MENCIÓN FUNDACIÓN EL
LIBRO-FERIA DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL 2010 - ESCRIBIR
PARA ENCANTAR
Donde la lluvia es nostalgia y la soledad escucha los
velados sonidos que el tiempo emite, existen pueblos
antiguos. Han echado raíces en los cerros, a orillas del
Altiplano, donde el cielo es el milagro y el río es un
misterio.
Los he visto con el sol generoso del mediodía y en la
clara quietud de noches consteladas. Habitan entre
pircas ancestrales, permanecen como paradigmas
incorruptibles, siempre en pie; soportan recuerdos
punzantes que evocan ausencias. Son promesantes del sol,
peregrinos de la altura, enemigos férreos de la sombra,
respetuosos del silencio, custodios inflexibles del
pasado. Honran la Tierra y su destino es eterno.
En secreto van trepando las laderas. Con constancia
milenaria avanzan, aún en las noches más oscuras; cuando
la luna se hace cómplice, se encaminan y se elevan.
¿Cardones? ¡Así se empeña en llamarlos la gente! Pero yo
los he descubierto prosperando sin prisa, a plena luz.
Juro que los he visto y que ellos me han reconocido
anhelando mis raíces… y me han llamado. ¡Es cierto que
ascendí con ellos y hemos sorteado las mismas piedras y
me han alentado a vencer cada repecho! Puedo afirmar que
en las tardes en que el viento se hace música, cuando
roza sus espinas, de sus voces melodiosas surgen
verdades, como antiguas plegarias desde el punto clave
de la Historia.
Una noche luminosa he acudido a la cita. Pude oírlos. No
gritan ni susurran. Simplemente me han nombrado en
lengua originaria. ¡Desde entonces yo comprendo tantas
cosas!