DIEGO BOSQUET:
LAS CANTORAS DE MALARGÜE:
LAS ÚLTIMAS HEREDERAS DE
UN CANTO TRADICIONAL (2º PARTE)
La silenciosa tarea de los investigadores no siempre es
bien difundida. Estas notas es un pequeño aporte a la
tarea del etnomusicólogo Diego Bosquet sobre las
cantoras malargüinas, pudiendo plasmar sus canciones en
el disco llamado: “Las cantoras de Malargüe” Música
tradicional del Sur de Mendoza.
-¿De donde pensás que provienen las letras de las
cantoras?
-Yo pienso que vienen de Chile o España, porque hay
textos sefardíes que nos llegan desde antes del siglo
XIV, romances y coplas españolas del siglo XVI que ellas
cantan como si fueran cuecas. Los textos se han ido
trasmitiendo oralmente, así que seguro han sufrido
modificaciones con el tiempo.
-¿Tienen temas propios?
-Habitualmente no los tienen. Con esta música se da la
particularidad de la falta de autoría tanto en letra
como en música al igual que el título. Yo lo he resuelto
poniéndole el primer verso para poder identificarlas. El
tema de la autoría se da en los contextos muy
tradicionales, termina siendo colectiva. Suele suceder
que una misma letra sea cantada con diferente ritmo, aún
por la misma cantora, como si tuviera un repertorio de
melodías y otro de letras completamente separados y la
combinación la hacen de acuerdo al momento de la fiesta.
Suben a cantar como les sale.
-¿Qué diferencia estructural tienen con la cuyana?
-La cueca cuyana tiene dos pies, unido por un vínculo
desde el punto de vista de la temática y relacionados
con el estribillo. La cueca de las cantoras tienen un
solo pie y tiene que cantar otro segundo pie que es de
otra cueca. O hacen la primera con un determinado texto
y la segunda es con la melodía de otra. En Chile hacen
tres pies. Hay bastante similitud con lo que hacen ellas
con la música que se hacía en Mendoza a principios del
siglo XX, es como si el norte de la provincia se hubiera
ido deschinelizando.Estoy casi seguro que en el siglo
IXX no había diferencia entre la música chilena de la
cuyana.
-¿Aparte de la música que te aportaron?
- Por intermedio de las más ancianas pude entender este
vinculo con el chileno, pese a ser personas que nunca
cruzaron la cordillera, lo hicieron a través del relato
de sus padres, cuando llevaban ganado para vender en el
vecino país. Así pude ir entendiendo como fue ingresando
esta música, y como fue quedando aislada también. Pese a
que en Ranquil Norte ahora tienen electricidad, por lo
tanto las que viven allí tienen televisión, cable, eso
va modificando todo su entorno, sin embargo ellas lo
tienen muy claro. Eso es lo suyo. Lo que viene de afuera
no lo sienten como propio, está muy lejos y nunca va a
formar parte de su realidad. Tienen su rutina de vida
que no es comparable ni siquiera con la de los
habitantes de los pueblitos. Viven en caseríos cuya
mayoría no tienen luz, salvo Ranquil Norte porque se la
mandan desde Barrancas distante 30 Km. Las demás están
dispersas en 200 Km. donde tienen un generador que solo
se mantiene prendido 2 horas a la noche, los que pueden
tienen paneles solares, con eso se van arreglando. Lo
más importante de estos lugares son las escuelas
albergues rurales y la vida de la comunidad gira en
torno a ellas. Yo he tenido mucho apoyo porque me
instalé en una de ellas, cuyo director conocía a todo el
mundo, se lo respeta mucho. Pensemos que cada pueblo
tiene un intendente y en este caso estaba a 200 Km. de
distancia por caminos malos. Así que la escuela
reemplaza casi a la autoridad, además de darle trabajo a
la gente como portero, celador ocasional etc.
-¿Pensás que la comunidad tomó conciencia del patrimonio
cultural que tienen?
- En Ranquil Norte sí. Con la presentación del disco
hicimos el “1* Encuentro de cantoras” y la participación
de la comunidad fue impresionante. Venía gente a caballo
para ver de qué se trataba, es como la capital de las
cantoras.
-¿Tenés la secreta esperanza que lo sucedido en Ranquil
Norte sea el nacimiento de nuevas cantoras?
