"La
crónica policial de un diario chileno registró asi
cierto suceso: "Pororden deljuez de crimen una comisión
policial allanó ayer en La Cisterna un reñidero
clandestino de gallos, donde unas 900 personas
se
encontraban presenciando el sangriento espectáculo.
Hay más de 80 detenidos. La policia se incautó
de 40 gallos de riña, varias docenas de espolones de
acero, una romana para fiscalizar el peso de las aves
y una campanílla. Los únicos que no se
inmutaron por el sorpresivo allanamiento fueron los
2 gallos contendores que siguieron peleando en el
ruedo, ambos heridos de muerte".
Remotos Orígenes. Se tiene
por cierto que las riñas
de gallos se originaron en la India y desde allí fueron
recorriendo el mundo. Los griegos le llamaban
"Alectnmaquia", no se conoce con certeza como llegaron
a América, lo cierto es que se propagó con rapidez y se
construyeron reñideros memorables en las principales
ciudades del mundo. En Buenos Aires se supone que el
primer reñidero que se construyo fue en el año 1767 en
el barrio de Montserrat. Pero el más famoso era el que
había en la calle Venezuela 745. En el año 1891 una ley
de protección a los animales prohibió estos
espectáculos, clausurando los reñideros que existían,
pero continuo practicándose en forma clandestina, sobre
todo en el interior del país.
Los Gallos
de
Combate. Según
los galleras de
Canarias, que tienen celebridad de expertos, un buen
ejemplar debe tener estas condiciones: "Que sea heridor
con sus espuelas, con rabia al reñir, jugador para
evitar los golpes y batidas de sus contrarios y
atacarlos con prontitud y viveza. Ha de luchar hasta
morir, a no ser que las heridas lo imposibiliten y
sufra no debe dejar de hacer frente, rehusar la riña,
porque en estos casos demostraría mala calidad". Cabe
añadir que el rendimiento del animal no es solo por su
raza, sino también depende de su alimento. Los ingleses
lograron seleccionar razas y ejemplares de condiciones
notables entre los cuales se destacan por su arrogancia
y fiereza el llamado "Gran combatiente inglés", que se
caracteriza por sus grandes patas, con espolones largos
y encorvados, plumazón de vivos reflejos y aspecto
desafiante.
El
Reñidero. Si
bien puede improvisarse
debajo de cualquier árbol con solo circundar el ruedo.
En la campaña argentina solía cabarse en el suelo de
unos 2 metros de diámetro y 40 centímetros de
profundidad con bordes de paja o lienzo. El dueño del
reñidero abonaba una patente que variaba según la
ciudad y en compensación podía cobrar un real a cada
espectador. El empresario debía conservar haceado el
lugar, proporcionar cierta comodidad al público, tener
a disposición de los jueces una balanza romana,
tijeras, jaulas, etc.
El
Juez. Era la persona autorizada para mantener el orden
y
administrar justicia. En su mano se depositaban la
suma del desafío. Fiscaliza los gallos, los pesa y
dictamina sobre el resultado de la lid, con fallo
inapelable. En algunas provincias el juez era nombrado
por el gobierno o por el comisario y pagado por el
empresario del reñidero. El juez no puede apostar ni
por sí mismo, ni por otra persona. Si a la hora
convenida el juez no ha llegado ni enviado un
sustituto, los interesados nombran un juez "Ad hoc",
cuyo dictámenes deben ser acatados por todos.
Desafíos y Apuestas. Las riñas tienen 2 aspectos: El
juego especulativo de las apuestas, y como espectáculo
de lucha. En el primer aspecto se comienza fuera del
reñidero, cuando los dueños de los gallos conciertan el
desafío. El día convenido los gallos son expuestos en
el ruedo para el público. Antes de la pelea y durante
el desarrollo, los espectadores cambian apuestas a viva
voz.
Información extractada de Enciclopedia Estudiantil,
proporcionada por la Sra. Prof. Celia Pavón y Jorge.
Peña "Hilos de Plata".
|