Una
Anécdota
Como la Vizcachas
El Comandante
Fortunato, que fue durante muchos años ayudante del
General Mitre, era todo un tipo de ingenio criollo. En
cierta ocasión fue en compañía de un amigo a casa de
otro. Que era a su vez arquetipo de bibliomanía aguda.
Y así que los visitantes entraron en el escritorio del
dueño de la casa, Fortunato fijo
la vista en la estanterías llenas de centenares de
volúmenes perfectamente encuadernados y en impecables
líneas de formación, de las que acaso nadie los sacaba.
-¿ Que estas pensando?- Le
pregunto el acompañante por
debajo al notar la expresión picaresca del Comandante
Fortunato, y este, sonriendo le contesto:
-
Cuanto libro ¿eh?...
Este don Braulio me hace acordar a las vizcachas, que
se pasan la vida juntando leña y
no hacen fuego nunca.
Un Cuento
No podrán ir muy
lejos
En su provincia natal,
Teófilo Juárez y su camal pariente Segundo Ibañez,
santiagueños ambos de pura cepa,
decidieron un buen día dedicarse a la venta callejera
de empanadas de carne y dulce. Los dos, con entusiasmo,
amasaban, cortaban, picaban la carne, freían, etc. La
producción marchaba a las mil maravillas, pero las
empanadas, pese al entusiasmo, no salían
como hubieran sido de desear. Al final, ni buscando
venían los clientes a probar las famosas empanadas...
- debemos hacer algo - dijo
Juárez.
- Tenemos que hacerlo -
concluyo Ibañez.
y tomando ambos una canasta
grande, la llenaron de empanadas y se pusieron a
caminar por las calles de Santiago del Estero,
pregonando su mercadería. Después
de una hora lograron su primer cliente, ante la
alegría desbordante de ambos socios.
- Quiero una sola...
Juárez le alargo el
producto alimenticio de su habilidad amasadora y el
desconocido, dándole un mordisco, al mismo tiempo salió
como alma que lleva el diablo, sin abonar nada.
Ibañez
fue el primero que salió de su asombro:
- ¿ y que haces, hermano? i
Correlo, po!...
- Pero... ¡
si ya ha disparao !
- Correlo, te digo... ¡A
ver donde cái, po !
y mirando las empanadas,
agregó- No ha de ir muy lejos, no.
Información extraída de la
revista de la Asociación de Escritores
Tradicionalistas, ( Cuento y Anécdota de " Fogón de
Tradiciones.
). |