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SUPERSTICIONES Y LEYENDAS - RELATIVAS AL AMOR SEXUAL


El amor puro, ideal, sólo es un bello privilegio de las personas civilizadas. A medida que se desciende en la escala humana, y aún en la social, desaparece para ser suplantado por el instinto eminentemente animal, en el que no se ve más que los dos sexos, macho y hembra, que se buscan impulsados por la necesidad de conservar la especie:

Las formas exteriores que pueden rodear y ayudar esta aproximación, o la conquista de la mujer, son muy variadas en todas las tribus y razas, ya sea que se trate de una legítima y durarera posesión, o de una simple seducción transitoria.

En país primitivos, tan afectos a la leyenda y a lo sobrenatural como la región que me ocupa, el caso de la simple seducción es muy general, dada la vida seminómada de los habitantes, su origen y la herencia indígena que pesa sobre ellos todavía.

Por eso no es extraño que empleen ciertos talismanes o Payés, en cuya eficacia tienen una fe ciega, ya que también muchas personas civilizadas los emplean convencidas de su poder.

A mi buen amigo don Patricio Gamon, de Villa Azara, quien tantos datos me dió, debo también muchos de los siguientes, que se refieren principalmente a los paraguayos y guaraníes (2)

Talismán para hacerse invisible a voluntad.-

Un día viernes, porque ese día es el apropiado para todas estas cosas, hay que matar un pájaro, el Tingazú (3), y ese mismo día se lleva a un lugar desde donde no pueda oirse el canto del gallo, allí se cava un pocito y se entierra el desgraciado pájaro, desùés de haberle agujereado la cabeza y colocado con un poco de tierra tres habillas en los sesos.

(2).- Los indios guaycurúes, de origen camé, habitan principalmente sobre el Alto Paraná, en una pequeña aldea denominada Villa Azara; puede decirse que ya están incorporados a los paraguayos y muy mezclados con ellos; según parece, son descendientes de los restos de las reducciones jesuíticas, alli refugiados

(3).- Es el Cuclillo:”Coccigus cayanus” (Azara nº 265)

Ocho días después se va a ver si han brotado las semillas, conduciendo una criatura inocente. Entonces el operador saca una de las tres hojas  que han nacido y poniéndosela en la boca pregunta al muchacho, que está a una distancia de diez o doce varas, si lo vé, a lo que contesta que sí; toma la segunda hoja y repite la misma operación, con igual resultado; al fin, con la tercera hace lo mismo, pero esssta vez ya el muchacho no lo vé y naturalmente se pone a llorar y a buscarlo.

Viendo que el talismán surte efecto, saca la hoja de la boca y vuelve a ser visible para el muchacho; el operador guarda entonces la hoja, para emplearla cuando la necesite.

Este talismán es muy buscado por los Don Juanes nocturnos; felizmente para la humanidad, nunca lo consiguen, pero puede muy bien servir de pretexto.

Talismanes para el amor.- Para ablandar el corazón de alguna mujer inaccesible a las protestas de un galán, es muy eficaz, según dicen, escribir el día viernes, con la septima pluma del ala izquierda del pájaro Urutaú (1).

Las mujeres rebeldes no resisten si se les pide el sí en viernes santo.

(1).- Urutaú (“Nyctibius cornutus”) es un pájaro de la familia de los “Caprimúlgidos”, cuyo canto refieren al llanto los poetas.

Hay muchos otros procedimientos, pero estos entran en la categoría de los Payés, como los confeccionados con el cabello de la mujer requerida, piedra imán y cera; las cerdas de colores determinados, colocadas dentro de los cigarros con que se invita (4); el llevar escondida una aguja comprada en viernes o llevar consigo recortes de las diez y nueve uñas, menos la del dedo pulgar de la mano derecha (5). Entre los indios Cainguáes el forro de las colmenas que hace la abejita Yetey dentro de los árboles, es reputado buen Payé. Estos indios fabrican también un brebaje con jugos de distintas yerbas preferidas por los animales, como el toro caa (yerba del toro), el tapü caa (yerba del tapir), mutú caa (yerba de la perdiz), lorito caa (yerba de las cotorras), Guachu caa (yerba del venado), todo esto mezclado con miel de Mandoví, una abejita silvestre del grupo de las Meliponas.

