A los
dieciséis años era oficial y antes de cumplir los
treinta general del Ejército Argentino. Para muchos fue
el unitario que aceptó el oro de los fracasos por
luchar contra el Gral. Juan M. de Rosas, pero para
otros en cambio pagó sus errores con lo único
que podía ofrendar, "Su propia vida.............. Los
juicios
contradictorios que mereció Juan Galo de Lavalle, la
historia juzgó su solitaria muerte en Jujuy, como una
misteriosa aventura o una oscura manera de enfrentarse
con el destino. La derrota de Famaillá en el mes de
Setiembre del año 1841,10 persuadió de viajar a Jujuy
para lograr el apoyo del gobierno local, en su lucha
contra el Gral. Oribe, pero solo encontró 200 soldados
raidos y tan pobres como él. Acompañado por su
secretario, Félix Frías y el edecán Pedro Lacasa, el
General unitario marchó entonces para alojarse en la
mansión de la familia Zenavilla. Era el 8 de Octubre, y
durante la madrugada del día siguiente una bala
homicida puso fin a su vida y originó el enigma de su
muerte. Narra la versión oficial que una partida
federal tiroteó ese día la casa de Zenavilla y que un
proyectil atravesando la pesada puerta de madera mató
al Gral. Lavalle, los integrantes de esa partida
declararon que lo lograron de manera "Casi milagrosa":
El plomo atravesó el ojo de la cerradura y dio en el
corazón de la víctima. Paradójicamente, los compañeros
del Gral Lavalle y sus presuntos matadores coincidieron
en el relato de los hechos. En apoyo de la versión
tradicional, existe un documento elevado al Gral Oribe,
desde Jujuy por un militar federal de
apellido Gutiérrez que dice textualmente: "Ayer
a las 7 de la mañana por un incidente marchaba por la
calle con 8 hombres (...) Y encontré en la
puerta de una casa, un soldado con insignias de unidad,
y habiéndole preguntado quien
era, respondió ser el asistente del Gral Lavalle a esta
voz salió el expresado y al vemos con la vestimenta
militar cerró la puerta, y en el acto se le realizó la
descarga de 3 carabinas, cayendo muerto". Según el
historiador Adolfo Casablanca, el misterio entorno del
incidente se profundiza si se examina la puerta
baleada. Esta se conserva en el Museo Histórico
Nacional de la capital jujeña y no muestra huellas de
haber sido atravesada por una bala. Los voluminosos
proyectiles de aquella época dudó el investigador-
hallan podido atravesar el orificio de la cerradura, es
una hazaña difícil de consumar. Mucho más aún,
acertarle en el corazón estando la persona de pie tras
la puerta. Casablanca arriesgó otra hipótesis: Lavalle
compartió su última noche con Dámasa Boedo, una salteña
que se le había unido a su paso por Jujuy, se
conocieron cuando ella se acercó a rogarle por las
vidas de su hermano y su tío, ambos federales, que el
Gral. había considerado matar y que pese a los ruegos
de la joven, la ejecución tuvo lugar, lo que no impidió
que la joven y el General. establecieran una apasionada
relación. No sería del todo descabellado -según el
estudioso- , que una tardía venganza impulsara a Dámasa
Boedo, sin embargo la joven acompañó los restos de
Lavalle a Bolivia y a su velatorio en Potosí. Ninguno
de los compañeros del General la acusó de conducta
sospechosa, y lo cierto es que a la legítima esposa del
fallecido jamás se le mencionaron las circunstancias
que rodearon la muerte de su esposo. El historiador
José María Rosa, lanza otra hipótesis: El suicidio,
justifica su argumento, el Gral Lavalle había sido
duramente criticado por el Gral San Martín, su antiguo
jefe. En carta al Gral Rosas, el Libertador acusó a los
unitarios que salieron a Francia para derrocar al
dictador, calificándolos de "Infames Traidores, cuya
felonías ni el sepulcro hará
desaparecer......... Lavalle conoció esa carta, por la
difusión que le dio su
destinatario, además del fusilamiento de Dorrego y el
pacto con los franceses, no hacen más que oscurecer la
tragedia de ese 9 de Octubre de 1841. Los interrogantes
continúan rodeando la oscura muerte del Gral Lavalle
¿Por qué se esperó hasta el día siguiente para dar la
noticia de su deceso?, ¿Cómo es posible que una partida
federal se dirigiera al sitio preciso donde se alojaba
el jefe unitario?, ¿Cómo careció éste de toda
protección en el instante decisivo? La incógnita en una
ciudad de escasos habitantes, llevó el nombre de Jujuy
por toda América. El enigma de la muerte del Gral
Lavalle, el caudillo unitario, se asocia
'~
una madrugada, de una provincia del norte argentino, y
a una pesada puerta de madera que aún guarda el
secreto de la tragedia".
Información extractada de la "Enciclopedia Argentina".
Editorial Abril, Educativa Cultural S.A. Editor
CésarCivita, publicación avalada porellnst. Geográfico
Militar.
Marta |