miraba por la ventana del aula, la calle principal que llevaba a las chacras cercanas, durante la seca, envueltas en el rojo del  polvoriento camino. Pocas veces llegaba antes de hora a clase, en que aprovechábamos esos minutos para hablar de nuestras cosas, todas conocíamos su dolor, con respetuoso silencio jamás lo comentábamos; a veces traía anteojos oscuros para ocultar huellas, tal vez marcas...

La bebida en ocasiones, hace estragos, escondía su drama, se sentía culpable por ser abandonada, en su primer matrimonio, del que, el fruto de sus dos pequeños niños la compensaban, por ellos soportaba, ¿Dónde iría?, trataba con cariño a sus alumnos, hoy lunes faltó a clase nos enteramos que estaba internada en la salita de la colonia, que atendía las urgencias para su posterior derivación, (según el caso).

       Ella había usado sin permiso, la camioneta que juntos habían comprado, al golpeador le sobran excusas, fue torturada durante horas: quemada con agua caliente, marcada sus piernas con el filo de un machete, atinó a esconderse,  pero el agresor obligaba al mayor de los niños a que la buscase, estaba muy intoxicado por el alcohol, apenas se mantenía en pié, un vecino sintió los gritos y llamó a la policía: estaba en el suelo, desfigurada, con heridas, la casa destrozada. No denunció….Cuando no se embriagaba, era casi bueno, hasta cariñoso y  con la promesa del nunca más, siguió. ¿Qué le impulsó a ello? Nuestro silencio, las flores que dejaron sus alumnos frente a su puerta, la necesidad económica, o porqué no, evadirse unas pocas horas….

Faltaba poco para el receso escolar, hablábamos de nuestros planes, ella permanecía callada, observamos, que el largo de su pelo, estaba mal cortado, explicó que por falta de tiempo , ella misma lo había hecho….Cuando reiniciaron las clases, no estaba, según comentarios, él lastimó accidentalmente a uno de sus hijos, éste perdía mucha sangre y él no permitía ayuda médica, alcanzó a escapar por unas de las ventanas y la trajo, el niño estuvo grave, el mismo hospital denunció, ella lo admitió, o al  lo menos no negó, todo fue muy  rápido, quizás por vergüenza con nadie lo habló…..

Esto ocurrió hace bastante tiempo, donde los escasos asesoramientos acompañan a las distancias y la fe, iglesias, ayudan pero no bastan.

La ignorancia, sentimiento, miedo, complejo, llegan a justificar lo injustificable.

Este relato, triste, verdadero, es uno de tantos que, pueden o no ocurrir, en la actualidad, en las zonas más ó menos pobladas, aquí estamos más protegidos e informados, creería que en todos lados, pero pasó, seguirá, en tanto y en cuanto, no asumamos nuestros derechos….

¿Dónde estarás Carmela?- ¡TE COMPENSARÁ SABER!: que tuviste el cariño de tus alumnos y compañeros, te recuerdo en las secas y polvorientas tardes misioneras, en las que, tal vez, el camino que tanto mirabas te ayudó a escapar,……..¡Chau Carmela!

                                                                              Profesora Norma Ferretti

 

 

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