Arma
y también instrumento de trabajo genuinamente
criollo.
Consiste en sogas o ramales que llevan en su extremo
unas bolas que se lanzan a distancia con-
fuerza, sobre los animales, para derribarlos.
Pueden ser de dos o tres bolas. Fueron usadas
primero por los indios charrúas, pampas,
araucanos y patagones. de quienes lo tomaron
nuestros gauchos. La primeras boleadoras fueron con
una sola bola. bola arrojadiza, que también se
llamó bola perdida. Eran de piedra y estaban sujetos
a una soga de tientos o nervios de más o menos
un metro de largo. Las lanzaban con muy buena
puntería ya gran distancia. En los cuerpo a
cuerpo se usaron como maza. Las bolas son de piedra
u otra materia pesada, retobadas o no, y sujetas
entre sí por ramales, guascas, sogas o tendones de
avestruz torcidos, etc. Se llama manija la bola más
pequeña, la que tiene en la mano para revolear y
lanzar las boleadoras. La soga de la manija
generalmente es más corta. Ver formar grupa"
Existen muchas boleadoras lujosas, fabricada con
bolas de marfil recubiertas con cinturas, cadenas o
filigrana de plata, otras con magníficos trabajos
calados en el retobo, formando estrellas, etc.
Manera de hacer una boleadora
Para hacer una boleadora
se toma una piedra y se la cubre con un cuero
denominado casco, que lleva un agujerito que se
llama ojo por el que pasa la soga o el ramal. Estos
dos cascos van cosidos, asegurándose . así sobre la
piedra. Todo esto se recubre de nuevo con un cuero
redondo. cuya orilla debe hojalarse pasando un
tiento por dentro de esos agujeros y haciendo una
jareta. Después, metiendo dentro la bola ya
revestida, se cierra esa jareta en la base del
ojo. tratando de que los pliegues queden lo menos
visibles. Todas estas piezas que recubren la piedra,
deben trabajarse húmedas e fin de que al secarse se
adapten lo más posible a la forma. para conseguir
una mayor perfección.El paisano estrenaba sus
boleadoras boleando vacas; así conseguía el estirado
de las sogas y el ajuste de los tientos.Estas sogas
se humedecían un poco para facilitar el estirado.
Los Pampas solían hacer boleadoras con ciertas
piedras coloradas a las que le daban mucho valor. o
con otras menos pulidas. sostenidas a los
ramales por medio de una faja de cuero
Muy ajustada a la garganta o cintura hecha
expresamente sobre las piedras. quedando así éstas
al descubierto. Generalmente, los muchachos del
campo en la parte céntrica de la provincia de Buenos
Aires solían hacer boleadoras con cascarria de
oveja, pues en esta región escaseaba la piedra.
También muchos las confeccionaban con hueso de
caracú de vacuno. A cada caracú le cortan la mitad
de la cabeza, que tiene la forma perfecta de una
media esfera, la que con la otra mitad del otro
caracú del mismo animal, forman una perfecta esfera;
una vez ahuecadas y después de haber/es hecho un
agujero a cada una, las atraviesan con un alambre
grueso que forma el ojo de la boleadora y remachan
la otra extremidad. Después vierten en 'el interior
de los dos cascos plomo derretido. ,Con otros cuatro
cascos sacados de las caracuses de dos osamentas,
construyen las otras dos bolas que les
faltan; cuando éstas quedan bien terminadas parecen
de marfil.
Muchos chicos en el campo hacen boleadoras con
marlos de maíz, para jugar. pialar gallinas, etc. ..
El paisano maneja las boleadoras tomando en la mano
la bola de menor calibre., llamada manija, luego
revolea las otra dos por sobre la
cabeza, haciéndolas girar en redondo y lanzándolas
con violencia en
forma de alcanzar con exacta puntería el blanco
elegida, ya sea un
enemigo, para inutilizarlo, herir/o o matarlo, o,
cuando se trata de
un animal, para
derribarlo enredándoselas en las patas, trabándolo o
inmovilizándolo. En el caso dé bolear' un avestruz.
se usan
boleadoras de dos o avestruceras que se tiran al
cogote; el animal
en su carrera enredar las patas en las sogas de las
boleadoras y
generalmente cae al suelo.
En manos de los gauchos de Güemes, durante las
guerras de la
Independencia, las boleadoras resultaron un arma'
valiosa. En la
guerra civil, fueron también un instrumento glorioso
de las
montoneras. Durante la tiranía de Rosas las
boleadoras estuvieron muy
en uso y con ellas, el caballo del General José M.Paz
fue boleado,
siendo de esa manera apresado el jinete. Don Diego de
Mendoza y otros
notables españoles fueron muertos por las boleadoras
y años más
tarde don Juan de Garay, en el combate de San
Salvador, resultó
herido malamente por esta arma.
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