Origen del vocablo
chamamé
Es ésta una determinación contemporánea - o de uso
contemporáneo - con que se determina a una de las modalidades
de la música correntina, sin que se haya logrado una
orientación definitiva.
Es posible que este vocablo haya nacido, o sea originario de
algún lugar de la región que representa; o que el pueblo lo
haya exhumado de su bagaje tradicional, donde estaba
adormecido. Acertada o no, real o ficticia la denominación de
chamamé, el pueblo aceptó la misma, y así la
difunde.
Si bien son relativos los antecedentes sobre los que pueda
basarse un análisis cierto y valedero referido a los orígenes,
de la denominación y sus implicancias, podemos remontarnos en
las paginas del tiempo, al siglo XVII; y geográficamente al
nordeste correntino, más propiamente determinado por las
orillas del Rió Uruguay. Allí, tuvieron su asentamiento las
raíces étnicas de nuestra raza guaraní (según lo que se
conoce), fuertemente influenciadas por las corrientes
jesuíticas, que en los albores del año 1600, fundaron las
primeras reducciones.
Según Emilio Noya (Diario El Litoral de Corrientes,
11/10/1973, pág.7) "Las primeras reducciones de la compañía de
Jesús, establecidas en la zona guaraníticas hacia el año 1609,
advierten sorprendidas que los aborígenes poseían música
propia y además, fabricaban instrumentos rudimentarios para
acompañar sus danzas rituales y ejecutar motivos
onomatopéyicos".
Algunos de los instrumentos mencionados por Noya, se perdieron
a través del tiempo, tal como: congoera (flauta grande
hecha con hueso); tururu (trompeta fabricada
indistintamente con asta de caña); mburé (trompeta de
tacuara); mbaracá (especie de guitarra cuya caja era de
calabaza y constaba de cinco cuerdas); guatapú (bocina
para atraer los peces); mimby (flauta de tacuara,
similar a la quena); ectc. ; cuyos antecedentes llegaron hasta
nuestros días, únicamente a través de las obras de algunos
musicólogos.
El cordófono (arpa) también se perdió en el tiempo, y
actualmente, es utilizada casi con exclusividad en la
República del Paraguay.
Otro producto del ingenio musical guaraní, fue el que emulado,
habría llegado a ser el acordeón que en 1829 perfeccionaron
Damián de Viena (quien fue el primero en patentar un acordeón)
y Sir Charles Wheatstone, creador de los bajos. Sucesivamente
aportaron reformas al instrumento, C. Buschmann y Bussón, en
1840.
Consideramos que el instrumento guaraní indicado, se trataba
de una caja de madera con agujeros a la cual se le insuflaba
viento por un sistema de fuelle manual; copiado del fuelle a
pedal del órgano y similar al usado en la fragua, ambos
elementos introducidos en la cultura guaranítica por los
jesuitas.
Los sonidos de dicho instrumento, se lograban tapando
destapando con los dedos, los agujeros de la caja; en actitud
similar a la digitación que actualmente se realiza con los
botones del acordeón.
Apoyamos nuestras consideraciones (que creemos de fundamental
importancia, por cuanto arrojarían la luz necesaria sobre los
orígenes del acordeón), en las siguientes citas: "
......Yapeyú, no sólo llegó a ser un gran emporio musical, por
la escuela musical que allí se fundó, sino también por haber
llegado a ser el gran taller de toda clase de instrumentos
musicales: órganos, arpas, violines, trompas, cornetas, y toda
clase de instrumentos musicales eran allí fabricados con
singular destreza y exportados a las reducciones indigenas y a
las ciudades de los españoles". Padre Furlong (Músicos
Argentinos, p ág. 73 y 74).
"...En varias reducciones existen, hoy día, maestros indios
que saben hacer de la vibrante madera de cedro un arpa de
David, clavicordios, chirimías, fagotes y flautas; mis
herreros han aprendido a fabricar los taladros que se
necesitan para hacer las aberturas acústicas de los
instrumentos de viento". Padre Antonio Sepp. Yapeyú . Año 1691
(Continuación de las labores apostólicas - pág. 137).
Así como la raza guaraní tenía su música propia y fabricaba
sus propios instrumentos musicales (algunos de los cuales
trascendieron perfeccionados), también los guaraníes tenían su
especial denominación para sus danzas; ya fueran estas
religiosas, guerreras o alegres.
Al sonido musical lo llamaban
pú, y a la música mbaepú; y a la acción de ejecutar,
mbopu; al canto
lo llamaban purajhei y a las danzas en general, la
denominaban yerokï, con todas las derivaciones y
alcances del vocablo.
Referente a estas denominaciones existe gran variedad de
opiniones respecto a los orígenes del vocablo chamamé.
Así, se conocen expresiones tales como: che ama mí; che amoa memê;
che aimê amemê; che amamê aimê;
che memê; che amô amemê; ñamo chamamê namê;
che amamê; che amapê; etc.
Isidro Mario Flores en su diccionario de la lengua guaraní,
dice: "Chamamé, nombre de un pueblo formado por
una de las tribus de guaraníes a la que erróneamente se les
dice Charrúas".
