La
definición de “indio”;
ó “indígena”,
< términos que en este ensayo se emplean indistintamente >, no
es una mera preocupación académica ni un problema semántico. Por
lo menos, no lo es en la medida en que se reconozca que el
término en cuestión designa una categoría social específica y,
por lo tanto, al definirla es imprescindible establecer su
ubicación dentro del contexto más amplio de la sociedad global
de la que forma parte.
El
“indio”
ha evadido constantemente los intentos que se han hecho por
definirlo. Una tras otra, las definiciones formuladas son objeto
de análisis y de confrontación con la realidad, pruebas en las
que siempre dejan ver su inconsistencia, su parcialidad ó su
incapacidad para que en ellas quepa la gran variedad de
situaciones y de contenidos culturales que hoy caracterizan a
los pueblos de América que llamamos “indígenas”.
Algunos enfoques parecen haber sido definitivamente superados.
En general, cualquier intento por definir a la población “indígena”
de acuerdo con un solo criterio, se considera insuficiente. El
uso exclusivo de indicadores biológicos, conectado estrechamente
con la concepción del “indio”
en términos raciales, resulta obsoleto dada la amplitud de la
miscigenación ocurrida entre poblaciones muy diversas – entre sí
y dentro de cada una de ellas – lo que hace que en América todos
resultemos mestizos.
El
criterio lingûístico es el más frecuentemente usado para las
estimaciones censales de la población “indígena”.
Sin embargo, el uso de las lenguas “aborígenes”
no resulta tampoco un indicador suficiente; un país como el
Paraguay presenta un ejemplo extremo de la falta de adecuación
entre el sector de la población hablante de un idioma “indígena”
y el grupo social denominado “indio”,
ya que el 80% de los paraguayos hablan el “guaraní”
y solo el 2,6% de la población total es considerado “indígena”.
Propiamente un “indio”
es aquél que además de hablar exclusivamente su lengua nativa,
conserva en su naturaleza, en su forma de vida y de pensar,
numerosos rasgos culturales de sus antecesores precolombinos y
muy pocos rasgos culturales occidentales.
Se
denomina “indios”,
ó “indígenas”,
a los descendientes de los habitantes nativos de América – a
quienes los descubridores españoles, por creer que habían
llegado a las Indias, llamaron “indios”
– hallándose en un plano de inferioridad frente al resto de la
población – y por hablar las lenguas de sus antepasados, hecho
que determina que se llamen también lenguas indígenas
Fuente:
http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Concepto-De-Indio-En-America/410395.html