Seguramente
a este manjar apunta aquel refrán de “A falta de pan, buenas
son tortas”. Es como el pan del pobre, que no lleva levadura y
no necesita de horno, sino apenas de un poco de arena
calentada al rescoldo.
Para 1 kilo de
harina, debe contarse con ¼ kilo de grasa fina, 250 cm. de
agua y 1 cucharadita de sal. Se tamiza la harina con la sal y
se mezcla la grasa con la mano, hasta obtener una harina
gruesa; se agrega el agua necesaria de modo que quede una masa
no muy blanda. Se amasa un buen rato y se deja descansar unos
15 minutos antes de armar las tortas. Mientras, debe
calentarse la arena en brasas: se cubren las brasa con arena,
se colocan encima las tortas y se cubren con otra capa de
arena; esta última debe ser abundante, pues sobre ella deben
ir nuevas brasas. Cubrir todo con arena y dejar cocinar
aproximadamente 20 minutos, después de los cuales se sacan las
tortas y, una vez frías, se raspan para quitar todo vestigio
de arena.
http://www.confederaciongaucha.com.ar