Según el historiador Manuel Florencio Mantilla, "... no es
así, sino chacha o chana, esta tribu habitaba
sobre la costa del Uruguay. En esta población fue descubierta
esta música (chamamé) por los jesuitas y que, a
raíz de los aborígenes quiere decir en el conjunto o en el montón de los
cha o chana.
Don Alejandro Miranda de Saladas (Corrientes), indica: ".
Bianchetti, profesor de guaraní, me explicaba que el chamamé se originó en la frontera de Corrientes y
Brasil".
En este sentido, el profesor Juan de Bianchetti, profundo
conocedor y estudioso del idioma guaraní, afirma. haber
comprobado personalmente que la tribu kaiguá de Santa
Catalina-Brasil (que en un tiempo habitó parte del territorio
de Corrientes y Misiones), canta y baila una danza llamada
chamamé , que tiene el mismo ritmo melódico y
desplazamientos coreográficos de nuestro baile , acompañándose
con una especie de tambor redondo y alargado, una flauta de
tacuara de cinco agujeros y una guitarra de cinco cuerdas,
llamada también mbaracá, como la nuestra.
Al determinar la formación de la palabra
chamamé,
dice el profesor Bianchetti que la misma tuvo su origen en la
frase che amoa memé, que significa decir doy sombra
a menudo o constantemente. Es importante destacar la
natural formación de las palabras, ya que en todos los idiomas
conocidos, se forman por tres figuras o principios: aféresis,
síncopa y apócope, consistentes en la supresión de letras al
principio, en el medio y al final de la palabra,
respectivamente. Así, por ejemplo che amoa memé, por
síncopa: ch-am-a-mê, teniendo en cuenta que los sonidos
fuertes absorben a los debiles; la e de che la
o de amoa y la primera me dé memê.
Chamamé significa enramada.
Con estos y otros estudios se define la modalidad del
chamamé, que según Bianchetti..."refleja las melodías
de la naturaleza con suave sonoridad y brusca transición; el
suave susurro de la brisa entre el follaje y el bramar de las
tempestades al azotar los gigantescos arboles de aquellos
milenios. Y este contraste se refleja en el ritmo de su danza,
con las mismas características que la música va señalando.
Todo traducido fielmente de la naturaleza que plasmó también
en el alma, el espíritu y el yo del aborigen guaraní." Por
esto Bianchetti sostiene que el nombre nació con la música.
"El
chamamé - dice - es el nombre originario de
la música y el baile guaraní, que para honor de nuestras
tradiciones, se ha perpetuado en Corrientes. Aparentemente es
denominación contemporánea por causa de la extranjerizante
modalidad de perseguir todo lo guaraní - que se practicó desde
la conquista.
Hasta hace poco, hasta la palabra chamamé se fue
olvidando; pero como la música supervivió en el alma del
pueblo, transaron los persiguidores en disfrazarla con el
nombre extranjero de polka.
"Antiguamente se conocía por
polka kireí a la polka
movida o ligera, siendo la música que más gustaba al pueblo,
que no del todo conforme con la palabra polka (o tal
vez por ancestrales impulsos), se satisfacía con el aditamento
de kireí (brioso). A esta música de ritmo ágil, viril y
contagioso, también y más comúnmente se la denominaba Ramada o ramada vi (en las enramadas); queriéndose
expresar o denominar así a la música más auténticamente
campesina o camperiña, la que no se realizaba en
salones (ni en los corredores, siquiera), sino monte adentro o
campo afuera, bajo las enramadas. Por eso tenía y necesitaba
ese ritmo montaraz y brioso, Por todo esto es posible, que
chamamé (enramada) haya sido la única y verdadera
denominación de la música y danza guaraní , que el uso y las
costumbres convirtieran en ramada vi -denominación que
conservó y mantuvo a pesar de la palabra polka - para
volver con el tiempo a la primitiva denominación de chamamé, vocablo este que el pueblo conserva en el
escapulario de sus tradiciones" .
La estudiosa Olga Fernández Latour de Botas, en un artículo
aparecido en La Nación - Buenos Aires, 1979 - con el
titulo Origen del chamamé, dice entre otras cosas:
"...Pues bien, en la pág.59 de esta original publicación que
arrecia la dura sátira contra el padrecito de la Santa
Furia, se lee lo siguiente: "Y por qué diablos, siendo tan
hombre mi pai Francisco ¿No tiró s.p por la carrera de
las armas? ¡Qué arrogante soldado de brigada hubiera v.p.
hecho en la real marina española! ¡Que se viniesen entonces
v.r. con agachadas los contramaestres, guardianes, maestres de
víveres, calafates y demás guapetones del rancho proa! Ya me
parece que lo veo destripando a unos, cruzándoles a otros la
cara, bailando un chamamé encima de la cabeza de
alguno y echando sobre aquellas cubiertas de Dios por esa
boquita que debía estar engarzada (más que sea en plomo
derretido, digo si no le incomoda a v.p.) más serpientes,
culebras y sapos que los que hay por esos chircales del
mundo.(Esto ha sido entre paréntesis mi P. y perdonen el
rampujen)"...Ésto fue publicado en Buenos Aires, el sábado 17
de febrero de 1821. Aún no había llegado la polka como
música ni como baile. No se trata de referencias etnográficas,
ni de un cuadro correntino, sino de una imitación del habla
rural de los alrededores de Buenos Aires. Allí aparece el
chamamé, y ya es un baile.
