EDITORIAL

CAPÍTULO Nº 12

Mi residencia en las tierras misioneras, donde viví innumerables experiencias, marca una importante etapa de mi vida, coincidió con algo muy hermoso...en donde la distancia me quitó un poco la alegría de disfrutarla.

Recién había cumplido los cuarenta cuando llegó: Victoria, mi primera nieta. Producto de dos jóvenes generaciones de matrimonios.

Tenía (faltaba más), algo de los cuatro abuelos.

Nos turnábamos para sostenerla en brazos, mi traslado a Misiones, hacia que la viese sólo en tiempo de vacaciones. Recuerdo la muñeca que caminaba y hablaba. Hacía tiempo que estaba reservada, cuando cobré mi primer aguinaldo fui inmediatamente, a buscarla, aprovecharía el receso escolar, para llevársela. Nunca pude ver su carita de asombro que mi fantasía imaginaba. Cómo era muy pequeñita aún, se la guardaron para cuando entendiese...verdaderamente tendría que esperar un par de años, para alcanzar su altura.

Cada vez que la veía, acrecentaba mi admiración en sus graciosos intentos danzarines.

Heredó la belleza de su madre y la personal mirada del papá...pocas veces está triste, recibió mucho cariño, aprendió a compartir, ama la belleza, su familia, quiere un mundo hermoso, pero imposible, apenas superó sus veinte años.

Desde hace tiempo, estudia, trabaja, lucha...logrando su meta, después de una diaria maratón de colectivos. Sabe del esfuerzo, reconoce los logros, admira los triunfos obtenidos, intenta en este difícil Planeta, seguir recetas ejemplificadoras. Encuentro en ella un trasfondo envidiable e inocente, aún, cuando eligió como carrera, la difícil administración de la Justicia (Derecho).

Tendré que esperar a que se reciba, para ser una muy joven bisabuela.

Este mes cumple años, su abuela, ésta que vislumbra en ella un espejo, por su empuje y esperanza de futuro.

Quiere regalarte un secretito, aunque tenga otros nietos (tus primos y hermanos), siempre, Vicky, siempre serás ¡¡¡Mi primera única nieta!!!.
Tu Abuela.

Profesora Norma Ferretti

Y llegó, fui invitada a recibir su matrícula.
Quiera Dios protegerla en tan difícil profesión.
Tu Abuela

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