AGRUPACIÓN DE PEÑAS AMIGAS DE LA ZONA SUD
REVISTA DE DIFUSIÓN
"RECUERDOS DE NUESTRA TIERRA"
AÑO 5 - REVISTA 21

La iniciación formal de academias y. escuelas varias en el extremo sur de América data de las primeras horas de la organización social, un rápido y somero recorrido por el mapa colonial descubrirá en el Siglo XVI (1575) a Francisca Josefa de Bocanegra, quizá la primera maestra, dictando clases en Asunción, la ciudad más importante de la región por aquellos años. La provincia de Santa Fe, en el año 1615, como regente de un grupo de niñas huérfanas a Doña María Cabrera, ejerciendo la tarea de docente. Por ejemplo en Buenos Aires Doña Juana de Saavedra enseñaba en su propio domicilio y solo cuando llega el nuevo siglo se inaugurará el Colegio de Huérfanas de San Miguel, Noviembre del año 1775, que dirigió Teresa Bazán. Fue el sacerdote José González Islas el verdadero creador de este colegio con instrucción primaria pero además orientación a oficios o destrezas que capacitaban a las concurrentes en bordado, canto, confituras y masas, a hilar etc., Y que por cierto logró gran prestigio. Córdoba conoció a Leonor Tejeda esposa de un militar que daba clases en su domicilio, tratando de ::suministrar nociones sobre' las primeras letras y ... "Las labores adecuadas al sexo". Cuando llega José Antonio de San Alberto (el Obispo de San Alberto) en el año 1780, parainstalarse en la diócesis potencia mucho la escuela intentando crear en todos los curatos establecimientos para la educación, lamentablemente tan regio plan no pudo concretarse por falta de maestros, pero fue tan grande su vocación que al crear un establecimiento de niñas huérfanas, él mismo redactó programas de materias, horarios de clase, reglamentos etc., que fue ejemplo para muchos, se llamó de Niñas Huérfanas y fue rebautizado como Niñas Educandas de Santa Teresa de Jesús. En Catamarca promovió la creación de un establecimiento similar confiando a las Sras. Juana y María Villagran. Las religiosas Alfonsa Vargas y Teresa Sotomayor fueron en Mendoza las primeras maestras, en el Colegio de la Compañía de María inaugurado en el año 1780 por iniciativa de Doña Josefa de Torres y Salguero a quien secundaban las monjas de Santa Clara. Citaremos también como ejemplo a Doña Juana de Rueda González, maestra por 1810, quien fue subsidiada en su misión por el Cabildo de Buenos Aires, que le proveyó 300 pesos fuertes para reabrir la escuela y seguir con su tarea ya que ella no podía financiar su misión. Finalmente y para situar mejor las cosas y valorar los empeños particulares, es menester apuntar que en el Siglo XVII, en el enorme territorio conocido como Virreinato del Río de la Plata, solo había 13 ciudades, muy distantes unas de otras, en condiciones muy precarias, salvo Buenos Aires, que había logrado algún desenvolvimiento comercial y financiero. El tiempo ha transcurrido, todo ha prosperado, sin embargo en muchas escuelas del interior Argentino, las maestras siguen desarrollando su labor con las mismas dificultades que sus antecesoras de siglos atrás.