...Por su parte , Porfirio Zappa en su libro
Ñurpi-Por el
campo correntino, indica: "...han sido muchos los
estudiosos que investigaron el origen de la palabra chamamé . Algunos afirman que es un vocablo oriundo
del Paraguay , con el que se quiere significar "cualquier
cosa" , o "cosa hecha como quiera como venga". Sin mayores
pretensiones o en forma intrascendente, otros sostienen que la
palabra tuvo origen en la conocida expresión (también de
origen paraguayo), che ama mi, que significa en sentido
amoroso "mi amiga", "mi ama" o "mi dueña".
También se da la palabra
chamamé como originada
por la expresión che memé, que quiere decir "siempre
yo" o "yo constantemente".
Sobre este tema, Vicente Gesualdo en su libro
Historia de
la música en la Argentina, pág.,357 , dice: "...Queremos
destacar en esta líneas, dedicadas a la música en Corrientes,
un hecho que, a nuestro juicio , tiene una singular
importancia en el nacimiento de una tradicional danza
Argentina. Se trata de la Polka Correntina. Sobre esta
pieza musical, el 12 de Mayo de 1878 La gaceta musical
anunció la aparición de la polka querida por todos, del
compositor correntino Joaquín A.Callado, editada por la casa
F.G.Hartman, y decía el comentario: "La polka mencionada sé
distingue por su estilo originalísimo, que quisiéramos llamar
habanera-polka, porque sin ser el ritmo de la polka
tradicional, ni tampoco el de la danza habanera ; el autor ha
sabido amalgamar con habilidad y acierto, estos dos ritmos
característicos creando sobre estas bases un baile muy
interesante que responde enteramente al gusto de nuestra
nación".
El historiador correntino Emilio Noya, en un artículo
aparecido en el diario El Litoral de Corrientes,
menciona: "...la primera pieza (peregrina denominación con la
que fue inscripta), en la Sociedad Argentina de Autores y
Compositores (S.A.D.A.I.C) data del año 1930. Sus autores eran
Diego Novillo Quiroga y Francisco Pracánico. Se trata de Corrientes Poty (La Flor de Corrientes), según consta en
un disco de la época del celebrado cantante Samuel Aguayo. La
creación del nuevo rótulo obedecía, según manifestaciones del
citado interprete, al deseo de congraciarse la casa grabadora
R.C.A.Victor con el público correntino, principal comprador de
sus placas impresas. De modo inusual y respondiendo a
intereses exclusivamente comerciales, tuvo origen el chamamé. Pronto concitaría la atención de
investigadores y estudiosos, sosteniendo algunos que se trata
de una variante o arreglo de la música paraguaya adoptada por
sectores del bajo fondo social."
"Mientras lo excluyen del escenario tradicional - continúa
opinando Noya - soslayan el antecedente incierto de la música
guaraní, que remonta del año 1855, en oportunidad de visitar
Asunción del Paraguay una orquesta integrada por zíngaros y
polacos traídos por Madame Lynch. El repertorio de polkas,
valses, zardas y mazurcas, encontró cálida acogida en el
pueblo, que lo hizo suyo con ligeras modificaciones,
llamándolo polka canguí, polka sirirí, kireí
, etc. Finalmente , circunscribir el tema a una cuestión
meramente social , desnuda el superficial razonamiento de ese
minúsculo grupo".
Evidenciando el esfuerzo por marcar una línea definitiva hacia
los orígenes paraguayos del vocablo chamamé y
sus implicancias, Emilio Noya cita a Anselmo Cover Peralta y
Tomás Osuna (oriundos del Paraguay), quienes en su diccionario
español-guaraní, guaraní-español (editado en 1950), si bien
coinciden en la versión referida a la traducción del vocablo,
indicando que el mismo quiere decir "enramada", "corredor",
"lo que se hace desordenadamente", "sin planes ni métodos",
demuestran un total desconocimiento y evidencian un exacerbado
patriotismo cuando afirman que chamamé es el
nombre de una temática musical de ciertos aires correntinos,
inspirados en la música paraguaya.
Reafirmando la definición de su línea, por ultimo, Noya
determina lo siguiente: "....personalmente me adhiero al
concepto del Dr. Nicolás Zervino (versado guaranista cuya obra
permanece inédita), quien sostiene que el término chamamé pertenece al léxico bilingüe paraguayo,
negando así toda relación con el que se habla en Corrientes."
Si bien debemos destacar la igualdad de criterios con trabajo
de recopilación y búsqueda de los antecedentes etnóficos
referidos a los instrumentos guaraníes del siglo XVII
realizados por el historiador Noya, no podemos menos que
sentirnos desilusionados en lo que que hace a la posición que
el mismo (y algunos otros) fijan sobre los orígenes de nuestra
música y su denominación.
En la contemporánea búsqueda de la etimología de la palabra
chamamé, encontramos una diversidad de opiniones,
tales como las de Julio Víctor Visconti, Ricardo Suárez,
Gualberto Meza, Julio R.Chapo; éllos dan acepciones como estas
: che aimé amamé (yo estoy en la lluvia), che memé
(siempre yo), che amamé (a mi amada, che amapé
(a mi amada), che amó amemé (doy reparo constantemente
o a menudo).
