Página declarada de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por Resolución Nº 374/07 del 15/11/2007
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Se dice que hay 30 hipótesis etimológicas del término pero la más aceptada es la que sostiene que el término proviene de gauderio, derivado del latín, vocablo que se usaba en el sur de Brasil y de las provincias del litoral para designar a los hombres que llevaban una vida libre en el campo.  En un acta del cabildo en 1774 aparece por primera vez documentada la palabra gauderio. Se usó poco en el Río de la Plata y a fines del siglo XVIII se usaba gaucho en esta región y gaucho en el litoral y así gauderio tomó la última sílaba del camilucho que eran los hombres que trabajaban con el ganado en las misiones jesuíticas. Es así como surgió gauducho que derivó luego en gaucho. (1)

Aunque se la utilizó en todo el río de la Plata - y aún en Brasil - no existe absoluta certeza sobre el origen de la palabra gaucho.
Es probable que el vocablo quichua huachu (huérfano, vagabundo) haya sido transformado por los colonizadores españoles utilizándose para llamar gauchos a los vagabundos y guachos a los huérfanos.
También existe la hipótesis de que los criollos y mestizos comenzaron a pronunciar así (gaucho) la palabra chaucho, introducida por los españoles como una forma modificada del vocablo chaouch, que en árabe significa arreador de animales.

La denominación se aplicó generalmente al elemento criollo (hijos de españoles) o mestizo (hijos de españoles con indígenas), aunque sin sentido racial sino étnico ya que también fueron gauchos los hijos de los inmigrantes europeos, los negros y los mulatos que aceptaron su clase de vida.

El ambiente del gaucho fue la llanura que se extiende desde la Patagonia hasta los confines orientales de Argentina, llegando hasta el Estado de Rio Grande del Sur, en Brasil (gaúcho).

El proceso evolutivo del gaucho y el uso de esa palabra se desarrolló sin solución de continuidad. Distintos tipos de gaucho existieron en Argentina antes de 1810, es decir antes de ser conocidos con ese nombre. Peones de campo existieron desde que comenzaron a formarse las primeras estancias, aunque hayan sido pocas al principio. El tercer tipo - que luego se llamó gaucho alzado - existió en reducido número. Pero no fueron los primitivos peones ni los "fuera de la ley" quienes le dieron la característica suficientemente fuerte para llamar la atención.

Es indudable que el tipo de gaucho que tuvo realmente fisonomía peculiar - el primero que fue llamado así - fue el gaucho nómada, no delincuente, que estuvo implícito en el gauderío oriental del s. XVIII. Este gaucho fue algo más que un simple vagabundo. Adquirió en la Argentina, a lo largo del s. XIX rasgos propios bien definidos. Y cuando se difundió suficientemente - es decir, a medida que fue creciendo la población rural - fue llamado gaucho, como también se había llamado al paisano oriental del s. XVIII.

Hábiles jinetes y criadores de ganado, se caracterizaron por su destreza física, su altivez, su carácter reservado y melancólico.

Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal que constituyó su mejor compañero y toda su riqueza. El lanzamiento del lazo, la doma y el rodeo de hacienda, las travesías, eran realizados por estos jinetes, que hacían del caballo su mejor instrumento; en el caballo criollo no sólo cumplía las faenas cotidianas sino que con él participó en las luchas por la independencia, inmortalizando su nombre con las centauras legiones de Güemes.

Fue el hombre de nuestro campo, principal escenario de su vida legendaria y real. De vida solitaria ya en grupos de tiendas, como las tribus nómades ya en racheríos aislados como en la pampa sureña.

En Argentina se festeja el Día Nacional del Gaucho el 6 de diciembre. Existen más de 50 etimologías para esta palabra que designaba a una etnia que, en el siglo pasado, era considerada de lo más bajo de las clases sociales, y luego de las guerras de la independencia tuvo una pequeña reivindicación, por su coraje.

Los Primeros GAUCHOS :

Hacia el año 1600, aparecen en el Litoral los GAUDERIOS o CHANGADORES. Estos fueron los primeros gauchos. Pocos años después los encontramos ya en la campaña bonaerense.

Gauderio: palabra de origen portugués con la que se designaba a los campesinos andariegos de Río Grande do Sud (Brasil) y Uruguay; eran hombres increíblemente dúctiles en el manejo del caballo y la hacienda. La palabra "gauderio" pasó al Río de la Plata, donde no era conocida y sirvió para designar al paisano de nuestros campos: "étnias de indios y colonizadores..." según Mariano Polliza.

