La tonada denuncia su
lugar de origen, las eses aspiradas, los modismos.
Coqui
Sosa nació en un pueblo que conserva el rumor de zafra en
las siestas tucumanas entre un naciente verde de cañas.
Como pechando a Monteros contra el Ñuñorco al poniente,
lleno de zambas el aire y de vidalas los sueños.
-“Los que tenemos la
dicha de poder ser artistas tenemos la ventaja de volver en
cada canción al pueblo, donde además de mis recuerdos de
chango, fue el lugar donde se fueron formando la idea de
intentar dejar algo en la cultura popular . Imposible
olvidarse de las siestas, de los veranos en el río, de los
cerros, de las guitarreadas y los festivales en el mes de
noviembre, todo eso fue formando la base del sentimiento
para poder salir al país para contar como fue mi origen.
Monteros tiene un lugar especial en mi corazón pese a
que hace más de 10 años que no canto allí, siempre cuesta
más, aunque ganas no me faltan, puede ser que con el disco
nuevo “País”, en donde traté de profundizar mis raíces pueda
rendir el examen de cantar ante mis amigos de infancia que
miran con los ojos de la nostalgia.”
-¿Como fue la llegada
a la capital?
-Para mí fue natural el
hecho de venir a Buenos Aires a pasar mis vacaciones, ya la
conocía y añoraba no solo como cantante sino por su altura
cultural, como hombre del interior me gusta el silencio pero
también me siento feliz con el ruido ciudadano. Sí me costó
adaptarme una vez mudado mientras me faltó mi familia,
nosotros somos muy unidos, y recién a los 2 o 3 años
pudieron venir mis padres, así que desde el ’91 estoy
afincadísimo. Yo presiento que la Capital Federal es el
último lugar donde voy a estar, podré hacer giras por
distintos lugares pero sé que este es mi lugar de
residencia. No tengo la historia de otros provincianos que
añoran a su pueblo. Como artista siento la fantasía de
estar en ese paisaje cuando canto y sino quedan los paseos
para volver a sentirlos, no hace falta estar allí para
considerarlo mi lugar de pertenencia.
-En nuevo disco tu
lugar de pertenencia es latinoamericano.
-Es así como me siento,
incluso es el tiempo de estar orgullosos de serlo, nos une
la tristeza, la alegría, la historia, creo que cuando
lleguemos a comprender y fortalecer nuestras raíces vamos a
lograr una presencia a nivel mundial con identidad
propia, pienso que no estemos tan lejos.
-¿Cuantos años hace
que te dedicas a la música?
-Desde el año ’82. Siendo
chico un profesor iba a casa a enseñarle guitarra a mi papá,
yo miraba un poco y seguía con mis juegos, con el tiempo con
apenas 17 años pillé una guitarra y me puse a tocarla de
oído y acompañado solamente de algunos libritos de Arnaldo
Pintos.
-¿Tu papá canta?
-Sí y muy lindo pero es
demasiado tímido para subirse a un escenario, solo lo hizo
una vez para cantar con toda la familia en la presentación
del libro de mi tía Mercedes el año pasado, mi hermano mayor
Walter fue el primero que se animó a hacerlo. También el
primero en desertar. Ser artista popular significa
saber esperar, tener pausas, firmeza en el repertorio que
uno elige, no es meterse a un estudio de grabación y empezar
a cantar. Es tener coherencia, una maduración
personal y artística.
MÚSICA DE CONTENIDO
-¿Cuántos trabajos
editados?
- Mi discografía está
compuesta de 8 discos: “A pesar de todo” en el año
1990“Viene clareando” (91), “Siglo de esperanza” (92),
“Coqui Sosa en vivo” (94), “Clásicos y sueños” (96) “Cuando
canto” (98),”Navidad” (2000) junto a Guillermina Becar
Varela y ahora “País” el resumen de mi vida, marca un nuevo
rumbo porque hago hincapié en la composición.
