"La historia se sabe, no la escriben los vencidos".
Por
eso no es extraño que la figura de Felipe Varela
permanezca casi en la sombra o deformada por una visión
maníquea de la llamada "historia oficial". Para muchos
historiadores liberales, Felipe Varela no es más que un
vándalo, un forajido, un hombre sin ley. Por otro lado,
para algunos revisionistas, es un sujeto incómodo.
Durante años, en torno de él, creció la leyenda del
montonero a quien solo impulsaba el odio y la venganza.
Los Varela son gente de antigua raíz en Cata marca,
llegaron allí a mediados del siglo XVII. Hijo de un
caudillo federal Javier Varela y de doña Isabel Rearte.
Nació en el año 1819, en el pueblo de Huaycama,
departamento Valle Viejo, tuvo un hermano, Juan Manuel,
cirujano de profesión. Se casó con la hija del
comandante Pedro Pascual Castillo, Trinidad y tuvo
hijos. Se dedicó a la ganadería, fue un experto
baqueano. Integró la Coalición del Norte y peleó contra
Rosas a las órdenes del caudillo Chacho Peñaloza. La
coalición fue derrotada y ahí su primer traspié
militar, se encaminó entonces rumbo a Chile a cumplir
su exilio. Allí inició su carrera militar, fue un gran
aprendizaje en dos direcciones: política y militar.
Del Ejército
a
la Montanera.
De Chile salió Varela
y vino a su patria hermosa
aquí ha de morir peleando
por el Chacho Peñaloza. |
Soldado del Ejército regular allá por el año 1855, en
el Regimiento 7° de Línea, en Río Cuarto, con el grado
de Teniente Coronel, su superior el Coronel Manuel
Baigorria. En el año 1862, en La Rioja lo designan jefe
de policía. Ahora, ya es emisario del Chacha Peñaloza y
anda por los pueblos escuchando a la gente,
interesándose por sus problemas, a la gente pobre,
pobladores de los ranchos y decía: "Así se aprende".
Llega a Catamarca. Se suma entonces a la insurrección
del Chacho junto a otros caudillos como Carlos Ángel y
Severo Chumbita. En Lomas' Blancas son derrotados el 28
de Junio de 1863, mueren más de trescientos montoneros.
Varela herido logra escapar y busca refugio en Chile.
Toma conocimiento de la atroz muerte de Peñaloza,
siente el deseo de ocupar su lugar y continuar su
lucha. Sabe que no hay piedad para los montoneros, para
la gente que se alza ante la injusticia. En el año 1
R65. Mitre declara la guerra al Paraguay y Varela
entonces decide intervenir en el conflicto. Las
andanzas de Varela no solo inquietan al gobierno de
Bueno::. Aires, sino también a notorios súbditos de su
Majestad Británica. Varela cruza lOS Andes con un
ejército formado por 200 0 300
hombres y esto inquieta a Mitre que no quiere perderlo
de vista. Se le suman montoneros. de Severo Chumbita,
se amotinan los soldados de Córdoba y Varela avanza por
los: valles y lagos del Norte. En Potosí en el año
1868, 19 de Enero, publica su Manifiesto a los pueblos
americanos y expresa con claridad su pensar y critica
en lo económico la desigualdad manifiesta entre Buenos
Aires y las provincias, luego se refiere a lo
sociológico y observa "la orgullosa Buenos Aires"
cuando embellece sus paseos públicos y construye
teatros y levanta estatuas, indiferente "al atraso y la
miseria". Es un jefe, un caudillo padre o hermano de
esos pobres que lo siguen por las quebradas, los valles
y el desierto. Encarna al caudillo que asume la
rebeldía popular con todas sus consecuencias. Permite
el saqueo, castiga el vejamen, impide la tortura que
los "civilizadores" confunden con el escarmiento.
Felipe Varela viene
por los cerros del Tacuil
El valle lo espera y tiene
un corazón y un fusil. |
Pozo de Vargas:
Quienes los persiguen saben de las necesidades de los
hombres de Varela, abastecerse de agua, Taboada el
general enemigo los está llevando al Pozo de Vargas, la
única aguada en leguas a la redonda. A las dos y media
de la tarde sonó el primer cañonazo y comenzó la
batalla, el calor era insoportable, entre polvo y sudor
se entreveraban los montoneros de Varela con los
infantes y la caballería de Taboada. Fueron ocho horas
de lucha intensa donde el mejor equipamiento, el mayor
número y destreza se imponía a la bravura de los
montoneros. Ella lo vió, caía con el caballo muerto, la
cantinera oficial Dolores Díaz, apodada La Tigra, se lo
llevó en ancas en medio de los disparos.
Vidita de mi vida
Pozo de Vargas
la guerra se ha perdido
por falta de agua. |
El
ocaso del guerrero:
Ahora,
Varela se encuentra en Jujuy y siguen las acusaciones
de saqueos a los vecinos. Él solo se aprovisiona de
pólvora y municiones. Su campaña militar está en
peligro, no sus convicciones. Se siente cerca de Dios y
lejos de los oropeles de los ricos que lavan sus culpas
con una misa o comulgando. Avanza con su gente cansada
y hambrienta. El 7 de Noviembre entra en Eupiza como
asilado y así comienza su ocaso. Intenta su última
patriada en Las Salinas, puna salteña, el12 de Enero de
1869 ya no tiene ejército sino un puñado de hombres que
le ordena dispersar un joven Coronel Julio A. Roca.
Abandona el país, se refugia en Chile, anda por
Santiago mendigando. Sufría de tisis, su duración era
cuestión de meses. Le escribe a su mujer e11° de Abril
de 1869. " Nada les puedo mandar, dispénsenme, estoy
pobre, no se agravien conmigo, respeto mucho mi familia
y les deseo la mejor felicidad del mundo y cada momento
pienso en ustedes y sufro callado como hombre, sin
poder remediar ciertas cosas que no están en mi mano".
Languidece el guerrero, se apaga en el exilio. La
desmesura de la Patria Grande, ahora es el sueño de
otros, confía y quiere creer en el "mundo republicano"
que vendrá y le hará justicia, a él y a esos pueblos
latinoamericanos sumidos en la pobrez8 y sometidos a
los imperios Otros. como López
Jordán tomarán "mi bandera y los principios que ella ha
simbolizado". Muere en Nantaco, el
4 de Junio del año 1870. Dicen que estaba
mirando hacia la Patria.
Información extractada del libro "Historias de los r
Jdillos Argentinos". Edición J. Lafforgue. |