Pero nada surte más efecto que llevar en el bolsillo un pequeño envoltorio que contenga una mezcla de sesos y plumas de Caburey (6) junto con bermellón. Este último talismán es muy usado en Misiones y aun en Corrientes. Hallándome en esta ciudad, un indio Chunupí, con gran misterio, sacó de entre un atadito unas plumas de Caburey que me quiso vender diciéndome “para china”, es decir, bueno para seducir chinas; deduje que este artículo debe ser buscado por los Tenorios del bajo pueblo y representa  para esos indios un objeto de comercio

(4).- No hay que olvidar que en esa región suelen fumar los dos sexos.

(5).- Sobre las uñas,, es muy general la creencia de que ejercen una acción atractiva sexual; en Buenos Aires cuando un hombre anda trastornado por una mujer, es frecuente oir decir que le han dado cerveza con uñas.

(6).- Caburey (“Glaucidium feroz”) es una lechucita llamada también Rey de los pajaritos.

Los indios Cainguáes tienen también la creencia de la eficacia del bermellón, y los peones yerbateros raspan los tarros de pólvora, que generalmente se hallan pintados de color rojo, vendiéndoles el polvo con bermellón, por gallinas, mandioca u otros alimentos.

Los Cainguáes, cuando quieren conseguir alguna india, le muestran el bermellón, y la invitan a acompañarlos al monte, diciéndoles que si no lo hacen se llenarán de horribles llagas; ante tal amenaza difícilmente resisten.

Aparte de que puedan realmente creer en la eficacia de estos talismanes, me inclino a creer que suelen ser pretextos para vindicar la inocencia en cualquier caso, y más de una seducida ha de decir entre llantos y sollozos, al sufrir reconvenciones, couando la naturaleza concluye la obra empezada por el amor: “¿ Y qué culpa tengo yo si él tenía Payé de bermellón y Caburey ¿”.

Las mujeres, en cambio, una vez que han conseguido amante o novio, difícilmente lo largan, para lo cual pueden usar ciertos procedimientos aconsejados para ligarlos; éstos se basan en dar a beber disimuladamente, en el mate o en cualquier cosa, y aun en los cigarros, pequeñísimas dosis de sangre menstrual, o sencillamente hacer que el hombre duerma sin apercibirse sobre alguna pieza de ropa interior manchada con lo mismo.

Además, para estar seguro el uno del otro y saber a qué atenerse, puede arrancarse durante el sueño cualquier secreto colocándole sobre la boca del estómago y comprimiéndolo suavemente, un saquito conteniendo un poco de tierra extraida sobre una sepultura y hacerle las preguntas correspondientes.

Si el hombre se declara culpable, puede reducírsele a la impotencia, ya sea ligándolo o simplemente colocándole debajo de la almohada un ajo macho.

Si una persona tiene cola de paja, no debe sentarse en ningún mortero, sobre todo si no quiere que la madre de la joven que festeja lo lleque a pillar.

En los noviazgos no se debe comer en la olla, so pena de que llueva el día de bodas.

Casados ya, en el momento del parto es de lo más eficaz, para que no haya novedad, colocarse el sombrero del marido, o atarse sus calzoncillos alrededor del cuerpo, y en último caso fajarse con la cincha de la montura de su caballo.

En aquella región existe también la leyenda de la “Mula ánima”,,,, que es de origen español, pero bautizada en guaraní bajo el nombre de “tatá hujá”; también se refiere a la “mujer de cura abandonada por éste”; y se presenta igualmente, en forma de mula que anda de noche echando fuego por los ojos, tascando el freno, corriendo por todas partes y produciendo grandes ruidos, con lo que espanta a los otros animales.-

 

Extraído del libro Supersticiones y Leyendas de Juan B. Ambrosetti Edicion 1912

 

 

 

 

 


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