Hay quienes atribuyen a Samuel Aguayo la expresión
Ñamó
chamamé mamé (vamos a tocar así nomás), hecho éste
ocurrido durante un ensayo del recordado conjunto de Emilio
Chamorro, del cual Aguayo formaba parte.
Finalmente, definiendo nuestra posición al respecto, creemos
desacertados aquellos que han gastado sus esfuerzos y fijado
sus posiciones deteniéndose en la superficialidad de la
búsqueda etimológica del vocablo chamamé, sin
entender que las verdaderas raíces están en la profundización
etnográfica de los guaraníes y nuestra música.
De allí por ejemplo, nuestra desilusión en la posición
sustentada por el historiador Noya, quien por una parte
reivindica para nuestros ancestros la existencia de su propia
música e instrumentos (algunos de estos originados en nuestra
cultura, exportados a la Europa medieval y conquistadora,
perfeccionados allí e importados a nuestra incipiente Nación,
un siglo más tarde) y luego deriva dichos orígenes (de la
música) a la vecina República del Paraguay.
Consideramos también un verdadero dislate aquellas versiones
contemporáneas que definen a la expresión chamamé
como "de cualquier manera", "cualquier cosa" y/o"hecho
desordenadamente"(o similares), por cuanto antecedentes que
brindamos en este mismo trabajo determinan fehacientemente que
chamamé era la denominación de un baile o danza
trasladado al Buenos Aires colonial (ver cita de Olga
Fernández Latorur de Botas-"La Nación-Bs,As.1979), mucho antes
de que en 1850, algunos europeos recrearan estos ritmos
"briosos" en la capital Paraguaya.
La misma consideración le cabe a la versión que da como
creador del nombre de nuestra música, al cantante Samuel
Aguayo, oriundo del Paraguay.
Parte del bagaje histórico de nuestro
chamamé
alcanza, en una determinada época, una profusa difusión
nacional pero con absurdas distorsiones impuestas por
criterios netamente comerciales. Hacia la década del 40 , se
produce un movimiento de repulsa encabezado por conocidos
cantautores; éllos, en su afán de preservar la esencia básica
de nuestra música, intentan recrearla con nuevas
denominaciones; éstas, finalmente, son desaprobadas por el
gusto popular. Citamos como ejemplos a :
Osvaldo Sosa Cordero (Campera); Pedro Sánchez (Letanía)
y Cholo Aguirre (Litoraleña). Lamentablemente, algunas
distorsiones se mantienen popularizadas en la actualidad.
Compartidas expresiones de
un chamamecero, el padre Julián Zini
"...El
chamamé es una hermosa forma de vivir.
¿De dónde viene esa forma de bailar de nuestra gente de campo,
que no tiene ni academia ni modelo? Cuando tratamos de
indagarlo, descubrimos que nuestra área cultural se ensancha,
que Corrientes es centro de un fenómeno que se extiende al
Uruguay, al Brasil y al Paraguay."
"Nuestro pueblo - arriesga el Padre Zini - tiene un misticismo
religioso, une la danza con el rezo, perdura fuertemente
ensamblado por la cultura aborigen y lo metódicamente enseñado
por las misiones durante 150 años".
"Los que estamos en esto - aclara - no queremos arrogarnos el
papel de investigadores; somos rastreadores y no por gusto
sino por necesidad. Arrancamos de una exigencia primera, la de
ser nosotros mismos. Cuando en el rastreo descubrimos
elementos serios que nos reencuentran con la vida.
"¿Qué es el
chamamé?- se pregunta el Padre Zini
- yo diría que es una expresión cultural que trasciende la
música. Es danza. Es expresión personal y colectiva. Cuando
alguien puede expresar el sentimiento de todos en la música ,
en la letra, entonces brota el sapukay, atenazado en el
alma".
Con este criterio, Zini aporta los valiosos interrogantes
poéticos.
¿De qué remoto pasado? ¿De dónde esta fuerza lenta?
¿De qué sepultado imperio? ¿Qué se va agarrando al suelo?
¿De qué pueblos incendiados? ¿De dónde esta gallardía ,
le viene este sortilegio? ¿Qué tiene bailando..el mencho?
El Chamamé: danza de
pareja enlazada.
Antes de adentrarnos en los detalles de las danzas y
atuendos típicos correntinos, debemos aclarar que al respecto,
no han quedado rastros lo suficientemente claros en las
historia de nuestra cultura guaraní. Por ello, nos versamos en
lo que a nuestro juicio, es lo más puro que ha trascendido a
través del tiempo.
El chamamé es una danza alegre y animada. El
bailarín y la dama tienen en él, la oportunidad de lucir toda
su habilidad y destreza si quieren o pretenden efectuar todos
los pasos de baile, cambios de figuras, zapateos y largadas.
El bailarín debe seguir con gran atención la ejecución de la
música, para ir adaptando a ella los adornos de su danza.
Vale decir que el buen bailarín de
chamamé
inicia el zapateo cuando la música se presta a ello, realiza
sus figuras y larga a la dama en sus floreos, solamente ante
la invitación y/o sugestión del ritmo con sus distintos
pasajes o matices.
