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HEDGAR DI FULVIO

       LOS REFERENTES EN EL FOLKLORE :

“EN MI ÉPOCA TENER UN DISCO ERA TENER MÁS QUE UN PAN BAJO EL BRAZO,..ERA TENER UNA PANADERÍA.  PERO A MÍ ME PAGABAN POR GRABAR HOY ES EL CANTOR EL QUE PAGA”

Hedgar Di Fulvio es cordobés de pura cepa y hace ratos que no tenemos su presencia en los grandes escenarios.  La bonaerense Capitán Sarmiento lo aquerenció hace muchos años y lo guarda celosamente entre sus profesionales más queridos.  Pero su extensa obra de casi 300 canciones los convierten en un referente indiscutido de nuestro folklore: Al Taco-Yaco, Gallo Calavera, Zambita para mi ausencia, Pa’lospobres, Chacarera pa’las viejas, Flor de tusca, chacarera de los novios o la hermosísima canción Yo soy de aquel pago pobre entre otras. Colaboraciones literarias en la revista Folklore, cancioneros populares y diarios como La voz del interior, El Argentino, o Propuesta…

-Nací en Carrilobo, un pueblito de Córdoba cuyo nombre se debe a un cacique menor de la zona.  Sabido es que la provincia tiene tres puntos étnicos de ingreso quichua, cuyos dialectos son: el sanavirón, keliode y comechingón. Por eso hay tres tonadas muy distintas entre sí.  Los de Cruz del Eje son más esdrújulos, más cerraditos, los del suroeste como yo tienen la tonada de la capital, de la que solo nos diferencia el uso de las “s” que ellos no usan jamás, provocando una deformación muy marcada en los verbos, como el típico ¿Qué querí que li’aga?

-Pero aun residiendo tantos años en Capitán Sarmiento no pierde la suya

-¡Noo! El que pierde su tonada sin darse cuenta se la va la sangre, va perdiendo su identidad.  Hace 30 años que habito aquí, pero recuerdo mi última actuación en Córdoba.  Fue en Radio Nacional donde hablé del tema: Conté la anécdota del cordobés que estuvo 2 horas en Buenos Aires y apareció hecho un porteño.  Al volver a su pueblo , ya en el sulky, pasando por la orilla de una laguna le preguntó asombrado a su padre al escuchar el croar intenso junto a los juncos-¡Qué son esas, rrrranas? No son sapos le contestó-Ah, rrrrapos dijo el tonto.  ¡Necesitó tan poco tiempo para perder su identidad provinciana.

-¿Cómo era el pueblo de su niñez?

-Chiquitito.  Recién vinimos al pueblo cuando comencé la escuela. Nosotros nacimos en una estancia llamada “San Fernando”, propiedad de la familia Palacios. Mis abuelos por parte de padre arrendaban allí unas 320 hectáreas junto a otra 9 familias de colonos, todos italianos: los Tolosa, Ferretti, Rochetti…Recuerdo que un día don Roque Rochetti me dio 20 centavos (sería el año’37) Y cuando le mostré a mi abuelo se enojó.  Me dijo:-No sabe que la plata no se da…se gana”.  ¡Qué sabio el viejo!!! Pensar que ahora… se roba.  Ni se gana muchas veces…se roba. En esa época el abuelo era muy creyente, así que todos los santos de la familia eran festejados.  Por ejemplo el 17 de enero San Antonio era fiesta doble, porque mamá se llamaba María Antonia y también coincidía con  la fiesta del maíz, del alpiste, de la avena y el mijo.  Pensemos que en aquella época el maíz se entrojaba, mientras el trigo y el lino se embolsaban.  Entonces los dueños contrataban gente de Santiago, Tucumán, La Rioja, a veces hasta de Corrientes, que venían con las familias y vivían en unas casitas, Los demás dormían en un galpón y para las fiestas tocaban guitarras.

-¿Cómo era la casa?

-Larga, con una pajarera al frente con cardenales, tordos y jilgueros.  Cada vez que venía alguien del norte traía alguno, así que nos despertábamos entre trinos.  El año pasado me llamaron para que la viera antes de ser demolida. Y les dije: No, déjenme con el recuerdo como yo la conocí.  Se hacían carneadas, venían músicos y a mí me gustaba cantar. En esa época estaba de moda el valsecito “Pajarillo” y lo había aprendido.

