Taragüi
Corrientes se amalgama de entrañable impulso
y de sentido propio para vivir la vida.
Corrientes fue vivencia que recogió el mestizo
en el pródigo seno de la india sometida
y el pujar oculto de la nativa lengua
creando una cadencia en la recia de Castilla.
Corrientes fue el asombro, y después fue la caricia,
después la rebeldía ululada en la guerrilla
y luego, se hizo encuentro en la Cruz de los Milagros.
Entonces fue presencia,
instinto de hombre nuevo que busca su destino,
y al cabo fue conciencia,
empuje de la sangre volcada hacia el futuro.
y entonces, fue martirio... .
y el tiempo, es Corrientes pregón de libertades
y es luz de Pago Largo, votiva como un cirio.
Corrientes, es viva permanencia de un pasado
y un aromar patricio latiendo en su presente.
Es fuerza misteriosa y designio
de su suelo
creando lo inaudito, lo simple, lo imponente.
Es soberbia y color en el rosa tajy
y es la indolencia absurda del rancho derruido,
es mansedumbre lenta que canta en el CHINGOLO
y es la mirada triste del niño desnutrido.
Es pétalo, es la orquídea y el caburé impío:
lo leve, lo sangriento,
es la quisquillosa altanería del paisano,
su ardor, su sentimiento
.
y
el ancestral recelo donde perdura el Porá.
y es llama y es rigor
y es la piedad que erige las cruces del camino
para la paz del alma del que manchó un honor,
es rito milagrero y creencia en el payé,
es devoción ferviente postrada en Itatí
y es fuerza adormecida que hamaca el chamamé.
Corrientes es vincha agreste y es hidalga capa,
poncho de flores sobre la piel del pobrerío,
pobreza y canto, desdén, superstición y credo...
y es unión del hombre, el suelo, el pájaro y el río.
Franklin Ruveda
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Regreso a Corrientes
Tajy:
Lapacho
Caburé: Pájaro de rapiña sanguinario
Porá: el duende
Payé: talismán, hechizo |