El ganado cimarrón tuvo mucho que ver, con la presencia del gaucho en estas tierras. En efecto, había por entonces en las desiertas llanuras pampeanas, miles de cabezas de vacas y caballos salvajes , sin dueños, denominados cimarrones. Y esos hombres que luego se llamaron gauchos empezaron a alejarse hacia la campaña donde podían subsistir sin mayor esfuerzo, pues con ese ganado de nadie satisfacían sus necesidades de sustento. Para comer bastaba con faenar un animal; lo demás lo brindaba la naturaleza : no les hacía falta nada más. De este modo empieza a dibujarse la imagen del gaucho libre , sin trabajo ni vivencia fija , recorre a caballo grandes distancias y duerme al descampado sobre su recado cuando lo sorprende la noche en la soledad de la llanura. Lleva una vida nómade y apartada de las ciudades.

Por entonces , las autoridades dan permiso a los dueños de tierras para realizar VAQUERIAS , es decir, para recoger y faenar el ganado cimarrón. El gaucho trabaja en ellas y debido a las expediciones que tienen que hacer para buscar el ganado , se van alejando cada vez más de los centros poblados y se diseminan por las pampas. Fueron pues los primeros paisanos que fundaron una sociedad campesina.

Sabemos que hacia 1661, el gaucho deambula de rancho en rancho (así se le decía a su rustica casa) , con sus infaltables lazos y facones , vestido con calzoncillos blancos , chiripá , poncho y sombrero. Tales prendas y los aperos de su caballo son los únicos bienes del gaucho , para quién la sociedad se reduce a la familia y a los compañeros de pulperias.

Su primitiva casa era un miserable refugio , pero a medida que se afinca , el gaucho levanta el rancho de paredes de barro y cubre la puerta con un cuero. Ese rancho pobre y pequeño que todos dibujamos en los primeros grados de la escuela. Como le bastaba matar una vaca o novillo para alimentarse , comía casi exclusivamente carne - asada y sin sal - , porque ésta era muy cara. Del animal sacrificado solo aprovechaba un trozo de carne y el cuero de las patas para hacerse un par de botas para canjearlo por yerba , galletas , etc.

Tal tipo de existencia continuó hasta que a principios del siglo XVIII el ganado cimarrón había disminuido tanto por causa de tales matanzas, que las autoridades dejaron de otorgar permisos para vaquear.

Las botas de potro y las espuelas de plata o hierro fueron típicas de nuestros gauchos. Aún hoy los paisanos se enorgullecen al lucirlas. La bota de potro , abierta en la punta , se hace con el cuero de la pata del caballo , que es muy flexible. La abertura ( por donde pasó la tibia del animal ) permite al gaucho estribar con los dedos.

Comienzan los cambios :

Cuando se fundó la ciudad de Buenos Aires se repartieron las tierras , las más extensas y alejadas se llamaron ESTANCIAS. Al principio, los límites entre una y otra eran simplemente los ríos y arroyos, aunque a veces se construyeron zanjas divisorias.

Durante el Virreinato comienzan a crecer las estancias en " Tierra adentro ", o sea , en lugares aún más apartados y hasta poco antes en poder de los indios.

Las autoridades apoyaban su instalación para evitar la merma de ganado provocada por la vaquería, pues, si los animales tenían dueños ellos , se encargarían de cuidar que subsistieran.

Las nuevas estancias ocuparon buenos terrenos , altos con declive para que el agua de lluvia no se estancara y provistos de aguadas naturales. Los dueños no la dirigían personalmente sino que delegaban el mando en mayordomos y capataces.

En ellas vivían en pobres ranchos los esclavos y los gauchos que trabajaban como peones. Como esas estancias tampoco tenían cercos , era necesario "aquerenciar" el ganado , es decir aprovechar la costumbre de éste de permanecer en un sitio determinado. Para lograrlo, durante tres o cuatro meses se los arreaba hacia lugares apropiados. Como tales rodeos iban constituyendo el ganado de la estancia.

El aumento del número de estancias causó otra modificación en las costumbres del gaucho comenzó a abandonar la vida nómada y a conchabarse para trabajar. El era quien mejor sabía realizar las nuevas tareas que la estancia requería , formar rodeo, castrar y marcar hacienda. Sin embargo, en cuanto reunía el dinero que necesitaba para comprar sus "vicios" (yerba o tabaco) volvía a la vida libre, por esta razón se los llamaba también " arrimados " .

