
� Soy una mujer
ind�gena, hija de la tierra y el sol, � pertenezco a una raza con una cultura milenaria que hoy
conservo como un tesoro�. � Convivo con lo que me rodea, con la lluvia, el viento, la
monta�a, el cielo�. � Soy feliz en estas soledades�. � tengo tiempo para contar las estrellas, � tiempo para poner mis sue�os al d�a, � para danzar con los p�jaros sintiendo el aire fresco del
amanecer � y hablar en silencio con los animales, con las plantas, con
los esp�ritus.. � S� sembrar con la Luna los frutos del alimento, � te�ir la lana para hacer el tejido, � hacer medicina como me ense�� mi abuela, � cantar al nuevo d�a. � S� amasar sencillamente con fidelidad y con ternura�. � Soy mujer ind�gena, mujer como la Madre Tierra, � f�rtil, callada, protectora y fuerte. � Yo no s� de econom�a, ni de bancos, ni de pol�tica ni
subvenciones. � Pero si s� cuando mi mundo est� en peligro � y s� cuando las cosas son buenas � no. � No entiendo de muchas cosas, � a la gente del gobierno que vienen con muchas promesas, � palabras de aire cuando hay elecciones y despu�s nada. � a los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi
espiritualidad, � los que roban, los que experimentan con mis hijos, � � les sacan sus �rganos para los winkas ricos, � los que mienten, los que me sacan las tierras, los que me
explotan, � los que intercambian mi arte y mis tejidos por comida �
alcohol, � y me pagan una miseria por el trabajo de meses � para venderlos en las ciudades lejanas de Europa. � No entiendo a los que se hacen mis amigos para sacarme
conocimientos, � los que vienen con grandes m�quinas para talar el bosque, � los que agujerean la tierra para sacarle su sangre, � los que esconden en la comunidad basura en bidones para
contaminarnos, � los que ponen vacunas, los que experimentan con mi sangre, � los que tienen buena fe y creen que vienen a ayudarme a
integrarme poni�ndome cables de luz � y trayendo la �caja boba� para confundirme, � los que me ponen zapatos, � los que quieren cambiar mis costumbres ancestrales, � los que quieren que baile por dinero,
� los que vienen con muchas palabras bonitas a hacer iglesias � en nuestros lugares sagrados, � los que intentan esclavizarme con dependencias ajenas a mi
cultura, � los que entran armados en nuestras tierras para echarnos, � a los extranjeros que vienen de vacaciones � de guerrilla a enfrentarme con los militares y luego � se van protegidos a sus lejanas tierras�. � a veces las cosas se ponen peor para nuestra gente, nos
apresan, nos matan�. � Tampoco entiendo a los que me desprecian, los que me ignoran, � los que no les importo nada y me roban todo, hasta mi
dignidad� � Soy mujer ind�gena y s� lo que quiero�. � cambiar cosas, esas cosas que duelen dentro � y se van agrandando como la impotencia, el desamparo, � la destrucci�n, las palabras incumplidas, el desamor � y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente. � Quiero gritar � �D�jenme en paz!....Quiero seguir viviendo as� � simplemente, con la tierra y mi gente, � la que r�e, la que crea, � la que vibra la vida as� como es, sin alterar las cosas, � la que comparte, la que acaricia, � la que no tiene prisa y ama sin esperar nada,
� la que no se aburre�. � Quiero que me respeten, � soy mujer de la tierra, fuerte como el �rbol � que resiste al viento como el junco en la corriente, � firme como la monta�a m�s alta, fr�gil como el colibr� � y dulce como los atardeceres. � Soy mujer ind�gena, hija de la tierra y el sol � y aunque no entienda muchas cosas,
� Se lo que quiero, tengo esperanza y s� que las cosas, van a
ENRIQUE WEISSENBOCK Email:
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