El correntino jamás cambia de paso o de figura a destiempo y
hasta su sapukay (festejando el final de una destreza)
es siempre oportuno y concordante con los compases que marca
su danza.
Por su parte, la dama se dedica fundamentalmente a efectuar el
acompañamiento de la creatividad coreográfica de su pareja,
realizando moderados requiebros de hombros y cintura, de
acuerdo con la cadencia del ritmo que se baila.
El chamamé es una danza de "pareja enlazada",
porque el caballero toma con la mano izquierda la derecha de
la dama, a la que mantiene a la altura de su hombro o apoyando
en su cintura, mientras que con su mano derecha la toma de la
cintura o de la zona media de la espalda. La mano izquierda de
la dama se apoya sobre el hombro derecho del caballero. Ambos
quiebran sus cinturas para juntar las partes superiores de sus
torsos. Entrecruzando sus cabezas hasta quedar mejilla con
mejilla o reclinar su cabeza en el hombro de su acompañante.
Esta danza no se rige por una determinada coreografía de
conjunto, lo que da ocasión de lucimiento a creadores de paso
y figuras.
Pasos característicos del
chamamé
Trancado o trancadito: es el paso se realiza
adelantando el pie izquierdo acompasadamente, apoyando el
cuerpo sobre el mismo, con un leve requiebro. Por su parte el
pie derecho se aproxima al izquierdo, apoyándose en "media
punta", conformando así la denominada trancada o
trancadita . Luego, con una doble flexión de rodillas, se
eleva el cuerpo hasta lograr la posición original para
recomenzar el movimiento cambiando el pie.
Durante todo este movimiento el bamboleo del torso a izquierda
y derecha, va marcando el compás de la música.
Arrastrado o
quebrado: Este es un paso de
raigambre en la zona central de la provincia de corrientes
(Mercedes, Curuzú Cuatiá, etc.). Este movimiento comienza
deslizando el pie izquierdo hacia delante en forma de
semiovalo , realizando al mismo tiempo una gran flexión de
rodillas que permite la caída o "zambullida" hacia delante,
con todo el cuerpo. Luego, el pie derecho se arrastra de igual
manera buscando al izquierdo, permitiéndose así recobrar la
verticalidad del cuerpo con cadencia y suavidad. Una vez
llegado a la postura original los bailarines quedan detenidos
por una fracción de segundos, como "tanteándole" a la música
antes de sacar el otro pie para realizar la misma figura hacia
el otro lado.
Ritmos característicos del
Chamamé
Kireí (Brioso): Este es un ritmo vibrante que permite
el lucimiento del zapateador. Existen dos estilos típicos para
bailarlo. Uno es zapatearlo del principio al fin. El otro, es
alternado el zapateo con los pasos del baile Trancado o
Arrastrado, en cualquiera de sus modalidades.
Cangüí (Lento-cadencioso): Este ritmo por su lentitud
no permite prácticamente el zapateo. Además, es la suavidad de
su melodía y la cadencia de su música, lo que permite que se
haya constituído (junto al rasguido doble), en el ritmo ideal
para efectuar las conquistas amorosas del paisano. Aquí se
entremezclan indistintamente los pasos de baile
característicos enunciados anteriormente.
Zapateo característico del
Chamamé
Todo zapateo es contestado por otro bailarín y su pareja. Esto
es necesario, por cuanto si fuera una sola pareja la que
zapateara, pasaría a ser el "dueño del baile". Una de las
figuras del zapateo consiste en la largada de la dama.
Ésta se realiza cuando el caballero la suelta del brazo
derecho con el que la tiene enlazada, quedando los bailarines
separados, pero nunca totalmente (pues el varón siempre queda
tomando a la dama con su mano izquierda), a tal punto que
terminada la pieza musical, los bailarines gritan cola
o cola jué (equivalente a "bis" u "otra"), cuyo
significado obliga a cada bailarín a retener a su dama tomada
de la mano, porque los músicos tienen la obligación de repetir
la misma pieza de inmediato. En la largada, la dama se
toma la pollera con la mano izquierda, sin mover el brazo y
sostiene así su prenda sin agitarla (no como erróneamente
hacen algunos bailarinas) .
Tipos de zapateos
Las formas comunes son :
parara, taconeo, cepillado
o escobillada y tacatataca.
Parará: es el zapateo que se realiza con los dos pies,
en acción de repique acompasado y con variaciones de ritmos y
modalidades, de acuerdo con la habilidad de cada bailarín. El
pie golpea de plano, siendo el derecho por lo común el que
acentúa con mayor eficacia. El zapateo se desarrolla en el
mismo lugar o desplazándose hacia distintas direcciones pero
siempre acompañando a la acción el requiebro, pudiendo soltar
o no la dama, que sigue al compañero en las contorsiones de la
figura.