Pero con tales transformaciones se le hará más difícil mantenerse como el diestro jinete dueños de la llanura. En efecto, ya en las primeras décadas del siglo XIX, las estancias mejoran sus instalaciones y aumentan su personal, porque cada vez se intensifica más la exportación del cuero y el interés por la explotación de la carne vacuna. Se inicia asimismo el cultivo de los campos y la mejora de las razas por cruza con animales importados.

Abandonado el antiguo rodeo, el gaucho debe entonces adaptarse a la situación; ya no domina con su rápido lazo el ganado salvaje , ahora cuida la hacienda mansa de las estancias.

El gaucho en las guerras de la Independencia:

Cuando el país llamó a sus hijos para luchar contra España , después del 25 de mayo de 1810 , los gauchos ingresaron en las filas patriotas. La audacia , la habilidad para cabalgar y el enorme conocimiento del suelo , hicieron de él un excelente soldado.

Guío a los ejércitos nacionales a través de nuestro territorio y con ellos peleó en el Alto Perú a las órdenes de Belgrano o con San Martín en Chacabuco y Maipú.

En el norte del país otros hombres defendieron con gran destreza y valor las fronteras de nuestra patria naciente , se les llamo los " gauchos de Güemes " .

El Gaucho y los Caudillos :

Más adelante , también participaron en las guerras civiles al lado de los caudillos. Por una parte, el gaucho sentía al caudillo como a un hombre con sus mismos gustos y parecidas costumbres.

Pero hubo además otras causas que empujaban a los gauchos a unirse a estas tropas.

Ya desde principios del siglo XIX , a raíz de una ley expedida en 1815 , se dispuso que quien no tuviera propiedad legítima sería considerado sirviente , y todo sirviente que no llevara consigo la papeleta de conchabo de su patrón , que era válida sólo por tres meses , era declarado vago. La persecución que originó esta ley, convirtió a muchos gauchos en hombres al margen de la sociedad; ante esta situación los gauchos encontraron que, junto a ls caudillos estaban protegidos.

Entre huir de la justicia hacia las tolderías de los indios o engancharse en las filas de un caudillo, muchos prefirieron esto último ; de ese modo aparecen peleando junto a Artigas , Ramírez y López en el Litoral , con sus propios caballos y armas , organizados en grupos pequeños que atacan en forma imprevista.

Durante el federalismo , el gauchaje se dividió , unos fueron partidarios de Rosas y se alistaron en sus filas , mientras otros se plegaron a las tropas unitarias. A la caída del Restaurador , volvemos a encontrarlos al lado de Urquiza.

También en el oeste , en las provincias de Cuyo y en la Rioja , caudillos como el Chacho Peñaloza y Felipe Varela , contaron con el decidido apoyo de los campesinos.

El gaucho desaparece

Todos los hechos señalados y los que van a producirse desde 1850 , transforman poco a poco al gaucho en paisano.

Por esa época comenzaron a alambrarse los campos para señalar sus límites y los propietarios de ganado se volcaron en contra de los gauchos que mataban animales ajenos. Muchos se vieron condenados a viajar por los caminos bordeando los campos sembrados , con la amenaza constante de ser apresados sin la papeleta de conchabo , el certificado de trabajo , y sufrir calabozo o cinco años de milicia.

A esto se suma la inmigración, miles de campesinos extranjeros se afincaron en la campaña. Como se adecuaban mejor al trabajo de la tierra , desplazaron al gaucho. Fue entonces cuando éste debió elegir su futuro , algunos no aceptaron perder su forma de vida sin sujeciones, otros quedaron en las estancias trabajando como peones.

Entre el gaucho de las vaquerías y el paisano de este momento, no hay tanta distancia en años como en el cambio que se produce en el personaje.

El gaucho fue el hombre típico de nuestros campos y también la causa de discusiones y polémicas. Muchos escritores y ensayistas lo pintaron como holgazán , vago y bandido. Otros en cambio , exageraron sus virtudes y exaltaron su vida libre y sin ataduras. Hoy se tiende a comprender que la existencia del gaucho fue consecuencia del ambiente y de la época en que vivió.

Vestimenta del gaucho

Remítase a la vestimenta del gaucho en su sección.

