Ésta
imagen es venerada en todas las provincias andinas. El día
de su festividad acuden al santuario del Valle millares de
creyentes, muchos de los cuales han tenido que realizar un
largo viaje para llegar allí.
La tradición ha conservado el
recuerdo de sus numerosos milagros entre los cuales figura
el muy conocido de “la
cadena”
La santa imagen fue sacada de
la Gruta de Choja (Catamarca), por el español Manuel
Salazar, en el año 1618. Nadie sabe quién la llevó hasta ese
punto y la escondió en la gruta de piedra, rodeada de
peñascos, donde fue hallada por los indios, a principios del
siglo XVII.
Un indio, sirviente de
Salazar, reveló a su amo el secreto de la Virgen, y Salazar,
atento a las informaciones recibidas, encontró la imagen y
la sacó de su nicho de piedra, a pesar de la oposición de
los indios.
El español la llevó primero a
Collagasta y luego a su residencia de Valle Viejo; pero
durante aquella noche desapareció la imagen, y fue
encontrada al día siguiente en el interior de la gruta.
Salazar la llevó nuevamente a su casa, de donde desapareció
por segunda vez. Los vecinos interpretaron estas ausencias
de la Santa como una manifestación de su divina voluntad; la
Virgen abandonaba la vivienda particular, porque no quería
ser “patrona de pocos”, sino de muchos y de todos. Entonces,
convencidos de este deseo, los vecinos edificaron una
capilla, y allí colocaron la imagen milagrosa.