de EDUARDO TRONCOZO

En cada charla con Eduardo “El negro” Troncozo descubro un nuevo rincón sanjuanino, que a veces su realidad es alegre y otras dolorosa, pero siempre está pintada en los versos de sus tonadas. ¿Cómo no compartir lo que la pluma del autor nos regaló?
“Dos caras de un mismo pueblo”, es una tonada que he escrito en enero del 2007. Estando en mi provincia natal San Juan un viejo amigo me invita a visitarlo en su casa en Pedernal, pueblo situado a 70 kilómetros al sur de la ciudad capital, casi lindando con Mendoza. Como no tenía quien me lleve en coche, decidí ir en colectivo, total no conocía el camino e iban a estar esperándome. Avanzábamos muy despaciosamente haciendo varias paradas, lo que me permitió observar todo el paisaje Primero se pasa por el pueblo minero “Los berros”, lleno de hornos de cal, y tantos camiones entrando y saliendo que el cielo estaba blanco, con los cerros destrozados producto de las continuas explosiones con dinamita, descuajados por el hombre. Ellos bordean la ruta todo el tiempo, y pegados se podía ver a otros de una belleza tremenda. Parecía imposible que a 5 kilómetros se encuentre el otro pueblo llamado Pedernal, un pueblo viñatero. Cuando llego a la casa de mi amigo observo maravillado un cielo límpido, los cerros pegados unos a otros con las nubes bajas. En su patio crecía una enorme jarilla que regaban para aromar la casa y todo el lugar estaba cubierto de margaritas blancas gigantes. Al ver esto le comento a la dueña de casa que me parecía una pena que un lugar tan lindo como Los Berros estuviera tan estropeado bien podría ser un vergel como Pedernal. La señora me dice: -“Vio, son dos caras de un mismo pueblo”-Con esa imagen volví a Buenos Aires a mi diaria rutina. Un día recordé esa frases y decidí escribir la letra para una canción. Una vez hacha se la mando a mi hijo Martín vía e-mail a San Juan. Quien al recibirla saca la música en apenas 2 cuadras, es decir la distancia del ciber a la casa la letra. Así nace esta tonada.

Dos caras de un mismo pueblo
son las que yo voy pintando
por este lado Los berros,
Pedernal del otro lado.

El horizonte minero
siempre amanece tapado,
la cal va quemando sueños
de los hombres que quedaron.

De Berros le queda el nombre…
¡Si hasta el color le han robado!.

A Pedernal voy mirando,
corazón hecho ternura,
y una tonada temblando
por mi voz se hace segura…



El camino del retorno
en la jarilla aromada,
me están pidiendo que vuelva
con la añoranza cantada

Pedernal es una estrella
de margaritas pintadas…

Un cogollo por mis venas,
y en cada mano un amigo
Por este lado está Carlos,
Graciela siempre conmigo

Dos caras de un mismo pueblo,
son las que yo voy pintando
Una tiene el cielo blanco,
otro un vergel azulado.

Las dos son bien sanjuaninas
por siempre las voy amando.