La figura del gaucho no puede separarse de su vestimenta. Así como la llanura fue su ambiente y el caballo su medio de movilidad , el traje lo individualizó.

Recortado contra el paisaje pampeano , parado en la puerta de su rancho o empeñado en un juego de taba o bebiendo en la pulpería , el gaucho es ese hombre callado que hace sonar con orgullo , al caminar , las espuelas que lleva sobre su botas de potro.

Muchos pintores de la época sintieron la necesidad de retratarlos en distintas actitudes. En todos esos cuadros resulta admirable el porte del gaucho , luciendo sus calzoncillos amplios y con grandes bordados calados que asoman debajo del chiripá y que sujetan a su cintura con un cinto.

Del mismo modo, lo vemos trabajando en el corral, protegido por un poncho de lana de brillantes colores, que a veces usa recogiéndolo sobre el hombro a manera de capa , o enroscado en el brazo , como para pelear.

Pero imaginémoslo también vestido de fiesta , luciendo con orgullo su chaleco abierto , prendido con dos botones , que deja ver los pliegues de la camisa ; o bien bailando un cielito , enfundado en la casaca corta que adornaba con botones de plata y con lujosa rastra en la cintura. Protegía su nuca con el pañuelo serenero que coronaba con un sombrero de copa alta. Esta es la figura que todos recordamos a través de dibujos y otras evocaciones gauchescas , pero hay diferencias entre la ropa que usaron los primeros gauchos y los de épocas posteriores , el chiripá reemplazó al primitivo pantalón corto de tipo andaluz y el tirador tachonado de monedas y patacones de plata , reemplazó al cinto.

Por otra parte, el cuchillo , en lugar de usarse sujeto al costado izquierdo o adelante , se empezó a colocar sobre los riñones , enganchado al tirador , como lo llevan actualmente nuestros paisanos.

Los trabajos del gaucho :

El gaucho y su caballo son casi una misma imagen , nada hacía el gaucho sin su caballo y nadie montaba como él . Mostraba en ello una naturalidad que sólo puede conseguir quien desde niño prefiere cabalgar antes de caminar.

Caballo , lazo , rebenque y boleadoras lo acompañaban en todas sus andanzas.

Los primeros gauchos cazaban vacas con el lazo o las boleadoras para sacarles el cuero. Mas tarde, cuando ingresaron a las estancias , el trabajo aumento y se hizo más variado.

El gaucho entonces, no tuvo rival en el rodeo , ni en la doma , ni en la yerra , y fue un experto en enlazar y pialar.

En la yerra enlazaba a la presa con verdadera maestría , bien afirmado sobre el recado , revoleaba el lazo con movimientos precisos y luego arrojaba en dirección del animal. Este quedaba aprisionado por la cuerda de cuero para que otro gaucho pudiese pialarlo , es decir , sujetarle las manos y voltearlo.

También era hábil en el rodeo , que en esta época consistía en reunir al ganado en un lugar para revisarlo , separar animales para la compra y la venta o vigilar su estado.

Con las boleadoras su puntería también era infalible , podía bolear un ñandú o un novillo a grandes distancias.

Las boleadoras , el lazo y el rebenque , junto con el cuchillo , fueron para el gaucho herramientas de trabajo y también armas. Basta recordar que durante las Invasiones Inglesas y la Reconquista , los ingleses cayeron atontados al ser enlazados o boleados por los gauchos .

Y con el rebenque , que lleva adentro de la funda de cuero bien trenzado una barra de metal , podía matar de un solo golpe. Nunca se separaba de él.

A todo esto debemos agregar que el terreno no poseía secretos para el gaucho. En una sola ojeada reconocía una huella , o seguía un rumbo guiado por árboles o pastos. Se orientaba también por la posición de los astros o algunas aguadas , y su finísimo oído apoyado en la tierra lo ponía sobre aviso de la proximidad de los indios. Estos magníficos guías , que podían conducir sin dificultades a los viajeros a través de la pampa se llamaban " baquianos " , y de ellos se dijo que eran " la brújula de la pampa " . Durante las guerras de la Independencia , fueron muy útiles al ejército criollo , pues nada más que por el movimiento de los animales o los casi invisibles desgarrones en las plantas , podía informar del paso del enemigo y hasta decir cuántos hombres eran.

Las diversiones :

La taba , las carreras de caballos y de sortijas, las payadas, el pato, la riña de gallos, la caza de avestruces, los juegos de naipes, fueron todas diversiones de los gauchos.

