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Página declarada de Interés Cultural por la
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por
Resolución Nº 374/07 del 15/11/2007
Adherida a la Federación Argentina de Instituciones
Folklóricas F.A.I.F.
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SUPERSTICIONES Y
LEYENDAS - EL IPORÚ |
(es chiriguano y significa
Diluvio)
Todas las razas indígenas guardan
la tradición del Diluvio, que por otra parte, es universal.
Entre los guaraníes era Tamanduaré, el Sumo Sacerdote de
Tupán, quien tuvo noticias anticipadas del Diluvio y se puso
en resguardo sobre una elevadísima palmera con algunas
familias, que después formaron las colonias guaraníes. Entre
los araucanos fue el Futaleufú; y con
leves variantes la tradición se repite en todas las razas.
Antojósele un día
al Aguará Tunpa (Dios Zorro o Zorro poderoso) destruir la
obra del Dios verdadero, haciendo
morir bajos las aguas a todos los seres humanos. Complicóse
para ello con el Iguazú (Agua Grande), que tiene encerrado
en sus entrañas a Taubí (Genio del Mal). Consecuentes con
ese
propósito abrieron las orillas de ,todos los mares y ríos, y
pronto las aguas inundaron la tierra. Estas, totalmente
libres, querían llegar al cielo en su loco desenfreno. Bajo
aquel mar inmenso, que llegó a una altura fantástica,
pereció la raza humana. Pero antes
que se concretara la total destrucción
del chiriguano, en el que se circunscribía la humanidad, una
mujer tomó a sus dos niños (varón
y mujer) y los introdujo en un choguá (mate grande) y lo dejó
a merced de las aguas.
Después de mucho
tiempo las aguas bajaron, y la casualidad quiso que la
pareja descendiera en el Paraguay, donde se afincaron y
volvieron a multiplicarse. Los dos niños no murieron de frío
como podría suponerse, porque cururú o guaicurú (sapo)
sintiendo compasión por ellos, les
trajo fuego en el paladar...
Desde entonces los
chiriguanos nunca persiguen a los sapos y no permiten que
nadie lo haga, en razón a la leyenda,
que le atribuye un papel tan preponderante en la
supervivencia de su raza.
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