Soy un eterno
critico de la función que cumplen los artistas populares,
quienes me parece que no están a la altura de las
circunstancias, me lo confirmó esta edición de Cosquín o
Jesús María, ver como algunos todavía están en la pavada,
cuando a nosotros nos acompaña la historia que nos debería
impulsar hacia delante, nos indica que deberíamos tener
cuidado en lo que cantamos si le queremos cantar al paisaje
o a las cosas que nos pasa como pueblo, me parece que
algunos viven en una campanita de cristal. No todo es
amor o mejor dicho sexo fácil, sino que deberíamos asumir un
compromiso. Vivimos en un país donde nos falta contarnos
tragedias, como la que pasó en República de Cromañón, donde
no fue una tragedia del rock, sino de todos. Puede
pasar en cualquier festival o peña folklórica y al ver
en los informativos pensé que debemos aprender a sacar algo
positivo de semejante desgracia, al rato prendo la
televisión, escucho la radio o leo diarios y veo que algunos
artistas siguen en la misma postura saltando, gritando o
cocinando arriba de un escenario que lleva el nombre de
Atahualpa Yupanqui, quien no hacía nada de esto, simplemente
contaba, interpretaba y cantaba acercándose al público a
través de la poesía y la música. Antes defendía a
todos los folkloristas, pero hoy ya no me hago cargo de la
historia de otros, no me corresponde porque si miran todo mi
repertorio, puedo tener equivocaciones como todos pero fui
aprendiendo, me pueden acusar que desafino o me visto
de una forma que tal vez no esté de acuerdo arriba del
escenario con lo que se espera de un cantante folklórico
pero nunca distorsioné mi mensaje desde el primer al último
disco hay una coherencia (no por pedantería, lo digo
confirmándome a mi mismo). Cuando el teléfono no suena
durante 6 meses, nadie te llama como me pasó en una
época. no es fácil. Como tampoco lo es entender cuando uno
orgulloso afirma yo canto a Yupanqui, y te miran de reojo
como diciendo ¡que aburrido!...
Supe aguantar con firmeza
al ver que a muchos músicos les pasó o les sigue pasando lo
mismo. Es indudable que alguna vez hay que empezar
pero muchos no entienden, se dejan llevar por espejitos de
colores. Es importante saber quien es quien en esta
historia y comprender que la música folklórica no se puede
vender a precio. Aunque vivimos de vender discos o
entradas no significa que hay que modificar los principios
básicos que mueven a la música folklórica, de todos modos
aunque yo trazo este presente como negativo, es muy
positivo la presencia de muchos artistas jóvenes y algunos
no tanto, que estaban tapados, quienes lentamente están
floreciendo y sirven de elementos de contención como una
primera línea del folklore de contenido, así como los otros
lo son del folklore pop como lo llaman ahora. En las
peñas de la capital y en un puñado de festivales.
-Cada día hay menos
elementos en ese puñadito. ¿Porque crees que pasa?
-Yo pienso que las
comisiones de la mayoría intentan copiar formulas de otros
festivales mayores. Por eso todo lo malo que juzgamos en
Cosquín o Jesús María lo volvemos a ver en otros menores,
porque indudablemente están marcan do tendencia, copian lo
que creen que el público quiere. Atención la gente quiere
divertirse pero también escuchar lo que nos pasa como
pueblo, por eso el folklore perdió mucho en manos del rock
.nacional.
-La única música
nacionalizada…
-Sí, al decir rock
nacional, nadie duda. Por eso me gusta decir música popular
en vez de folklórica. No creo que todo debe ser de
contenido social, pero de algo estoy seguro: No hace falta
hacer un asado arriba de un escenario o ponerse el
traje tradicional, ni revolear el poncho para
mostrarse gaucho. En lo personal yo no podría vestirme nunca
de gaucho porque sería una mentira, no tengo la vivencia del
hombre de campo, respeto mucho a los tradicionalistas
que aman nuestras cosas y las rescatan. Ser honesto con uno
mismo es difícil, sin pensar en el bolsillo, cantar una
canción o escribir una poesía pensando que va a ser un
éxito. En este momento la mayoría de los poetas ya no
escriben poesías sino canciones, y las hacen pensando en
triunfar rápidamente.
-¿Que te une a Pablo
Dumit?
-Una amistad de muchos
años, pero fundamentalmente que es un poeta al que nunca le
toqué un punto o una coma de sus escritos. El me pasó
cincuenta poesías y sólo a ocho pude musicalizarlas.