Taconeo: se efectúa con un solo pie o talón. Es lo que
comúnmente se denomina picada. Esta forma de zapateo da
mayor lucimiento a las parejas, que suelen seguirse o imitarse
en el taconeo. Cuando se realiza el taconeo con deslizamiento
hacia un costado, recibe el nombre de Yrivúchicá chica
("chicada de cuervo")
Cepillada o escobillada: se denomina así el zapateo
figurado. Se realiza con un pie, con el que se simula cepillar
o escobillar el suelo o los pies de la dama. Esta forma de
zapateo puede realizarse con desplazamientos hacia uno u otro
lado de la pista o cancha de baile .-
Tacatataca: se realiza con los dos pies,
ta
(izquierdo) cata (derecho) ta (izquierdo), ca
(derecho). El bailarín, al realizar este zapateo, va
armonizando sus contorsiones con los golpes del pie. Con esta
figura hace el bailarín sus desplazamientos con giros y
contragiros soltando la dama, haciéndola girar o bien
enlazados, donde se desplaza de un lugar a otro.
El floreo de la dama
Se denomina floreo al complemento de la dama en los
distintos tipos de zapateos. Los realiza con dos
características: el escobilleo y la chicadita.
En estos dos estilos, tanto en los tramos enlazados como en
largadas, el movimiento del cuerpo se encarga de producir
efectos en la pollera, por lo cual la misma debe ser sujetada
como se indicaba anteriormente, evitándose así exageraciones
que rayen en la grosería.
Escobilleo: se realiza generalmente con el pie derecho
y con el izquierdo se marca al compás. El derecho en media
punta adelante, el izquierdo se apoya con toda la planta del
píe, luego el derecho se desliza en media punta hacia atrás y
así sucesivamente.
Chicadita: es similar al escobilleo, con la
diferencia de no llevar adelante ni atrás el pie derecho;
simplemente acompasarlo al lado del pie izquierdo en media
punta, como si se estuviera rengueando, a efectos de tener
mayor libertad de su compañero en los desplazamientos.
Chamamé con
relaciones
Es una forma de matizar la danza con el atractivo relevante,
dado por el ingenio del correntino para la construcción de
cuartetas (relaciones) de las formas más picarescas y audaces.
Después de haber dado una vuelta a la pista los bailarines, la
música se deja de ejecutar, debiendo la pareja ubicada más
cerca de los músicos decir sus relaciones. Es allí donde
comienzan la palabras y dichos intencionales en la rueda de
mirones que, con expectativa, reciben lo que manifiesta el caballero.
En la esquina de mi casa tengo una mata de ortiga , ¿porqué será que esta china va escondiendo la barriga? |
Luego de otra vuelta de danza
se corta nuevamente la música para que conteste la dama
, que en el momento preciso contesta:
Señor fulano de tal como la flor de ombú fíjate por tu barriga como andan los tungusú (pulgas) |
Todo esto es festejado con
algarabía por los protagonistas y la concurrencia, desde la
cual nunca falta un comedido que en contrapunto de dichos
acuda en apoyo o burla intencional y así se desarrolla esta
danza hasta finalizar con la ultima pareja que expone sus
relaciones.
El rasguido doble o
ragido doble (Danza de pareja enlazada)
Es una danza de melodía cadenciosa con movimiento de
sobrepaso. El desplazamiento que se realiza al bailar es de
paso repetido o superpuesto.
El rasguido doble no tiene figura ni
largadas, nunca se
zapatea en el desarrollo del mismo. Es la danza que aprovechan
bien los enamorados para asegurar su conquista al compás de un
baile lento y acompañado, que facilita el diálogo y la
compenetración de los afectos.
...Porfirio Zappa en su libro
Ñurpy (pág. 27) dice
sobre esta danza: "Esta modalidad es la única variante real
que ofrece el chamamé como música y danza; fue
originada en la región del río Uruguay, en el norte de esta
zona se la conocía con el nombre fado (por influencia
Brasileña) y en el sur del Litoral dice que su acompañamiento
se asemeja a la milonga Bonaerense", complementando Zappa este
comentario con lo siguiente:
Bailando de sobrepaso Se acercan los corazones Prolongándose el abrazo Maduran las intenciones. |
El rasguido doble es un
ritmo del litoral argentino con una profunda raíz africana.
Toda la cultura negra que paso por aquí esta latente en
su estructura única e inconfundible. en esta medida de
Rasguido Doble se han compuesto grandes obras
como ( puente pexoa: de Transito
Cocomarola y Armando
Nelly ; El
Rancho ·e la Cambicha:
de Mario Millan Medina que interpretado por Antonio Tormo
vendió en el año 51, 4 millones de placas) y
que han expresado a nuestro pueblo y su entorno con precision
y belleza. Si
las nuevas generaciones de interpretes y compositores
compusieran canciones
con la fluidez de este ritmo, cumpliría dos funciones
fundamentales en el
lenguaje artístico de un pueblo: expresarse con su propio
sonido y preservar
la vida de las especies musicales que la representan.
El Valseado: danza de
pareja enlazada. (individual y conjunto)
El valseado es una danza popular de corrientes,
siendo un remedo alegre de vals, la capacidad creadora de su
gente posibilitó la incorporación de figuras, zapateo y
relaciones.
En el valseado se realiza un zapateo de características
muy particulares, que es el acompasado con la música y
de acuerdo con la habilidad de bailarín, que va conformando
sus figuras en forma indivual y espontánea.-
Las parejas actúan libremente o en conjunto, donde están
dirigidas por un bastonero que recita el desarrollo del baile
en forma antojadiza, dándole a este mayor animación y colorido
con la inclusión de las relaciones, las cuales pueden ser de
aire picaresco o amoroso.
