Amansar y Domar

Por m�s que quienes aman el caballo est�n en desacuerdo con la manera violenta de amansarlo, que se utiliz� y a�n se utiliza para dominarlo, es innegable que esa forma es una exhibici�n de coraje, vaqu�a y fuerza.

Nosotros en nuestras "haras" lo hacemos al estilo europeo, se prepara al animal desde potrillo. Se lo ata, se lo acaricia  o manosea en todo el cuerpo para sacarle las cosquillas, se lo ensilla despu�s. M�s adelante se lo saca de tiro ensillado, luego de tiro montado, mientras e le va educando la boca, sale despu�s con aparcero y finalmente solo.

El aborigen, cuando lleg� a apoderarse de caballadas (los caballos que fueron abandonados por los espa�oles se reprodujeron libremente en la amplitud pampeana), las emple� con �xito en sus correr�as, tuvo una t�cnica propia en la doma y lleg� a formar con el caballo una sola cosa, un peligroso conjunto.  Lo amaestr�, hasta disimular su presencia y caer de improviso sobre sus presas.

Fuente: Pedro V. Capdevila

Ricardo Guiraldes en "Don Segundo Sombra" , hace una magnifica descripci�n de una domada.    

LA DOMA -                A Emilio Juan Cliscagne

Espect�culo recio sobre la pista de la llanura.
Borrachera en remolino entre eructos de bravura.
Rebeli�n hecha de oleaje donde navega el coraje sin m�s tim�n que el rebenque.
Estrellas chorreando sangre al crujir de las espuelas.
Borrasca de cliner�o, bufidos y corcoveadas, que hacen brotar alaridos a toda la paisanada.
Dos  piernas enhorquetadas que hacen pegar espantadas al bagual enloquecido.
M�s tarde un criollo, orgulloso, desmontando sudoroso de un pingo que est� vencido.
 

Fuente: Artemio Aran

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