Del
guarani: Yaguareté: tigre.
Hú: negro)
En la zona de influencia
guaraní en torno de los
fogones los paisanos en apretada rueda, narran siempre con
nuevos detalles las hazañas
y persecuciones del
" yaguareté tié"
(tigre que hay que evitar).
Vivía en las orillas
del río Gualeguay un hombre muy bueno y trabajador. Pero un
día, unos bandidos lo asaltaron para robarle y lo asesinaron
cobardemente. El buen hombre murió de espaldas, con los ojos
bien abiertos. Señal que se vengaría de sus asesinos.
Y
así fue en efecto. Poco tiempo después, de entre los
pajonales del estero, salió un enorme tigre negro que se
lanzó sobre uno de los criminales y
lo mató de un zarpazo, sin herir a ninguno de los que le
acompañaban.
Más tarde aconteció lo
mismo con otro de ellos, y luego otro. Donde quiera que uno
de los asesinos se presentara aparecía
el tigre, elegía sin titubeos al culpable y lo
ultimaba... Todos los criminales cayeron así bajo la
garra implacable del yaguareté hú. y desde entonces, no se
tiene memoria que el tigre haya atacado a alguien más. . .
Aquel tigre no es otro
que el paisano bueno convertido en fiera, por quién sabe
qué poderosas influencias, para vengar a sus
asesinos.
Aun hoy el tigre negro
vaga por los pajonales, y si bien es cierto que no ataca a.
nadie, pues ya. cumplió su misión, todos le temen por su
origen sobrenatural, esperando que algún día desaparezca de
los esteros para tranquilidad de los moradores, que
viven pendientes del espejismo de aquel prodigioso
acontecimiento...