No existen los valses o valsesitos correntinos, como algunos
intérpretes confunden. Solamente se conoce el valseado,
siendo las composiciones populares o de autores anónimos,
carentes de títulos y de letras o de versos correspondientes y
se lo ejecuta indistintamente para la danza y el canto.
Según el libro
Manual de danzas nativas, el valseado
que se titula El encadenado es una danza creada por el
músico correntino Osvaldo Sosa Cordero y ha sido publicado en
1950 por Ediciones Musicales Tierra Linda, de Buenos Aires
(Casa Korn); además aclara el autor del manual:..."Me informa
el señor Sosa Cordero, que para preparar la coreografía se
basó principalmente en algunas figuras tradicionales con que
se estiló bailar el vals en la Provincia de Corrientes"
(pág.238)
Bailanta
La bailanta es una reunión de músicos y danzarines
cuya auto convocatoria se realiza en forma imprevista y
espontánea.
Los usos y costumbres impusieron también el nombre de
bailanta a las celebraciones santorales, familiares
(casamientos, compromisos, cumpleaños, etc.), patrias o una
yerra y /o doma. La anunciación de estas reuniones (que
aún hoy continúan realizándose) se extiende de boca en boca
por varias leguas a la redonda, desde varios días antes.
Todavía hoy, el mencho asiste a estas reuniones con sus
mejores galas típicas, no así la mujer, que cambió su
autenticidad por la elegancia moderna.
Atuendos típicos Correntinos
De acuerdo a los lugares de asentamiento , como así
también a los distintos acontecimientos y vivencias ; las vestimentas del paisano tienen las siguientes
características:
Zona ganadera : en esta área, la indumentaria se
compone de bombacha, generalmente de colores oscuros y de un
solo paño.
Por su parte, la camisa es de algodón, de traza lisa de
colores semi -oscuros, predominando los marrones y los azules.
El pañuelo también es de algodón, diferenciándose sólo por el
color de su divisa política (rojos y azules). La faja es tipo
vasco. Su color guarda directa relación con el pañuelo
y nunca es listada como trata de imponerse por la influencia
de intereses foráneos. Sobre la faja luce el ancho cinto de 2
ó 4 hebillas para realizar las faenas cotidianas y con rastra
en su atuendo para fiestas. El mencionado cinto se distingue
de los utilizados en otras regiones por el uso de la revolverá,
guayaca(a modo de monedero) y guarda
-documentos o papeles.
El cuchillo lo coloca sobre el lado derecho de la cintura y en
la parte posterior de la misma, aprisionándolo entre la faja y
el cinto; es un elemento de trabajo que acompaña con la chaira, elemento que sirve para sacarle filo. Sobre la
bombacha acostumbra a llevar el llamado guardamonteo montera, que como su nombre lo indica, sirve para
preservar del monte la ropa de labor. Su confección es muy
sencilla: se emplean dos paños de lonetas de forma
rectangular, superpuestos unos 10 centímetros en la cintura,
con una cinta del mismo material, del largo que permita
sujetarla al cuerpo. Abierto los paños hasta la altura de las
rodillas, donde comienza una costura del largo de la pierna ,
con cierta amplitud hasta los tobillos; allí se ata
nuevamente. Sobre el guardamonte o independientemente
de él, calza las clásicas canilleras, hechas también de
lonetas y de forma rectangular, del largo de la pierna y hasta
la rodilla aproximadamente de medio metro de ancho, de modo
que dé dos vueltas a la pantorrilla. La canillera se
sujeta mediante un primoroso trabajo en lana, a modo de
correa; de su extremo penden borlas que reafirman su color
partidario. Complementa el atuendo el viril capí bará
(cuero de carpincho hecho tirador) ; esta prenda tiene
doble finalidad: a veces se lleva arrollada al costado de la
cintura para tirar el lazo, evitando que tan dura tarea
lastime la cadera. De ahí el nombre de tirador.
Otras veces, esta prenda cuelga airosamente de la cintura a
los pies; entonces los flecos de la misma producen sostenidos
sones de "bajo", cuya finalidad es la de asustar a los
animales y de esta manera, sacarlos de un brete a otro en los
corrales. En esta tarea acompaña la musicalidad de la espuela
mesopotámica con carácter netamente correntino, pigüelo largo
de hierro por lo general con dos chapitas circulares (llamadas
guardapolvos), que encierran las rodajas de 10
centímetros de diámetro, cuyos bordes terminan en agudas púas
de cinco clavos usados por los domadores; o bien por un
redondel profusamente estrellado. Las espuelas se aseguran al
empeine con tiras de tiento. Su infaltable rebenque o guacha enana, el poncho o ponchillo de tipo vicuña o
también de los colores de su divisa partidaria. Para este
atuendo el paisano se calza con alpargata . Las
características del sombrero son: copa chata y redonda, el ala
varía desde los 6 a los 10 centímetros, indefectiblemente de
paño de color negro (no de otro color), el barbijo de finas
tiras de cuero o lana, cuya terminación complementan pequeñas
borlas de color partidario, color que también lleva la cinta
con la que veces se remplaza el cintillo del sombrero.
