Cuando nuestros gauchos se reunían en alguna pulpería
haciendo un alto a sus actividades, Solía ocurrírsele
a alguien hacer una corrida de pato juego terrible en
ese entonces. Lo practicaban los más forzudos,
valientes y mejor montados jinetes. Se reunían a
veces más de cuatro personas, entonces le pedían el
pato al pulpero. Esto consistía en un pato muerto
metido dentro un cuero cerrado con cuatro manijas
corredizas. El juego comenzaba cuando cuatro jinetes
agrupaban las ancas de sus caballos y bien firmes en
los estribos cada uno agarraba con la diestra una
manija, mientras tomaba las riendas con la mano
izquierda en alto para no apoyarla en el apero. Así
cada jugador bien apoyado en los estribos tiraba en
su dirección con todas las fuerzas animando a su
caballo con las espuelas y fuertes gritos. Cuando uno
solo quedaba dueño del pato corría a toda carrera
hacia el lugar destinado como meta, si algún jugador
lo alcanzaba y tomaba una de las manijas debían
luchar a toda carrera y defenderlo .contra éste y
contra todos los demás que se propusieran quitárselo.
Juan Manuel de Rosas prohibió este juego por los
desastres que causaba en la campaña y los muertos que
producía, pues en la enloquecida carrera arrasaban
caminantes, rebaños de ovejas y sembrados quedando
también los mismos jinetes caídos en la rastrillada.
El origen de este juego no está aclarado, algunos
dicen que es proveniente de Francia y se jugaba en la
Baja Normandía, era parecido al pato, se llamaba
soule y también fue prohibido alrededor del año 1800
por su violencia. El juego del pato ha sido
actualizado y reglamentado por el desaparecido
criollista Alberto del Castillo Pose alrededor del
año 1938. Luego en Septiembre del año 1953 se lo
declaró Juego Nacional.
Información extractada del libro "Puñado de
Tradiciones Nº 1". Autor Juan Cáceres-Zupay .Colaboración
Sra. Prof. María Teresa Guzmán. Peña "La Fortinera
del Sur".