El quechua o quichua
(de qhichwa «zona templada»;
kichwa en Ecuador), también runasimi, es el
cuarto idioma más hablado en América y la lengua nativa más
extendida del continente, seguida del
guaraní y luego el
aymara. Se habla
en la zona occidental de Sudamérica y es, junto al español,
idioma oficial en Bolivia, Perú (en las zonas donde
predomina), Colombia y Ecuador (en su territorio). En Ecuador,
el idioma es usado en la región andina, especialmente donde se
asientan comunidades indígenas. En
Argentina,
el quechua, ampliamente hablado en la provincia de
Santiago del Estero, es una de las dos lenguas oficiales
del país. Es de tipo
sintética aglutinante,
por lo que ni el acento ni el tono de voz afectan el
significado de la palabra.
Muchos estudiosos niegan que se
trate de una sola lengua. Si bien el mayor consenso la
identifica como un
continuo
dialectal, algunos la consideran más bien una familia de
lenguas, como el chino, mientras que otros, como el
SIL, la consideran un macroidioma.
KICHWA
Kichwa (Kichwa
shimi, Runashimi, en español también Quichua)
es el término usado para la totalidad de las variantes
quechuas habladas en el Ecuador y Colombia por aproximadamente
2.500.000 personas. Pertenecen al grupo B o quechua
septentrional del Quechua II.
Han sufrido algunos cambios
esenciales en la síntaxis y por eso tienen una posición
especial dentro del quechua.
Una ortografía unificada
(Kichwa Unificado, Shukllachiska Kichwa) ya ha sido
elaborada.
GUARANÍ
El idioma guaraní es una lengua de la familia
tupí-guaraní, hablada por unos cuatro millones de personas(de
las cuales unas dos millones como lengua materna) en Paraguay
(donde es lengua oficial), el noreste de Argentina, el sur de
Brasil y el Chaco boliviano. Es la lengua nativa de los
guaraníes, un pueblo autóctono de la zona, pero goza de uso
extenso aún fuera de la etnia. En la América precolonial se
empleó regularmente por pueblos que vivían al este de la
Cordillera de los Andes, desde el mar Caribe hasta el Río de
la Plata.
AYMARA
El idioma aimara, también aymara (jaya mara aru o jaqi aru) es
una lengua de la familia aru hablada en Bolivia, Chile y Perú.
Recibe su nombre de la nación aimara y es oficial en Perú y
Bolivia.
El aimara tiene otras dos
lenguas hermanas: el kawki, que se da por extinto y el jaqari,
hablado en Tupe por unos pocos millares de personas.
SINTETICA AGLUTINANTE
Las lenguas flexivas o
sintéticas son aquellas lenguas que se caracterizan por una
tendencia a incluir mucha información en sufijos o prefijos,
mediante la flexión de algunas palabras. La flexión se emplea
a menudo para diferenciar los casos que acepta la lengua.
Una característica de estas
lenguas es que, como consecuencia de dicha flexión, el orden
de las palabras tiende a ser más libre ya que los
interlocutores utilizan la flexión para expresar y reconocer
el papel sintáctico que desempeñan las palabras en la oración.
Sin embargo, en aquellas lenguas que carecen de dichas
flexiones, parte de esa información en ocasiones se refleja
por el orden de las palabras.
Las lenguas que carecen de
flexiones o que tienden a tener pocas flexiones son las
lenguas aislantes y las lenguas analíticas.
Un buen ejemplo del contraste
entre estos dos tipos de lenguas son el inglés antiguo
(flexivo) y el inglés de hoy en día, mucho más analítico.
Otros tipos de lenguas
dependiendo también de sus rasgos morfosintácticos son las
lenguas aglutinantes y las lenguas incorporativas.
CONTINUO DIALECTAL
Un continuo dialectal es un
conjunto de dialectos hablados a través de un área geográfica
extensa, con diferencias ligeras en las zonas contiguas y con
inteligibilidad mutua decreciente a medida que aumenta la
distancia, llegando incluso a desaparecer.
De acuerdo con el paradigma
Ausbausprache - Abstandsprache - Dachsprache estos dialectos
pueden considerarse Abstandsprachen (es decir lenguajes
autónomos). Sin embargo, pueden también verse como dialectos
de una única lengua, asumiendo la existencia de una lengua
estándar común a través de la cual sea posible la
comunicación. Tal situación se denomina diglosia.
A menudo se cita como ejemplo a
las lenguas romance de Portugal, España, Francia e Italia,
aunque los dialectos intermedios tienden a la extinción. Otro
ejemplo lo forman los muchos dialectos que componen el alemán,
el holandés y el Afrikaans. Forman un único continuo dialectal
con tres estándares literarios reconocidos. Aunque el holandés
y el alemán no son mutuamente inteligibles, hay numerosos
dialectos de transición que sí lo son.
Una situación similar se da
entre una lengua criolla carente de prestigio y la lengua
relacionada más prestigiosa, como por ejemplo la relación
entre el inglés americano estándar y el inglés vernacular
afroamericano. Algunos hablantes pueden recorrer con facilidad
el continuo dependiendo del tema y el contexto.
SIL
SIL International (también conocido como "Summer Institute of
Linguistics", Instituto Lingüístico de Verano) es una
organización científica sin ánimo de lucro cuya finalidad es
recopilar y difundir documentación sobre las lenguas menos
conocidas con el propósito de traducir la Biblia a dichas
lenguas. Proporciona medios para la investigación de lenguas a
través de Ethnologue.com.