Nunca le dije sentáte y armemos una canción, sino pásame
poesías. Yo las considero a cada una de ellas una obra
de arte que no puedo alterar y el tiene la firmeza de no
tener urgencias, no escribe con la idea que sean conocidas,
coincidimos con el pensamiento, amoldo la música y hoy me
doy cuenta que no me fue tan mal, nos contó esperar recién
hoy está empezando a rendir frutos.
CUYO EN EL CORAZON
- En todos tus discos
hay una cueca o una tonada ¿Cuál es el motivo que te une a
Cuyo?
-Una historia familiar.
Desde chico lo escuché a papá contándonos sobre la tía
Mercedes, de su vida en Mendoza, de su intervención en el
Nuevo Cancionero, esas cosas siempre me impactaron. Empecé a
descubrir la cadencia de la tonada tan parecida a la zamba,
con ese aire de misterio. Por eso la tanto uno como la
otra no entraron en este movimiento de la moda del folklore
joven, donde abundan las famosas chacareras porque tienen
pausas. La zamba bien cantada necesita del silencio, y
hoy en el mundo la globalización se comió el
silencio, nadie ya se sienta en un café solo para ver pasar
gente o en medio de campo a escucharlo. Se escucha
tantas críticas sobre la tonada o la zamba sobre el
aburrimiento que producen, y yo no creo que se pueda
catalogar una canción por el ritmo. Cuando canto chacareras
me gusta que la gente baile pero no es el objetivo
primordial.
-¿Cuando cantaste por
primera vez en la zona?
-En “Rivadavia canta al
país”. Se hizo en un anfiteatro con unos 10.000
espectadores. Toqué junto a Néstor Basurto, quien supo andar
mucho conmigo en los comienzos y recuerdo que había elegido
la tonada “Quien te amaba ya se va”, entusiasmado me mandé
el cogollo…”Que todos los presentes vivan…”y empiezo a ver
desde el escenario como desfilaban por los pasillos con sus
vasitos en la mano unas 30 personas. Y al bajar no pude
negarme a tomar un sorbito de cada vaso con que me pagaban
el cogollo. Te imaginarás como terminé. Con Pocho Sosa sin
ser parientes nos queremos como hermanos. Lástima que
no pude darme el gusto de cantar con él en el Festival de la
Tonada.
-Tampoco se lo dieron
muchos tonaderos.
-Cierto, se les
desvirtuó, se les globalizó.
- Néstor Basurto,
Colacho Brizuela, Di Salvo, Giuliano, siempre unido a
excelentísimos guitarristas.
-Siempre tuve claro que
tenía que elegir entre aprender a cantar o a tocar bien la
guitarra. Me era difícil hacer las dos cosas bien por
cuestiones naturales el guitarrista no tiene una atención
especial sobre el movimiento de su cuerpo diferente al que
canta que no puede estar cuidando las dos cosas y que salgan
ambas bien son elegidos como Falú, Yupanqui. Intentar
ser intérprete es cantar y concentrarse en eso, en
cuidar la expresión, por eso aprendí a rodearme de buenos
guitarristas. Y con José Di Salvo
trasciende el hecho musical, es mi amigo, yo sé que él se
siente parte de lo que yo hago y eso se nota. Tenemos
la misma estética, nos respetamos. Yo jamás digo “mis
músicos”, para mí son mis compañeros, no soy un capataz de
estancia arriba del escenario. Cada uno tiene su tarea
y trato de respetar, conservar y estimular la creatividad de
cada compañero y pienso que eso se nota desde el público.
LA SONRISA PERDIDA
-¿Qué te ha ido
haciendo perder la sonrisa en las gráficas de tus discos?
