Nos narra Ana María Locatelli
de Pérgamo en "Música Tradicional Argentina" que entre los
Wichí (mal llamados Matacos) el arco musical y el birimbao
son los dos instrumentos que mejor los identifican. El arco
musical, que recibe varios nombres por parte de los
aborígenes: natajiasole, lechej-onjó o simplemente onjó, es
un cordófono simple, heterocorde, con resonador de boca y
cuerda frotada.
Ana María Locatelli nos
cuenta la realización del natajiasole, a manos de Mansür, de
32 años (1969): "cortó
dos ramitas del techo de una choza, la peló con un cuchillo
y las arqueó, atando apropiadamente, a los cuatro extremos
de las dos ramitas, dos mechones de cerda de caballo que,
según nos aclaró, debía ser la cola de un animal muerto.
Mansür no midió la longitud de la ramitas, sino que realizó
toda la construcción a simple ojo. Los dos arcos quedaron
entrelazados, y al ejecutar Mansür el instrumento, pudimos
observar que un arco se apoyaba contra los dientes, mientras
que el otro, al cual llamaríamos archetto, se usaba para
frotar la cuerda principal. Los dedos de la mano
izquierda acortan la longitud de la cuerda melódica, pero no
con las yemas de los dedos, sino con el dorso de las
falangetas, por lo tanto no bajan la cuerda, sino que la
levantan" . El sonido del natajiasole es muy suave.