La pulpería era su principal centro de reunión y el lugar donde pasaban muchas horas probando su suerte en juegos de azar , mientras alguno punteaba en la guitarra un melancólico yaraví y otros se convidaban con aguardiente.

El pulpero atendía a sus clientes detrás de una fuerte reja , que dividía el negocio, porque a menudo había peleas y no era cuestión de que le destrozaran la mercadería.

Estos establecimientos eran también almacenes y tenían frente a la casa una cancha para el juego de carreras , que fue uno de los entretenimientos favoritos del gaucho.

En las carreras intervenían dos jinetes , que iban en camisa ,descalzos y con una vincha en la frente para sujetar el cabello.

Montaban en pelo a sus caballos y mientras los espectadores hacían sus apuestas se preparaban para la largada. A la orden de los jueces partían al galope a través de los 300 ó 400 metros , que debían recorrer. Las riñas de gallos fueron otro pasatiempo predilecto. En este juego se enfrentaba a dos gallos especialmente entrenados para la pelea y se los hacía luchar hasta que uno de ambos moría.

Aunque hoy nos desagrada la crueldad de esta diversión , los gauchos se entusiasmaban y eran capaces de apostar todo cuanto tenían.

Fuente: http://www.folkloredelnorte.com.ar
http://www.elfolkloreargentino.com
Fuente: (1) Enviado por Miguel Torres.

 EL GAUCHO ARGENTINO

La palabra gaucho se usó en las regiones del Plata, Argentina, Uruguay, y Brasil, (aunque allí la palabra es gaúcho) para designar los jinetes de la llanura o pampa, dedicados a la ganadería. Aunque se han propuesto muchas etimologías, no es claro todavía el origen de esa palabra. Una de las más populares es la que hace derivar a gaucho de guahu-che, que en araucano significa gente que canta triste.
Fruto de la mezcla de sangres española e indígena, comenzó a forjar su original personalidad en las primitivas vaquerías de la colonia. Allí aprendió a desempeñar las tareas de ganadería con singular destreza y fundió su cuerpo con el de su inseparable compañero el caballo. Pasaba la mayor parte de su vida sobre el lomo de su pingo, por eso siempre detestó la agricultura, que lo obligaba a estar de pie.
Su indómito valor lo convirtió en uno de los pilares de la emancipación americana. Fue pastor en los tiempos de paz y soldado en tiempos de guerra.
La extensión de la llanura pampeana fue la que terminó de moldear su conducta. Es independiente, de vida errante y costumbres sencillas. Esa libertad con que enfrenta la vida le traería aparejados muchos disgustos. Por mucho tiempo se lo marginó, llegándole su reivindicación con el paso del tiempo, al punto de convertirse la palabra gaucho en sinónimo de rectitud de carácter y nobleza de corazón.
El proceso evolutivo del gaucho y el uso de esa palabra se desarrolló sin solución de continuidad. Distintos tipos de gaucho existieron en Argentina antes de 1810, es decir antes de ser conocidos con ese nombre. Peones de campo existieron desde que comenzaron a formarse las primeras estancias, aunque hayan sido pocas al principio. El tercer tipo - que luego se llamó gaucho alzado - existió en reducido número. Pero no fueron los primitivos peones ni los fuera de la ley quienes le dieron la característica suficientemente fuerte para llamar la atención.
Es indudable que el tipo de gaucho que tuvo realmente fisonomía peculiar - el primero que fue llamado así - fue el gaucho nómada, no delincuente, que estuvo implícito en el gauderío oriental del s. XVIII. Este gaucho fue algo más que un simple vagabundo. Adquirió en la Argentina, a lo largo del s. XIX rasgos propios bien definidos. Y cuando se difundió suficientemente - es decir, a medida que fue creciendo la población rural - fue llamado gaucho, como también se había llamado al paisano oriental del s. XVIII.
Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal que constituyó su mejor compañero y toda su riqueza. El lanzamiento del lazo, la doma y el rodeo de hacienda, las travesías, eran realizados por estos jinetes, que hacían del caballo su mejor instrumento; en el caballo criollo no sólo cumplía las faenas cotidianas sino que con él participó en las luchas por la independencia, inmortalizando su nombre con las centauras legiones de Güemes.
El ámbito del gaucho fue la llanura que se extiende desde la Patagonia hasta
el estado del Río Grande del Sur, en el Brasil. Hábil jinete y con destreza en faena
pastoriles como la doma y el rodeo. Tenía coraje, cierta arrogancia y una fuerte
vocación por la libertad Hombre poblador de nuestros inmensos campos,
era el jornalero de las grandes estancias, muy diestro en el arte de dominar y amaestrar el caballo, con el que realizaba los trabajos de ganadería y agricultura. Jinete gallardo y valeroso que conservó, en medio de la rusticidad intelectual, la rectitud del carácter y la nobleza de corazón.

