Mucho más que recordar
al Martín Fierro de José Hernández. Movilizar la
verdadera memoria cultural que ponga dique a la que
difunden los desarraigados. Memoria de Pertenencia.
Criollos somos. La Identidad, savia y motor de
madurez cultural y fortaleza soberana. Fogón,
mateada, asado y reunión. Ponerse la camiseta y
"tirarnos a más, nunca a menos". Festejar el Día de
la Tradición, es muchísimo más que recordar en este
día a la gran obra del autor del Martín Fierro, José
Hernández. Significa reconocer y reconocerse en
nuestra identidad cultural registrada en la
comunicación verbal y escrita recibida de nuestros
padres y las generaciones que nos precedieron. En la
Argentina nombrar a la tradición significa movilizar
la bronca de quienes sienten a flor de piel esa
repulsión mental por lo argentino y los argentinos.
Estos tilingos intelectuales que viven como dice la
canción "hablando de los cielos de otras tierras",
hablando "por boca de otra gente". Patéticos
desarraigados que de tener la cabeza abierta y vivir
en el mundo, privándole al corazón ejercitar el
motor del sentimiento, quedando reducidos a un
cerebro corroído por una vida sin celebración.
Alguien sin conocerlos particularmente con
precisión los definía señalando que "su amor a lo
distante no es más que despecho a su país". Miembros
selectos de la inteligencia vernácula estos
autotitulados "progresistas" se los reconoce entre
otras tantas zonceras por adular a la cultura
francesa y saltar a la exaltación de la virtud
aborigen, ambos territorios de referencia que,
además de disociar a los indios de los argentinos,
"casualmente", puentea todo lo que pueda ser
valorado como producto argentino o de la
argentinidad. Son los que tratan de chauvinistas a
quienes dan importancia a la identidad, su
latiguillo en más o en menos dice que la identidad
cultural "nada le aporta al hombre ni a la
comunidad". Y dicen más. ¿De dónde aparecen
identidades comunes entre un hombre de La Puna y
otro Fueguino? Claro, esquemáticos, no pueden
percibir la influencia que tiene en los procesos de
identidad el sentido de pertenencia a una Patria
común, a una historia compartida, a un destino
compartido. La “desidentidad” provoca cinco efectos
principales: (1) desvalorización social; (2) estado
de confusión; (3) desconfianzas mutuas (síndrome del
prisionero); (4) sinergias negativas o fragmentación
desintegración, falta de Cohesión; (5) estado de
impotencia. Cinco efectos que (a) desestructuran;
(b) atomizan; (c) genera un clima de incertidumbre
social e indecisión, que lleva a trabar las
necesarias tomas de decisión a que el devenir
obliga. Los argentinos hijos de la mestización
producida en los tres siglos en que indios y
españoles vivieron juntos, son criollos. Identidad
rica en valores espirituales, humanistas y
trascendentitas. Hospitalario, solidario y
desinteresado como bien lo marca su conocido gesto
de la gauchada. Pueblo caracterizado por su
idiosincrasia social -familiero y de muchos amigos;
la mateada, antes el fogón y ahora las charlas de
café, más el asado como comida convocante a la mesa
grande con los amigos y parientes-, son claras
muestras de su predisposición a vivir conviviendo.
Hombre vital, arraigado, sanguíneo -con el corazón a
flor de piel-, intuitivo, habilidoso-creativo, suma
de capacidades que los ha hecho de primera demanda
cuando se trata de resolver temas técnicos de las
máquinas y artefactos de la más sofisticada
tecnología. Hombre que, como explicaba A. Jauretche,
tenía un panorama dentro de su territorio que lo
colocaba por encima del capacitado sólo en lo
técnico: "se puede hacer de un paisano un
tractorista lo difícil o imposible es hacer de un
tractorista un paisano". Finalmente, otro rasgo que
no muchos han reconocido en su condición cultural es
el que, en su escala de valores, por su
idiosincrasia comunitaria (hombre social), valora a
la justicia social -valor primario para la
convivencia-, por encima de la libertad -valor
primario para las sociedades individualistas-. Valga
dejar asentado lo que es consenso entre los
analistas culturales: "la identidad cultural se
plasma en la etapa fundacional de los
pueblos-nación", en el caso argentino en los ya
comentados tres siglos del 1500 al 1810, momento de
la Revolución de Mayo. Dato clave al que como cierre
de esta nota celebratoria corresponden sumarle tres
ideas-reflexión. Una respecto a cómo comprender a la
tradición. La tradición no es un huevo que sólo
sirve para comérselo, es un huevo fecundado y
fecundo que da nuevas vidas con más vida.
Otra la que haga
presente que, el hecho de que la composición de las
sociedades registren la presencia de una variedad de
tendencias y dentro de éstas el que se puedan
encontrara dos minorías en los extremos de su
configuración, una tradicionalista y la otra
vanguardista, resultaría un absoluto absurdo
otorgarle a alguna de estas dos la conducción de las
políticas culturales, ya que la mayoría del pueblo
se enrola en la tendencia que contiene al núcleo
más rico -magma de experiencia-conciencia-praxis-,
el de quienes participan del sistema de valores y
cosmovisión cultural identitaria común. Finalmente,
como respuesta política al proceso de colonización
que ha venido paralizando a la Argentina y su
pueblo, debería rebautizarse esta jornada como "Día
de la Identidad Cultural Argentina".Como el 10 de
noviembre de cada año es un día de conmemoración que
mejor que dejarnos atravesar por los sonidos y los
versos de estas dos hermosas canciones que resumen
en su texto valores de celebración para nuestra
condición de argentinos:
Disculpe si no entiende
lo que canto,
tal vez hablamos lenguas diferentes.
Usted reniega siempre de estos pagos,
y yo, y yo quiero y admiro a nuestra gente
Usted derrocha siempre
madrugadas
hablando de los cielos de otras
tierras,
en cambio yo comienzo mi jornada
contento de estar bajo estas estrellas
Disculpe si no lo
entiendo,
disculpe si no me entiende.
Usted habla por boca de otra gente
y yo soy solo el eco de mi pueblo.
Disculpe si lo digo a mi manera,
usted siembra rencor y yo esperanza,
usted envidia de otros su bandera,
y yo adoro a mi celeste y blanca.
Yo soy como el hornero y me retobo.
Mi Patria es mi nido y la defiendo,
en cambio ustedes son como los tordos
que quieren empollar en nido ajeno
Catato Díaz - Cronista
del Folklore
Santa Rosa –La Pampa -
Fuente: C. Corica
HISTORIAS DE VIDA Y
TRADICIÓN
HISTORIANDO CANCIONES
Por Juan Carlos Fiorillo
EL SOL DEL 25 - Gato - música Santiago Rocca y la letra Domingo Lombardi,
La Cautiva - Serenata - Recopilación Edmundo Cartos Autor anónimo
Zamba de Lozano - Zamba - música Gustavo Leguizamón y letra Manuel J. Castilla
Alfonsina y el Mar - Zamba - Música Ariel Ramirez - Letra: Félix Luna
Juana Figueroa - Zamba - Música: Juan J. Botelli – Letra: José Ríos
Merceditas - Letra y Música Sixto Ríos
La Siete de Abril - Dr. Jose Antonio Faro