¿Qué
es el tiento?
En
principio, el tiento está formado por tiras angostas que
se diferencian de las lonjas por su menor anchura y
porque no se les practica la operación del sobado. Con
ellas se confeccionan, al igual que con las lonjas,
distinguidos trenzados que permiten que cada artesano
pueda lucirse con prestancia. También se lo emplea en
otros menesteres, por ejemplo: atar e ingerir (añadir una
trenza cortada) el lazo o asegurar las boleadoras. Además
de utilizarse en labores muy finas sirven para hacer
costuras.
La
obtención de tientos es una de las tareas más delicadas,
la cual requiere firmeza en el pulso, sobre todo porque
un tiento puede llegar en algunos casos a tener menos de
un milímetro. Este tipo de tiento tan fino en general se
obtiene de una lonja de potro (aquella que sale de la
barriga de los potrillos).
Los
tientos más gruesos se obtienen de cueros vacunos y se
utilizan, por ejemplo, para componer lazos. Antiguamente,
en la provincia de Buenos Aires se los solía llamar
tientos de soga, para diferenciarlos de los de potro.
Una vez
cortado el tiento, es necesario darle la terminación
adecuada antes de comenzar a trenzar. Esto, que se conoce
como desvirar o descantillar, en el sur de la provincia
argentina de Córdoba, por citar un caso, consiste en
cortar los cantos y adquirir en su corte transversal la
forma de un hexágono irregular achatado. Este corte
produce un bisel (ángulo, sesgo) en el tiento que elimina
los bordes salientes, que darían al trabajo un aspecto
rudo. Por lo tanto, puede ser de cuero de vaca o de potro
tras un procedimiento que, realizado de manera artesanal,
no lleva ningún químico. En la Argentina, las provincias
de Entre Ríos, Corrientes y Santiago del Estero se
destacan por los excelentes trabajos de piezas trenzadas.
Procedimiento
para la obtención del tiento
El cuero
se pone en cal durante dos días para que pierda el pelo,
luego se frota contra un alambre para terminar de
pelarlo, y por último se estaquea. El tiento de lonja de
potro se extrae del cuero de dicho animal.
Las
partes del potro de donde se pueden quitar las lonjas son
los dos costillares y la panza. La zona del cuero del
yeguarizo, que abarca la tabla de cogote, la paleta y el
costillar, es la mejor para la obtención de tientos. Los
más finos que se utilizan para retabas, se extraen del
pecho y la panza del caballo. Del mismo lugar se sacan
las mejores encimeras.
Antes,
el corte de la lonja para formar los tientos se hacía sin
medidas precisas. En la actualidad se utilizan algunos
instrumentos que permiten cortar prolijamente la misma
medida, en lonjas anchas que después se convertirán en
tientos. Puede, con pelo o sin él, ser descarnado. Cuando
se quiere lonjear a cuchillo, primero se debe humedecer y
luego afeitar bien. Otra forma puede ser que luego de
estaqueado, cuando se seca la lonja, se la coloque sobre
algo liso y duro. Se espolvorea con una ceniza fina.
Luego, con el filo de una madera se le efectúa una
presión para quitarle el pelo y solo queda la lonja suave
y pulida. En cambio, cuando se desea el cuero con pelo,
se lo lonjea del otro lado. Una vez finalizado este
proceso, se sujeta el cuero con un palo por un extremo y
con un cuchillo muy afilado y pequeño se cortan los
tientos del espesor que se desea, según el fin que se le
dará. Es un trabaja que debe realizarse de forma manual,
puesto que una máquina no es capaz de lograr los tientos.
El
arte más exquisito: el trenzado
El
trenzado de tientos es una actividad muy importante en la
artesanía tradicional argentina (también uruguaya), un
arte donde se demuestra toda la habilidad del hombre de
campo.
El
trenzador se encarga de elegir el yeguarizo o vacuno, que
servirá para proveer de los tientos para la confección de
lazos, cabezadas, trenzados, entre otros. Por este motivo
es de mucha importancia el estaqueado y la forma de
hacerla según su finalidad.
De la
infinidad de trenzas que existen, se explicarán algunas,
a saber:
·
Trenza
de dos con tiento ojalado: se toman dos tientos y se les
practican tajitos de una longitud mayor que su ancho.
Luego, se pasa uno adentro del otro sin saltear ninguna
de las hendiduras, y se repite esta operación con cada
tiento apretado y estirado.
