· No te acerques a mi tumba
sollozando.
· No estoy allí. No duermo ahí.
· Soy como mil vientos soplando.
· Soy como un diamante en la nieve, brillando.
· Soy la luz del sol sobre el grano dorado.
· Cuando despiertas en la tranquila mañana,
· soy la bandada de pájaros que trina.
· Soy también las estrellas que titilan,
· mientras cae la noche en tu ventana.
· Por eso, no te acerques a mi tumba.
· No estoy allí. Yo, no morí.