Luciendo sus jóvenes 75
años, vestido de riguroso traje azul, y acunando entre
sus brazos el bandoneón. Don Máximo Gregorio Puma nos
regala su música desde el escenario del teatro Carlos
Carella. Nació en la calle Tucumán 79, de Humahuaca, a
pasos de la plaza Sargento Gómez. Pero La Quiaca, Minas
Pirquitas, Abrapampa, Iturbe, Susques, Rinconada han
abrazado 34 años de su vida. Con un patrimonio
artístico de más de 200 obras, 50 de ellas grabadas, y
maestro de músicos, en sus alforjas tiene contrato de
actuaciones de 6l carnavales en Jujuy.
-¿Recuerda cuales
fueron las primeras notas de su fuelle?
-Sí, mi padre era
bandoneonista tanguero. El primer tango que me dio el
visto bueno fue “Rodriguez Peña”, que toque junto a él.
Todavía conservo el diploma de teoría y solfeo en
bandoneón con un promedio de 10 en todas las materias,
felicitaciones y medalla. (Todavía conserva el orgullo
de alumno en sus ojos). El primer contrato profesional
data de 1946. Con apenas 14 años debuté en Volcán, un
pueblo ferroviario, lugar obligado para cambiar las
máquinas. Allí toque una zamba que estaba muy en boga
“Blanco y azul” y “La gaucha” muy pedida porque había
muchos tucumanos. Esas eran las obras obligadas, además
de taquiraris ya que la zona está compenetrada con esa
música de Bolivia.
-Cuántas anécdotas tendrá en 6l carnavales…
-Cientos, pero no se asuste, le voy a contar solo una:
En el año 64, me contrató por amistad el Fortín 33
Arenales, en Maimará. Pero en Humahuaca había 8
Fortines más viejos, todos amigos, entonces para que no
se peleen me repartí, de 22 a 4 de la mañana toqué en
Humahuaca, y de 11 a 15 horas, lo hice en Maimará, para
llegar a tiempo cruzaba el río Yacoraite por un atajo,
no había puente todavía para cruzarlo, y cuando crece es
muy bravo, tanto que casi me lleva el bandoneón.
-¿Cuál fue la primera canción compuesta?
-“Mama
Coya”, la comencé en el ’43 y la terminé en el ’73 en
Minas Pirquitas. A mi mamá le dedique´ otra canción
“Demasiado corazón”, escrita en la Puna, tiene la
esencia necesaria, la hice en una escuelita del Ramal,
en Arroyo Colorado. El mismo título elegido por Tomás
Lipán para iniciar este ciclo, todo un honor.
CARLOS ARANCIBIA
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