-
Trenza
de tres sin puntas: se utiliza una lonja rectangular
con dos cortes longitudinales, se efectúa la tarea con
la simple trenza de tres o de pelo. Este trenzado se
emplea, por lo general, para la manija del rebenque.
Los extremos de esta trenza se unen con dos botones.
-
Tientos a medida que se tejen: se retuercen, pero cada
cinco vueltas, se enderezan y se peinan.
Para la
confección de lazos se usa la trenza de tientos
redonda. La ocho cuadrada no es muy utilizada para la
confección del lazo, porque su forma corta las manos
cuando se trabaja con ella. En cambio, la ocho redonda es
muy común, porque queda hueca para colocar dentro del
tiento una soguita con la que se consigue mantener el
lazo bien armado; esto evita que se achate y le da mayor
resistencia.
El
paisano usa los tientos para todo su apero. Con estas
delgadas tiras de cuero crudo sujeta los lazos, y
boleadoras, entre otros elementos.
A
continuación, una lista de trenzas para realizar con
distintas cantidades de tientos:
-
Trenza
de uno: es un simple tiento humedecido que se ajusta
con pequeñas tracciones cada tres o cuatro espiras. La
trenza con lezna al ser terminada, parece estar hecha
de cuatro tientos.
-
Trenza
de dos: es una soga de cuero crudo de aproximadamente
12 m de largo por 3 cm de ancho (no más), y es usada
para atar al caballo. Puede estar hecha con tiento
ojalado -con tajitos distribuidos de forma pareja-, y
se pasa uno adentro del otro por cada hendidura,
apretando y estirando para que quede parejo. Resulta
una de las más difíciles para sacar por cuenta propia.
Se toma el maneador por la mitad, se hace un medio
bozal como el de la figura y las dos colas (a) y (b)
serán las que constituirán el trenzado.
-
Trenza
de tres chata: es la trenza común que todos conocemos.
-
Trenza
de tres cuadrada: en este caso, se preparan igual que
en el de dos tientos, sin olvidar que el que atraviesa
con otro, al cruzarse con el tercero, deberá abarcarlo.
Trenza
vista desde un costado.
Trenza
terminada vista de frente
-
Trenza
de tres sin puntas: consiste en una lonja
rectangular con dos cortes longitudinales. El trenzado
es el común de pelo. A medida que los tientos se van
tejiendo, se retuercen, pero cada cinco vueltas se los
endereza y peinan para poder proseguir. Este trenzado
se utiliza, por lo general, para la manija del
rebenque.
A
medida que aumentan la cantidad de tientos que se
utilizan para una trenza, también sube el número de
posibilidades de obtener diferentes tramas y dibujos,
como también distintos anchos y espesores. El
hecho de que cada artesano realice sus propios dibujos es
un factor que le otorga a las sogas un tinte, especial
por su trato único.
Por
ejemplo, una realizada con veintiún tientos puede ser de
más de veinticuatro maneras distintas, porque según cómo
se sostengan y cómo se lo pase -sobre o debajo-, el
trenzado resultará diferente. Con una mano, el soguero
sostendrá diez, con la otra once, y elegirá cómo
pasarlos, tres sobre, dos debajo, o al revés, y de esta
manera irá alternando o variando. Cuando se trabaja con
números pares de tientos, por lo general, en una mano se
sostiene la mitad más uno, y en la otra, la mitad menos
uno. Por ejemplo, con una trenza de veintidós tientos, en
una mano habrá diez, y en la otra, doce.
-
Trenza
de cuatro con tiento ojalado: observe la figura y
compruebe cómo van dispuestos los tientos que al
ajustarlos formarán parte de la trenza ya finalizada.
-
Trenza
de cinco chata: la primera figura muestra cómo se hace,
y la segunda presenta la trenza finalizada
-
Trenza
de seis chata: se separan de tres en tres, cada grupo
en una mano. Su movimiento será siempre el mismo: por
la derecha, las orillas cubren dos para ser tapadas por
uno; en la izquierda, los tientos que quedan allí
atraviesan bajo 2 y sobre 1, hasta terminarla.
-
Trenza
de seis, de dos caras: se requiere atravesar el tiento
(a) y del lado izquierdo, por detrás, hacia la derecha
y se tapan dos (b) y (c) y bajo 1 (d). Orilla
opuesta (b): se realizará un trayecto igual al arriba
mencionado. Da la vuelta por detrás, tapa dos tientos y
pasa bajo 1.