-No sé si me volví serio
o reflexivo. Para posar soy de terror, al fotógrafo le pido
que vamos hablando de cualquier cosa y cuando el quiera me
saque la foto. Aunque en lo cotidiano conservo mi sonrisa
intacta porque amo la vida. Puedo despotricar pero soy una
persona positiva y cuando critico enérgicamente lo hago
planteando las cosas con argumento. Además el título
“País” te llama a borrar la sonrisa, no por lo negativo,
simplemente no hay tantos motivos de subirse a un escenario
y decir todo está bien, cuando solo en mi provincia se
mueren de hambre 33 chicos por día. Hace 2 años se
hablaba todos los días y de golpe no hay más, parece que no
hay nada, todo está bien, ese tal vez sea el motivo de mi
sonrisa perdida. Uno debe estar atento a las cosas que
pasan. En este disco grabé una canción de Víctor Jara,
a quien mataron pero no pudieron matar su poesía y el le
cantaba en ese momento a las mismas cosas que nos pasan hoy
después de tantos años.
-¿Falta en el
repertorio de la mayoría de los cantantes populares temas de
compromiso?
-Seguro, no estoy de
acuerdo con aquellos cantores populares que eligen el amor
como tema obsesivo, al erotismo barato, al mensaje liviano
de la canción que busca siempre el efecto del golpe bajo.
Todo eso te mueve a querer tapar el sol con la mano, porque
somos minoría los que buscamos crear conciencia a través de
la música. Muchos me van a rebatir “Sí, pero los
festivales están llenos, tal artista se cansa de vender
discos” Es verdad, también lo fue ayer, siempre existió el
problema pero los que cantaban canciones de compromiso
estaban unidos por un momento del mundo, una
ideología, tal vez un partido político. Y hoy no es así, yo
no pertenezco a ningún partido, no soy comunista pero si les
gusta etiquetar que me sitúen a la izquierda pero soy
católico, voy a misa. El problema es que los que
pensamos la música o la poesía de contenido no encontramos
la manera de juntarnos porque somos muchos que tenemos la
misma estética, que tienen una relevancia o un
prestigio fuera de juego como Suma Paz, Carnota, Perla
Aguirre, jóvenes como Claudio Sosa, Laura Albarracín, Julio
Lacarra, Mónica Abrahams, nos queremos, somos amigos pero no
estamos juntos. No sé si lograron dividirnos. En
los foros de Cosquín en estos días la gente dejaba sus
impresiones, y mucha nos extrañó, preguntó donde estamos,
claro hay otra que ni se dio cuenta. Ahora bien, los que
preguntan por nosotros deberían acompañarnos en los
recitales que hacemos en espacios chicos, comprarnos los
discos, alentarnos, los necesitamos porque hay que construir
muchas cosas en contra de los grandes medios que nos ignoran
porque no estamos “top” en las ventas pero la verdad que si
un disco mío todavía sin salir a la venta sea disco de
oro, doble platino me daría vergüenza. Menos mal que no me
llamaron para cantar en Cosquín, yo tampoco marqué el número
gracias a Dios, porque de haber cantado hubiese quedado en
algo que no me gusta, en lo que no puedo ni debo participar
Para que me den 2 o 3 canciones apuradas, y ellos puedan
cumplir con el porcentaje de música de contenido, porque es
así como evalúan la cartelera en definitiva, siempre se dan
el gusto de promocionar los artistas que les interesan.
De Cosquín me fui yo. Ya había cantado en horario radial,
televisivo o sin ellos, y en el último tiempo estaba
entrando en algo peligroso, aunque me llegaron a pagar muy
bien por dos temas, un día dije -No, no me sirve- hubiese
sido aburguesarme como hacen 15 o 20 años cantan 3 temas y
están felices. Para mí eso no le sirve a nadie. Como
yo no soy importante a nadie le interesó, pero a mí cantar
en un escenario de costado, con mal sonido, mal ubicado, mal
presentado no me hace sentir artista y yo me considero
como tal, y está demostrado porque hace 20 años que ando
cantando.
