No hay constancia de que haya tenido un caballo de batalla a
la manera de Bucéfalo de Alejandro Magno, o el oscuro
de Urquiza, o el moro de Quiroga. Seguramente San
Martín utilizó una docena de caballos en sus campañas
pero solo algunos han trascendido: el bayo de San
Lorenzo, obsequio de un vecino del convento,
Rodrigañez, que resultara muerto en el combate, el
alazán tostado de cola cortada al corvejón y el zaino
oscuro, ambos según menciona su contemporáneo
Jerónimo Espejo, caballos de paseo de San Martín
durante su estancia en Mendoza, o el que le regaló
Simón Bolívar luego de la entrevista de Guayaquil.
Fuera de ellos ¿pueden acaso sus representaciones
ecuestres aportar algún otro elemento relativo a los
animales que montó? La tarea artística puede resultar
una tarea útil para el historiador ya que brinda
información sobre el pasado documentando distintos
aspectos y costumbres de la época. Nuñez de Ibarra
fue un grabador criollo de la Independencia que en el
año 1818 realizó una obra ecuestre en lámina sobre el
General San Martín. Gericault artista francés y Brown
pintor inglés, asesorados personalmente por Álvarez
Condarco, oficial de San Martín, sentaron a nuestro
prócer en un tordillo blanco, que por la abundancia
de estos pelos sobre los negros, mostraba un aspecto
blanquecino. A partir de estas expresiones artísticas
es que nos preguntamos ¿de qué color era el caballo
blanco de San Martín? ¿pudo haber existido tal
animal? Subercaseaux, Rugendas, Ballerini, Caressen
entre otros artistas en sus obras lo presentan
montado en un caballo blanco. Aunque quedan dudas,
como certezas debemos estar seguros de que en estos
estilizados caballos, se prioriza un recurso
estilístico que no se coincide con la realidad del
caballo criollo, de alzada menor y más grueso.
¿Recurso estilístico?, ¿Paradigma de perfección?,
¿Canon de belleza en aquella época? Del color que
fuere, el caballo criollo- que sin dudas montó San
Martín fue el verdadero protagonista de sus
campañas, pero no fue reconocido en las producciones
artísticas. Y qué decir de nuestras mulas, más
propicias para la montaña, animal elegido por el
General San Martín para efectuar el cruce de los
Andes.
Información extractada del diario Clarín, 15 de Agosto de
2005. Autor Sr. Diego Sarcona, historiador. Miembro
de la Academia Sanmartiniana.