La acción arrasadora
de un diluvio se intercaló con la brillante salida del sol
durante muchos días. Entonces aparecieron peces nadando
cerca de las casas. Los tobas no tenían espacio para apoyar
los pies y comenzaron a elevar el fuego hacia la copa de los
árboles. Pero la lluvia continuaba arremetiendo con más
fuerza; apagado el fuego, sobrevenía el hambre. Hombres y
mujeres caían famélicos al agua, presos de las devoradoras
palometas
1.
El diluvio pasó y el
agua bajó también. Muchos murieron, pero los sobrevivientes
se instalaron en diversos lugares y establecieron nuevos
campamentos.
Y otra vez el pueblo
toba se reprodujo.
1-
Pez comestible