UN RECUERDO AL
MAESTRO
-Si te pregunto sobre
Orlando Galante…
-Fue mi maestro, el gran
recitador, el hombre que supo transformar la poesía en
magia, quien me acompañó en un festival a interpretar una
zamba y el público prácticamente nos bajó en andas del
escenario. Los ritmos no marcan la grandeza de la
música nacional, lo marca el contenido, si pensamos que el
horizonte nuestro lo forma una chacarera o un huayno, nos
estamos cerrando la puerta del presente y el pasado pero lo
más peligroso la del futuro. Orlando recitaba las “Coplas
para la luna “antes de que yo empezara a cantar “Luna
Tucumana”, y era la magia cuando revoleaba el poncho
despacio al terminar la obra de Moreno, como un sentimiento,
como una señal de triunfo de la poesía, de lo que significa
la luna para una persona del interior. Yo vi llorar a
mucha gente con la voz de Galante, fui parte de eso, tengo
historias que me obliga a ser respetuoso, no digo con los
fantasmas, porque suena feo pero cada vez que subo al
escenario comparto mi canto con gente prócer de nuestro
folklore que me sigue marcando este el camino no el otro.
Destino del canto es el poema que marca la definición de mi
propio destino, reúne todos los sentimientos del cantante en
la forma más pura. Entonces cada vez que flaqueo y me
pregunto ¿Vale la pena? Escucho tres minutos el poema
grabado por Galante y no dudo más… Los músicos populares
tenemos que estar a la altura de las circunstancias, el que
no lo sienta así tal vez lo pague con el peor de los
castigos, el olvido del público. Ese mismo que hoy lo mima,
le celebra las ocurrencias, es el que va a olvidar. Ahí se
empieza a cerrar la puerta del futuro. Si no queremos que
eso ocurra, para que el presente no sea tan turbio podemos
empezar a discutir y también proponer. Como la
propuesta de De mis pagos, una revista que está por afuera
de las modas, que hace el aguante económico, que sabe que al
editar está mostrando cultura al reflejar nuestras raíces.
LA
IMAGINACION ES EL LIMITE
-Fuiste un
pionero dentro de las páginas folklóricas de Internet
argentinas. ¿Cómo nace
www.raicesargentinas.com.ar?
-Es cierto, fui el primer
artista folklórico argentino que tuve página en Internet, en
esa época lo vi como una herramienta para difundir en forma
libre. Empecé de una manera casi casual, había
comprado unos compactos que conectaban a la red,
observé que casi no había páginas argentinas, una no oficial
de los Hermanos Abalos. No era como es ahora que
caminas dos pasos y encontras un locutorio donde consultar,
si no tenés correo electrónico no existís.
- ¿Quién te la diseñó?
-Yo. Tenía nociones de
diseño porque seguí tres años la carrera de arquitectura.
La primera página la puse a los ponchazos, era apenas una
biografía, mis discos y nada más. A los meses me
empezaron a llegar mensajes del interior del país pero más
del exterior, felicitándome, pidiendo información sobre
otros artistas, sobre leyendas, libros etc., cada vez me
llevaba más tiempo. Entonces me di cuenta que hacía
falta una página que informe sobre folklore en general,
entonces puse algo que se llamaba una guía informativa
www.raicesargentinas.com.ar, empezó a crecer y
desarrollarse , después vino el auge de muchas paginas
argentinas, entonces me conecté con varios artistas y
periódicamente la fui actualizando le agregué otros
servicios: postales, agenda folklórica, mitos y leyendas en
fin se convirtió en un portal o sea una puerta de mucho más
amplio contenido. La llamé Pucara producciones.
LA
IMAGINACION ES EL LIMITE
-¿Por qué elegiste ese
nombre?
-Desde siempre fue el
elegido para mis emprendimientos, pucara quiere decir la
fortaleza realizada por los indios, hecha con piedras para
resistir el enemigo. Y en realidad lo que uno hace es
resistir. Siempre estamos armando un lugar donde ir
difundiendo y defendiendo lo nuestro. Entonces armé la
www.redpucara.com.ar, o sea la división de páginas y
servicios. Tengo dos amigos que aportaron equipamiento
o conocimiento, como no tenía dinero para contratarlos, era
más fácil que seamos socios. En lugar de hacer lo de
otros artistas que tienen programas radiales yo tengo página
en Internet. En todo este tiempo pasaron más de dos millones
de personas, nuestro sistema es comunitario, la gente que se
adhiere comparte la misma comunidad. Yo sé que es una
cantidad asusta pero es real. Pensemos que todos los
que visitaron la página fue testigo de las diversas etapas
que atravesó nuestro folklore durante este tiempo.
-¿Cuáles son las
novedades para los próximos meses?