-Se ve que nació al rescoldo de esos fogones el querer se cantor:

-Por supuesto no faltaban los cuentos de aparecidos…..Huy! Así crecí.  Fíjate que en casa se rezaba el rosario. Cuando nos fuimos lo seguimos haciendo por un tiempo pero después se perdió esa costumbre, no lo rezo, pero lo demás sigue presente con su lucecita que alcanza para alumbrar  tantas cosas.

-¿Conserva su primera guitarra?

-Sí, se la compré a Carlos cuando cambió la suya que le habían traído los reyes magos. Una guitarrita de estudio, pero al año ¡lo que tocaba! Era autodidacta.  La que tengo ahora me hizo un hermano de Pedro Herrera, el autor de “El zorzal”.  En la obra “Guitarra crepuscular “le he escrito al nacimiento y la muerte, desde el pañal al ataúd. En una primera etapa nos sabíamos juntar a escribir con Pérez y Ariel Petrocelli, y otros. Todos  formábamos un grupo…

Tu eres aliento de tierra/ que de los valles surgió/ sendero donde galopa/ la muerte de un triste sol.

“La clavija de palo: La guitarra” es lo último que he escrito.

-Hablando de escritos, el cantor Hedgar Di Fulvio comienza desde niño, el escritor ¿Cuándo nace?

-Lo importante sería contar como nace. ¡Con un aplazo! Cuando empecé el colegio en la Sagrada familia (ciudad de Córdoba) nos pidieron una composición sobre las abejas. Yo la escribí, era una barbaridad. Al otro día el hermano Juvenal dijo: Hay un escrito que no es una composición es una poesía, así que su autor tiene “un cero” ¡Yo era ese! ¿Lindo comienzo no? Pero después me ayudaron mucho, tanto el hermano Victricio como los demás. Cuando fui al seminario nos exigían mucho.  Una vez el profesos Centeno nos pidió un trabajo literario, entonces yo escribí unas octavillas que en la última parte describen la escuela, la escalera, el aula 10

-Supongo que no le pasó como en la primaria

_No, el  profesor fue más generoso, me salvé de una “papa” redonda bien grande…me puso un tres… (Ríe con la frescura de un chico. Lo que más me influyó en nosotros era la formación  de esa época, donde había una métrica, el acento y la estructura literario a seguir, hoy ya no es así…Y leemos cada cosa…Nosotros leíamos a Lugones, Joaquín V González, Martiniano Leguizamón, Don Juanca,(Juan Carlos Dávalos).

-Es decir que ustedes leían a las generaciones anteriores y contemporáneas.  ¿Los autores actuales leen a los de la generación anterior?

-Pensemos que la generación mía tuvo muchos problemas…igual que ahora.  Siempre es la misma historia.  La temática folklórica es el hombre con la estructura de la nacencia. Fijate que tampoco tiene estridencias, solo una necesidad muy humilde pero muy cara por sus valores. En mi época tener un disco no era “Tener el pan bajo el brazo, era tener una panadería”.  A mí me pagaban por grabar, hoy el cantor es el que paga…siempre.

-¿Le duele escuchar algunas canciones folklóricas de amor transformadas en canciones de alcoba?

Lógico.  Nuestro folklore tiene cosas fundamentales donaire, elegancia y un pudor visto y tapado.  El criollo es muy pudoroso.  Esto aún se conserva en algunos lugares donde la gente tiene la particular manera de ver lo que se ve, no lo que mira. Por eso tienen un vuelo espiritual, si lo cultivaran los que hacen canciones serían los mejores poetas que podríamos encontrar sobre la tierra.

-Usted ha escrito algunas canciones de hondo contenido social, como  Yo soy de aquel pago pobre ¿Cuál fue el lugar que lo inspiró?

