Es otra de las tradiciones en homenaje a la Pachamama,
en ésta, no se puede cortar el pelo a los varones ni a
las niñas de determinada edad, por lo general, 2 meses.
Al llegar a la edad, los padres trenzan la chuschas
(pelos) del niño con muchas trencitas, nombran dos
padrinos, y organizan una fiesta a la que invitan a
amigos y parientes.
En su transcurso se
propicia a la Pachamama, y luego cada invitado corta
una trencita, que se lleva como talismán, dejándole
dinero prendido en la ropa, como regalo. Esta tradición
esta arraigada en el Norte (Salta, Jujuy).