SIL International, inicialmente
llamado "Summer Institute of Linguistics", comenzó como un
pequeño curso de verano práctico en Arkansas, el año 1934,
para misioneros de lo que más adelante se convertiría en
Wycliffe Bible Translators. Hoy en día, SIL tiene un rango de
organismo consultivo para la UNESCO y para las Naciones
Unidas.
Su sede internacional se
encuentra en:
7500 West Camp Wisdom Road
Dallas, Texas, 75236 USA
Historia
El quechua desciende del
protoquechua, lengua que se habló en la costa y sierra
central del antiguo
Perú
en sus formas Yunkay y Chinchay según
Alfredo Torero, y que luego se fue expandiendo hacia el
sur como
lingua franca en reemplazo del
aimara. Cuando los
incas
iniciaron la conquista del
Chinchaysuyo, adoptaron esta lengua para sus asuntos
administrativos (si bien ellos hablaban el
puquina) e impusieron su aprendizaje en las diversas
provincias de
su imperio, sin que esto significara que dejaran de lado
las lenguas vernáculas. Algunos pueblos de la selva que
mantuvieron contacto comercial con los incas resultaron
también influenciados por el quechua.
Fray Domingo de Santo Tomás, quien llegó al Perú en el
primer equipo de
frailes
dominicos que trajo Fray Vicente de Valverde en
1538
[1], fundó el
Convento y
ciudad de
Yungay el
4 de agosto de
1540
y durante su tarea
evangelizadora aprendió la lengua de la región central;
predicando en su lengua a los nativos desde los actuales
Departamentos de La libertad hasta Ica. Después de haber
ejercido un fecundo apostolado en aquellas provincias, el 24
de junio de 1545 Fray Domingo de Santo Tomas fue elegido Prior
del Convento del Santísimo Rosario de Lima. En 1560 publicó en
Valladolid su Gramática o Arte de la Lengua General de los
Incas o los Reyes del Perú. Ese mismo año daba a luz su
lexicón o Vocabulario de la Lengua General del Perú llamada
"Quichua". Probablemente dio este nombre haciendo referencia a
su zona de origen.
Durante el
Virreinato del Perú, los
sacerdotes
católicos emplearon este y otros idiomas locales para
evangelizar a los indígenas; se escribieron varios
manuales (artes) de este y otros idiomas importantes,
como el
aymara, el
mochica o el
guaraní, así como
catecismos. Ello permitió que aumentara su influencia
sobre los pueblos andinos e incluso se emplee por pueblos
amazónicos. Sin embargo, la acelerada expansión del quechua,
la carencia de un ente regulador y la influencia del
español o las lenguas vernáculas intensificó la
diversificación del mismo.
Hacia
1680
se editan las obras Rapto de Proserpina... y Uska
Pawqar, el hijo pródigo de
Juan de Espinoza Medrano, El Lunarejo, dándose
inicio al llamado Siglo de Oro de la literatura quechua.
Durante este periodo se compone la obra
Ollantay.
Luego de la derrota de la
rebelión de
Túpac Amaru se inició el declive de las élites andinas y
la formanción de un estigma social contra el idioma que
prevalecería aun después de la independencia.
La derrota peruana en la
Guerra del Pacífico propició el resurgimiento de élites
andinas, especialmente en el
Cusco, epicentro del resurgimiento del teatro quechua.
Hacia el
siglo XX el teatro cedió paso a la poesía y a los estudios
científicos modernos del quechua. Los principales
protagonistas de esta época son los lingüistas
Rodolfo Cerrón Palomino y
Alfredo Torero y el literato
José María Arguedas, entre muchos otros.
En los
años 1950, la migración rural propició un acelerado
proceso de reemplazo de las lenguas indígenas por el
castellano como lengua materna en toda
América Latina. El siglo XX significó también la
oficialización del quechua en
Bolivia,
Ecuador y
Perú
y la implementación de pogramas de educación bilingües (hasta
entonces, la educación estatal se daba sólo en español).
Distribución
Este idioma se habla a lo largo
de los Andes y algunas zonas de la amazonía y la pampa, vale
decir, en
Perú,
el departamento de
Putumayo y en Aponte
Nariño (Colombia),
Ecuador,
Bolivia, el noroeste de
Argentina y en la comuna de
San Pedro de Atacama (Chile).
Dialectos
El quechua forma un inmenso
continuo dialectal de 46 dialectos diferentes agrupados
genéticamente en dos ramas :
Quechua I (o Waywash) y
Quechua II (o Wanp'una), la cual a su vez se divide en
tres subramas: A (Yunkay), B (Chinchay) y C (Meridional).
El
lingüista
peruano
Alfredo Torero, además, los ha agrupado en siete tipos por
su inteligibilidad mutua:
Sonidos
Las variaciones de los sonidos
en el quechua tales como la entonación o la acentuación no son
tomados en cuenta en el quechua.
Vocales
En el quechua sólo se distingue
tres vocales: a, i y u; sin embargo,
estas pueden verse modificadas en presencia de ciertas
consonantes sin ninguna implicación
semántica. Por ejemplo, en presencia de las oclusivas
uvulares q, q' y qh, las vocales se
pronuncian
[ɑ], [e] y [o] respectivamente, pero se siguen
escribiendo como a, i y u. A este
fenómeno se le llama
alofonía.
En algunos dialectos del
Quechua I norteño se presentan alargamientos vocálicos. A
veces también la terminación «ay» se pronuncia [e:]; y «aw»
como [o:]. En otros de esta misma rama, donde las vocales
finales presentan la misma alofonía que frente a una
consonante uvular.
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