-En Córdoba está la famosa bajada del Pucará, donde antes estaba el Patronato de Menores-Madres, ahora Hospital Rawson. Atrás estaba el callejón de la brujas y barranca por medio vivíamos nosotros.  Cuando bajábamos del ómnibus tomábamos el camino donde estaban los Hornos Combe.  Allí vivía la gente como podía, en ese lugar donde se había quemado la cal para hacer las primeras edificaciones de la ciudad. Tuve la oportunidad de conocer esas familias cuando comencé el secundario, después acompañando a un amigo a poner inyecciones a los chiquitos. Cuando me recibí de medico los seguí atendiendo siempre. Se dedicaban a palear arena que negociaban con los cirujas…Así nace Yo soy de aquel pago pobre/ palea arena desde que empieza a clarear/sabiendo que por la noche/ no alcanza ni pa’ sudar.

-¿A que le faltó escribir?

-Creo haber escrito a todos los motivos que me han llegado, desde lo que tengo para dar.

-¿Se le acerca gente joven para conocer su obra?

-Sí, pero la mayoría no están preparados para recibir lo que se escribió hace 40 años.  No están informados que quiere decir tal cosa y les cuesta saber interpretarla cuadratura del canto.  En mi caso no salgo cantando desde el inicio del compás, siempre lo hago antes. Es decir que tiene una eleva, alguno les dicen sincopa, pareciera que está cruzado, y sin embargo no es así: tiene una ligadura para llegar al final y cerrar justo.

-De las juntadas con artistas ¿Crearon canciones que después perduraron?

-Sí, yo siempre conté entre mis amistades a cantores y guitarreros.  Venían los de Salta, Los andariegos, Los nombradores… En ese momento, yo tenía mucha repercusión, así que el que llegaba a Córdoba preguntaban por mí y siempre alguien los guiaba.  En mi casa el fuego nunca se apagaba, los asados eran cosa de todos los días.  Una vez llegaron los Nombradores acompañados de gente de Obispo Trejo con un cordero, y ese mismo día me habían regalado un nonato del frigorífico.  En esa reunión también estaba Marcelo Simón, mi hermano Carlos, Los Laikas entre otros.  En eso llegaron  Los tobas y un hijo de Domingo Bravo.  Estos santiagueños no sabían que en Córdoba existe una salutación tácita: A los recién llegados se les alcanza un vaso de vino.  El que lo recibe si  no dice ¡Salud! Debe tomar lo que guste y dejar lo que desprecie.  Les ofrecía el vaso y justo cantó un gallo. Entonces uno de ellos dijo. Gallo calavera, si te viera…Pensé lindo título para una canción, Y sin perder tiempo me puse a escribir: Te adivino en la noche, cantor/cuando el eco comienza a crecer/ y tu canto te mira en la estrella/gallo calavera del amanecer.  Carlos que estaba tocando la guitarra me preguntó ¿Qué estas escribiendo gordo?. Estoy escribiendo gallo calavera, entonces me dijo,-Termínalo que le hago la música.-El problema es que él no sabía la letra ni yo la música. A las horas estaba todo hecho pero como nacieron separadas no pudieron unirse.  Entonces Carlos tituló esa zamba Gajo de luz y yo Gallo calavera.

-¿Las dos hablan del mismo gallo?

-Sí. Pero de distintas formas. Es el guitarrero que sale a cantar por las noches haciendo lo mismo que el gallo.

-Porque tituló a su nuevo libro “Poemas de señales”

- Porque todo lo escrito es una señal de vivir.  Lo que a veces modifica el tiempo es la voluntad de ser.  Mucho tiene que ver el alma cordobesa, que no se debe abandonar, así como no abandono mis principios.  Si así lo hiciera perdería la identidad, a la que solo mantengo sino prodigo.  Siendo iguales de mestizos no puede ser que algunos seamos ocres y otros azules, porque la identidad es una solo.  Se mantiene con la necesidad de conformar la unidad de una familia, en el respeto, recordando las ideas de los mayores, refrendando y convocando al regionalismo, para evitar esta globalización que nos está invadiendo a los argentino…( se queda meditando).  Desde luego esto es tan simple como difícil de poder lograrlo, lástima que no se den cuenta que esto es una moda y una moda se sustituye con otra moda.  Solo hay un capital importante: El compuesto por el respeto, el cariño mutuo y la humildad.

A

                                                     CARLOS ARANCIBIA

 
 
 

 

 


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