Antiguamente, los salvajes apagaban su sed en arroyos o ríos; pero mas tarde los paisanos se veían obligados a practicar un pozo hasta llegar al líquido elemento.
Sobre el pozo formaban un arco de troncos; del travesaño colgaban una roldana, un tiento, una soga y mas adelante con una cadena y un balde extraían el agua.
Varias formas de surtir el agua a los animales conocía el paisano para épocas d sequía. El mas simple era el jaguel , que era un pozo o zanja para recibir y conservar agua de lluvia o vertiente. El agua se tira a mano con muy poco esfuerzo. El balde pende de una de las extremidades de un largo palo o caña gruesa que se mantiene en equilibrio. La caña, bien balanceada por el contrapeso, permite elevar el balde lleno, que vuelca en una canaleta por donde va el agua al bebedero para animales. Una forma curiosa de mantener el agua fresca es verterla en un porrón de barro, cubrir éste con una bolsa mojada y ponerlo al sol.

Hablando de la alimentación del gaucho mencionamos el mate, infusión de yerba, auténticabebida nacional que ha consumido, consume y consumirá toda la población, sin distinción de clases. Se llama mate al recipiente en que se coloca la yerba para cebarlo. Suele ser una calabaza que, una vez seca, se abre y se limpia, secándole las semillas y la pulpa. Y la bombilla es un tubo de metal que tiene una bolita hueca con pequeños agujeritos que dejan pasar el líquido y retienen la yerba. Es tal la importancia que se le da al acto de tomar mate en esta tierra que hasta tiene su lenguaje, por lo general amoroso. Algunos de los significados han caído en el olvido o nunca lo conocieron.

Es fácil deducir porqué este lenguaje ya es casi desconocido. La vida veloz que el hombre se ha impuesto ha anulado aquellos momentos de reunión para matear. El mate se tomaba a toda hora, como que había para ello bastante servicio doméstico y menos necesidad de ahorrar tiempo.
Pero los tiempos fueron cambiando, los intereses de ciertas potencias interesadas en no permitir la expansión económica de estos países, creó lo que se llama hoy sociedad de consumo, que anuló poco a poco esa industria, reducida a consumo local.

Considerando al gaucho desde la cuna, se ve que apenas puede sostenerse sobre el caballo, es decir, desde la edad de 5 ó 6 años, éste es una parte integrante de su persona desde que llega a la pubertad, le ensilla con el sol, y no se desmonta sino para comer, jugar y dormir. Como se cría domando potros, degollando novillos, corriendo carreras que a veces le cuestan la vida, vagando solo en la inmensidad de los campos, sin mas armas que su lazo, sus bolas y su puñal; cruzando a nado los ríos mas caudalosos, prendido con una mano de las crines del corcel, y con otra nadando y empujándole contra la corriente. Acostumbrado a pasar horas enteras los ardientes rayos del sol en el rigor del verano, y los helados cierzos del mas frío invierno; a dormir en todas estaciones a la intemperie, a galopar tres días y tres noches sin descansar.
 

 

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El Gaucho - de Belisario Roldán
Con los Gauchos de la Pampa - Erwin Von Hase
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El Género Gauchesco - Un tratado sobre la Patria - Josefina Ludmer
El ser gaucho es un delito - Rafael Stahlschmidt
Gobierno Gaucho - Estanislao del Campo
Gringadas y Gauchadas - Godofredo Daireaux
Historias de un hijo gaucho -Ricardo E. RodríguezMolas
Historia Social del gaucho - Ricardo E. RodríguezMolas
Impresiones del gaucho Anastasio - Estanislao del Campo
Diccionario del Martín Fierro - Pedro Inchauspe
La Tradición y el Gaucho -Pedro Inchauspe
Las letras del Martín Fierro - Julio Schvartzman
Poesía gauchesca - Bartolomé Mitre
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El Gaucho Martín Fierro 
 

 

 


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