Al sombrero lo llevan en forma recta o quebrada el ala sobre
la frente.
Otras zonas: En otras áreas de la provincia son muy
pocas las variantes en este atuendo de trabajo. Puede llevar o
no las canilleras y la montera o prescindir del tirador y las
espuelas, según las tareas a realizar. El sombrero es quizás
el elemento más indentificatorio de las diferentes zonas; así
tenemos que en la costa del Río Uruguay y zona central se
utiliza el sombreo de ala ancha (de 10 centímetros) y
hacia el oeste, cruzando el Río Corrientes, se usa en mayor
proporción el sombreo de ala angosta, de 6 a 8
centímetros de ancho.
Variantes domingueras y para días de fiestas
En estas oportunidades el paisano usa bombacha que causa
admiración. Son de una una amplitud inmensa, disimulada en
pequeñísima tablas (de 30 a 50 en cada pierna) repartidas en
los paños anteriores y posteriores. Los colores más usados son
el negro, marrón, azul y, en menor proporción, el blanco. La
camisa, por lo general, es blanca y lisa.
El cinto es de cuero de carpincho o cuero curtido, con los
mismos aditamentos que para el uso diario . También hay cintos
de otros cueros pero siempre con las misma características. La
diferencia fundamental se da en la rastra, que luce en la
parte central de la cintura. Ésta se sujeta al cinto por medio
de 6 cadenitas de plata o metal blanco, terminadas en botones
del mismo material. Si no lleva rastra, tiene como adorno una
hebilla grande que se extiende a todo lo ancho del cinto (de
plata o metal blanco con sus iniciales) o con cuatro hebillas
como uso diario. Las partes metalizadas pueden llevar
incrustaciones de oro. El tirador es de ciervo, aunque de uso
poco habitual . El pañuelo es ancho, de seda y colocado en
forma triangular, que llega hasta el medio de la espalda; con
sus iniciales bordadas en las puntas o anudado al frente en la
forma tradicional. El sombrero es el mismo, siempre de color
negro , adornado el barbijo con apliques y correderas de
plata.
El calzado también se constituye en otra de las grandes
variaciones del atuendo fiestero. En lugar de la tradicional
alpargata, se usan botas de caña altas y duras (denominada por
los lugareños granadera), levemente corrugada en los
tobillos, generalmente de color marrón y con menor profusión
de color negro. Esto en lo que hace la zona ganadera; cruzando
el Río Corrientes, se usan botas de caña no muy alta, que
sobrepasan la media pierna, lisa, generalmente negra.
Completan este atuendo el poncho o ponchillo con el color de
su divisa partidaria, puesto sobre la espalda o tirado sobre
el hombro izquierdo o colocado en bandolera; el cuchillo y su
guacha enganchada en él. Un agregado caté (gente
de mejor condición social) es el saco cruzado con cuatro
botones, de color similar a la bombacha, formando traje.
Vestimenta de la mujer
Se compone de blusa, enagua y pollera. La blusa puede ser
de color blanco o con su estampado de motivos chicos y
realizado en variados colores. Las características son: un
amplio volado en el cuello, mangas hasta el codo con
terminación de puntillas, igual que en el cuello (la puntilla
a veces es remplazada por la misma tela trabajada). La falda o
faldón, se usa indistintamente dentro dentro o fuera de la
pollera; también puede ser una blusa más sencilla, sin adorno,
solamente con cuello y mangas hasta el codo.
La pollera es amplia y está confeccionada en tela de algodón
de colores intensos, lisos o floreados, con un ancho volado en
el ruedo, cubriendo casi toda la pantorrilla.
La enagua o
bajo es de tela de algodón, muy amplia y
con apliques de puntillas realizadas a mano. Se utiliza para
armar la pollera.
La dama se calza con alpargatas o zapatos con presilla en el
empeine y tacones.
Por último, la dama va peinada con dos trenzas, sujetadas con
cintas en las puntas, que al igual que su pañuelo de cuello
(no siempre utilizado), son del color de la divisa partidaria.
Corrientes
Tierra fecunda, de riberas naturales, que canta y baila
desbordada de rió y luna y la imagen creadora en el alma de su
gente.
En esta tierra bendita de auroras transparentes y atardeceres
recónditos, donde basta el murmullo de sus ríos y lagunas y el
rumor de sus montes, el aletear de sus pájaros, para objetivar
sensaciones, en el espíritu nativo.
Aquí todo es música y verso, en la expresión determinante de
hombres, mujeres y paisaje.
Aquí la humilde lavandera y el paciente pescador hacen suya la
acostumbrada y permanente melodía del río. El sapukai
de los hacheros da vida al monte, que se estremece en homenaje
de hombres, hacha y árbol.. Silba y canta el tropero en su
tarea de marcha y melodías, mientras llega de las chacra la
anunciación a la siembra como un canto de gestación de vida,
en la vida del labriego.
Todo es creación y armonía. Todo es música y es verso.
Y en los fogones permanentes, se anima la noche amable, donde
se afilan los cantares, que de andar de boca en boca, se hacen
calandrias alegres en ramajes sonoros de las guitarras y en
las notas vibrantes de los acordeones.
¡Así es Corrientes! ¡Y así es su gente!
Chamigo.