-
Trenza
de siete tientos chata: se sostienen tres tientos en
una mano y cuatro en la otra. Se comienza por el de
cuatro tientos. Para armar la trenza, se vuelca el de
la orilla hacia abajo y se atraviesa por uno y uno
hasta que se llegue al centro y así quedan los cuatro
del lado opuesto. Se repite el mismo procedimiento y se
vuelve a empezar por el lado en el que quedaron los
cuatro tientos. Además de hacerla de siete tientos,
también se lo puede confeccionar de cinco, y así; según
el ancho que se desee. La segunda figura muestra una
trenza de siete tientos terminada.
-
Trenza
de ocho cuadrada: la figura de la derecha muestra cómo
se comienza la trenza. El tiento 2 se dirige por la
parte de atrás y cubre los tientos 4 y 3. El 7 da la
vuelta y cubre el 6 y el 2. El 1, el 3 y el 2. El 8
cubre el 2 y el 1. El 5 cubre el 7 y el 8. Así queda
armado el comienzo de la trenza. Estará lista para
poder continuarla, como se observa en la siguiente
figura. El tiento (a) se dirige por detrás de la
trenza y separa a los dos centrales, entre (b) y (c).
De esta manera se coloca en el grupo de cuatro tientos.
En cambio, (d) eraliza la misma vuelta y aparece entre
(e) y (f), para cubrir tanto a este como a (a).
-
Trenza
de nueve tientos (caracol): es muy sencilla. Solo mire
la figura y proceda. Si observamos el tiento (A), que
está situado del lado derecho, luego de atravesar por
encima de 1 y bajo de otro, cuando esté en el extremo
opuesto (aislado del resto de los tientos) se lo pone a
la par. A continuación se lo pasa por detrás de (B) y
al doblarse iguala la dirección de (C). Así se continua
con este procedimiento hasta terminar con la trenza.
-
Trenza
de diez: se anudarán cinco tientos largos por sus
extremos hasta obtener cinco enlazadas: tres para la
mano izquierda y dos para la derecha. Para nevarla a
cabo se acercan las manos: con el índice derecho se
sostiene por debajo la enlazada del anular de la mano
izquierda y se la quita. Luego, la pasa por dentro con
rapidez de la enlazada que sostenía junto con el mayor.
En dirección hacia arriba, se queda con ella, sacando
la anterior, que se abandona en el dedo medio y así se
continúa hasta lograr un trenzado ideal.
Trenza de once chata: cuando ya se peinaron los tientos,
se agarran seis con una mano y cinco con la otra. Se
puntea con la de mayor número. Si observa la primera
imagen apreciará el movimiento de las unidades para
constituirlas, y se verá un pedazo de trenza terminado.
Se comienza por el lado izquierdo, el tiento 1 pasa por
abajo de 2 y luego por encima de 3. De la misma manera se
lo realiza del lado derecho.
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Trenza
de doce tientos: al ser redonda y hueca requiere
relleno. Se peinan las hebras y se realizan dos lotes
de seis cada uno. El primero del lado izquierdo pasa
por encima de dos tientos, bajo 2, sobre 2. De igual
manera, con los tientos de lado derecho hacia la
izquierda.
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Trenza
de trece tientos chata: para realizarla se requieren
dos grupos, uno de siete y otro de seis. El primer
tiento del lado izquierdo da comienzo al proceso. Va al
centro por encima de 3, bajo 2 y sobre 1. Del otro
lado, se opera de la misma forma.
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Trenza
de diecisiete tientos chata: el tiento 9 oculta al 8, 7
y 6 Y levanta al 5, 4 Y 3, Y pasa por encima de 2 y 1.
Con el tiento 10 atraviesa por el 11, 12 Y 13 Y por
arriba de 14,15 Y 16 Y por abajo de 17 y 9. Luego, se
realiza la misma operación, pero de manera invertida
(arriba pasa a ser abajo y viceversa). En la segunda
figura vemos el resultado.
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Trenza
de diecinueve tientos: solamente se necesita dividir
los tientos en dos: una parte de nueve y otra parte de
diez; se empieza con este, desde (a), atraviesa por
encima de b, c y d Y sigue bajo tres y vuelve a pasar
sobre 3. Con el otro lado se realiza lo mismo.
Fuente: Libro Manualidades
Criollas - El cuero crudo paso por paso
Autor Manuel Bugallo -Agradecemos a Editorial Andrómeda
permitirnos la publicación del presente material |