-Es el deseo de todos. A partir de la revalorización de
la gente para con ellas. Estaban ahí pero no les
importaba, inclusive a veces se les prohibía cantar o se
avergonzaban que su madre fuera cantora. Hoy es al revés
se sienten orgullosos de tenerla en la familia. Desde el
punto de vista de la investigación yo hubiera preferido
tener más tiempo, grabar más, hacer estudios
comparativos. Pero sabía que el disco iba a ayudar.
Algunas les están enseñando a sus hijas y nietas.
Veremos cuales son los resultados, era la única forma de
saber que las generaciones siguientes van a poder
escuchar, para que no se pierda y que la gente esté
convencida desde los gobiernos o los investigadores
apunten a la valorización de las tradiciones.
-¿Cuántas cantoras hay?
-En el disco intervienen 10 cantoras, pero hay más.
Algunas no las pude grabar porque no tienen guitarra en
la casa o porque se habían ido a la veranada. Yo calculo
que habrá un total de 25 más o menos. Cuando hice el
relevamiento hace 3 años la más anciana tenía 84 años,
la menor 42.
-¿En cuánto tiempo grabaste el disco?
-La grabación en sí la pude realizar en un solo viaje,
pero el trabajo de campo me llevó tres viajes previos.
Aunque conservaba las grabaciones anteriores, preferí
que tuviera una sola unidad hacerlo en el lapso de una
semana.
-¿Tuviste algún contacto con folklorólogos de Neuquén o
Chile?
-En toda la zona solo hay algunos de Buenos Aires
trabajando en el campo antropológico sobre la cultura
del puestero trashumante pero no haciendo estudios etno-musicales.
De Neuquén no conozco, en Chile he tenido charlas con
Margot Loyola, y Osvaldo Caique quienes han trabajado en
todo su país recopilando música, pero no han hecho un
estudio especifico sobre la zona. Estamos viendo la
posibilidad de hacer un trabajo integral. Recordá que yo
me basé en los límites políticos. Además en Neuquén hay
cantoras grabadas, al igual que en Chile pero no las
había en Malargüe, y el proyecto estaba apoyado por la
Municipalidad. Así que debía moverme dentro de los
límites del departamento, pero existe la necesidad
imperante de tratar todo eso como área cultural.
-¿Vas a volcar en un libro tu trabajo de investigación?
-Sí, la idea es hacer un libro que contenga el disco.
Que al leerlo tenga las referencias auditivas. En
principio pensé en hacerlo sobre las cantoras en
particular pero viendo la riqueza de todo tipo que hay,
espero tratar toda la música rural de Malargüe. Además
en Mendoza estamos intentando armar un archivo sonoro,
desde hace 14 años lo tengo. En la provincia ya tenemos
sede en el C.R.I.D.C Centro regional de investigaciones
y desarrollo cultural pero nos falta equipamiento. Ya
está el archivo histórico y fotográfico, el laboratorio
de paleontología, historia regional. Es un centro que se
inauguró el año pasado y la intención es que todos los
materiales que vamos grabando en el campo más las cosas
que da la gente estén en un archivo a disposición de la
comunidad.
JUANITA VILLAR
Nos abrió su casa con la sencillez de la gente paisana.
Juanita Villar es una de las cantoras que integra el
disco, esto nos decía:
Nací en Neuquén y vivo desde hace 30 años en la ciudad
de Malargüe. Mi primera canción fue la despedida a mi
madre a los 10 años antes de irme a Chile a estudiar.
Recuerdo que le brindé una tonada y un par de cuecas
como homenaje, dejándola sorprendida porque nunca me
había escuchado cantar ni tocar la guitarra.
-¿Dónde las había aprendido?
- De a poco. Éramos 16 hermanos acostumbrados que cuando
se reunían los mayores no debíamos participar los niños.
A mi papá solo le bastaba una mirada para
recordárnoslos. Pero mi mamá cantaba y también mis
hermanas mayores y nosotros escuchábamos a través de una
ventanita.
-¿Cuándo cantaban?
-Para el día de los santos o solo cuando había fiesta.
Por ejemplo mi mamá Margarita de Carmen LLalco celebraba
el día de las Carmen, y mi hermana el día de las Rosas,
hacían una fiesta que duraba 5 días, se atendía muy bien
a toda la gente, papá carneaba vacunos, se cantaba y
bailaba. Los temas que grabé son las canciones que
traído en la memoria desde esa época.
Toma su guitarra y acompañada por su tañador nos deleita
con un canto que encierra la esperanza de seguir
brotando en savia nueva.