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Página declarada de Interés Cultural por la
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por
Resolución Nº 374/07 del 15/11/2007
Adherida a la Federación Argentina de Instituciones
Folklóricas F.A.I.F.
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CULTURA ABORIGEN - CONCEPTOS
GENERALES
LAGO DEL ROSARIO |
I N T R O D U C C I O N
Esta es la historia de Lago Rosario, pequeña colonia rural
ubicada dentro del Municipio de Trevelin, al pie de la
Cordillera de los Andes patagónicos, en la provincia del Chubut.
Hacia fines del Siglo XIX, centenares de familias de origen
araucano cruzaban la Cordillera de los Andes, descendiendo hacia
el sur en busca de tierras para ocupar en una franja de
territorio cuya pertenencia aún se disputaban Argentina y Chile.
Al igual que sucedía por entonces en la Patagonia Argentina,
donde al frente del ejército Julio A. Roca desplazaba las
poblaciones aborígenes de sus lugares en nombre de la Conquista
del Desierto, también el gobierno de Santiago de Chile perseguía
y confrontaba con los asentamientos mapuches cuyos miembros se
vieron obligados también por la “fuerza”, a replegarse sobre la
cordillera, è incluso cruzarla más al sur ( actuales provincias
de Neuquén y Rio Negro) para continuar la búsqueda de un nuevo
destino.
El comienzo del siglo XX, encuentra a varias de aquellas
familias aborígenes, ya desperdigadas en cuanto a su pertenencia
a grupos ò tribus, ocupando tierras en las inmediaciones de la
“Colonia 16 de Octubre”, situada en uno de estos fértiles y
bellos valles de la cordillera patagónica.
El 30 de Abril de 1902 los pobladores de esta “colonia”, ( en su
mayoría de ascendencia galesa), un plebiscito por el cual los
gobiernos de Argentina y Chile, representados por el : - Perito
Francisco Moreno y el Doctor Balmaceda – respectivamente,
resolvieron el conflicto limítrofe que se mantenía en esa región,
y el que fue arbitrado por la Corona Británica, con la
representación de: Sir Thomas Holdich.
La resolución de este diferendo limítrofe hizo que muchas de las
familias chilenas que poblaban el lado argentino – cuya
soberanía quedaba confirmada por el plebiscito – decidieran
regresar a su país cruzando nuevamente la frontera. El proceso
de cruzar una y otra vez la frontera se prolongó, sin embargo,
por varios años y décadas.
Algunas familias, incluso, optaron por permanecer en territorio
argentino y reclamar la tierra como lo hacían los “
inmigrantes”, que por entonces llegaban desde Europa.
Tal es el caso de las familias Millahuala y Cheuquehuala, que en
el año 1930 poblaban desde hacia tiempo el valle situado en las
márgenes de un lago cargado de: leyendas, historias y mitos.
L A G O R O S A R I O
Fue el nombre que el primer gobernador del territorio de Chubut,
Luis Jorge Fontana, le dio en 1885.
En el lago anidan el temible “Cuero”, y una “Sirena”. Hasta allí
llegaban los Tehuelches, a cazar vacunos salvajes y
acostumbraban a orar junto a una roca a la que el sol arrancaba
destellos de “sangre”, como augurio de buena cacería.
Allí todavía se escucha, en las noches de lluvia, el lamento del
cazador tehuelche, muerto a cornadas por el último toro salvaje,
ò “Toro de Agua”, como se lo recuerda.
Decididos a echar raíces con sus hijos nacidos en aquel lugar,
los Chequehuala y los Millahuala, construyen una “escuela”, en
1934, y piden al Gobierno Argentino, el nombramiento de un
maestro.
Desde Buenos Aires le responden que tendrán un maestro, cuando
los pobladores reúnan un total de 25 niños.
Como una ironía del destino, el mismo gobierno de Buenos Aires
determina en 1937 el desalojo de la Reserva Aborigen de Nahuel
Pan, unos treinta kilómetros al norte de Lago Rosario, donde más
de 300 personas, niños, adultos y ancianos, son desterrados
después de 30 años de habitar en ese lugar, cedido en 1908 por
el mismo gobierno que ahora los arrojaba al desierto, ò en el
mejor de los casos, a su propia suerte. Este hecho lleva a que
varias familias desalojada, particularmente las que tenían
hijos, sean aceptadas en Lago Rosario.
Se logra así reunir el número de alumnos necesarios para que
Buenos Aires, finalmente envié un “maestro”. La llegada de éste
marcará la primera presencia oficial del Estado en Lago Rosario,
y por lo tanto, el reconocimiento de la población que allí
habitaba.
El libro:“ MEMORIA DEL HUMO” Relata las historias del desalojo y
el posterior arraigo “Mapuche”, en “Lago Rosario”
ENRIQUE WEISSENBOCK
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