-La venta de canciones
por separado, ya funciona a nivel mundial, con un formato de
audio mucho mejor y autorizado donde el artista cobrará el
derecho por eso. A algunos artistas le parecerá odioso pero
hay gente que de un compacto le interesan 3 o temas, la idea
de Internet es que puedas comprar como antes lo hacías con
un disco simple. Simplemente te dan la posibilidad de
comprar lo que se llama track, se elige cual se quiere
comprar, se cobra por el mismo sistema. Cada día más
gente tiene computadora y grabadora, por lo tanto lo puede
bajar a un c.d común para escucharlo como cualquier disco de
audio. Yo pienso que la tecnología va a beneficio del
hombre siempre que la sepa utilizar. No olvidemos que ha
suplido la mano de obra, pero eso es función de los
gobiernos, yo creo que a las computadoras alguien debe
enchufarlas, prenderlas, arreglarlas. No hay que tenerle
miedo.
-¿Están en los planes
de Raíces argentinas o Red Pucara en este año?
- Sí, comprobamos que la
gente busca acceder a ciertas cosas que a veces se hace
difícil conseguir donde viven por ejemplo en este momento,
nosotros nos manejamos mucho con el interior del país donde
muchos artistas no están bien distribuidos, lo piden por
nuestro sitio y le llega a su casa contra reembolso pero de
la misma manera podemos hacerlo con entradas a festivales,
recitales peñas, revistas, libros y servicios en general. La
imaginación es el límite.
- ¿Cómo se rige el
derecho de autor?
-Yo me puedo llevar este
vaso, escondiéndolo entre la ropa, pero sé que no debo
llevarlo. Lo mismo es para las publicaciones de libros por
ejemplo, si te dicen que para poderlo bajar se debe pagar $5
hay que crear conciencia para que pague. Pero pensemos que
Internet no está en pañales sino en pleno parto. El único
problema es que al no tener fronteras tampoco tiene una
legislación común en diversos países del mundo.
DE MITOS Y LEYENDAS
-¿Qué proyectos o
giras tenés para este 2005?
-No tengo proyectado
cantar en festivales, se está armando una gira nacional por
lugares chicos alternativos, no por decisión propia sino por
las circunstancias. Como antes expliqué los circuitos
grandes están tomados por otro tipo de música y las
peñas o cafés culturales están bien instalados en
todas las ciudades de nuestras provincias. La tarea es
lenta, más larga, no es lo mismo cantar ante 20.000 personas
que ante 200, pero estas sé que te escuchan, hay otra
comunicación, tenés menos apuro y podes desarrollar mejor el
repertorio. Tengo confirmado Rosario, Santa Fe, Río
Colorado, Mendoza, Córdoba y Tucumán. Además estoy viendo la
posibilidad de armar 2 giras por EE.UU. y otra por Europa
dentro del circuito latino. Me contacté con los
encargados de organizar Música del mundo, la misma que
transita el Chango Spassiuk, Rudi y Niní Flores o Barboza.
Pero mi idea desde hace unos años es poder hacer un trabajo
sobre mitos y leyendas de la poesía argentina basado en un
espectáculo integral que presenté en el Foro Ghandi en el
año 2000, con la leyenda del familiar, la telesita, el
cachilo, el carau, el celestecito entre otros. Para
profundizarlo están investigando Jorge Tabares y Silvia
Pintado sobre distintas versiones de las más
representativas. Con una buena gráfica por un lado y una
multimedia dentro del CD, apuntando al sector educativo. No
sé si va a ser mi próximo trabajo discográfico, pero si va a
formar parte de mi discografía.
Quiero reiterar el deseo
de empezar a juntarnos para asumir el compromiso del
cantante, difusor, poeta, pintor o editor de afincarnos en
nuestras raíces, así reflejar la realidad de las cosas que
nos pasan como pueblo. Tener confianza en nosotros mismos y
pensar en un futuro mejor para nuestra patria grande
Aunque nos veamos
salpicado, seguimos con los mismos sueños e ilusiones, con
el mismo pensamiento y la misma ética que uno pretende para
la música y la cultura popular.
GRACIELA ARANCIBIA