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GRAN BUENOS AIRES - PILAR volver a
gran buenos aires

HISTORIA

La colonización de lo que después sería el Partido Del Pilar comenzó en 1580,cuando Juan de Garay efectuó el reparto de tierras denominadas "Suertes de Estancias", entre sus compañeros de viaje.
Al  navegante Antonio Bermúdez le correspondió la "Suerte Nº 8", que abarcaba un amplio territorio en el que se incluía al actual Partido del Pilar.

Dichas tierras pasaron por diversas transferencias y fraccionamientos, hasta que llegaron a ser de Francisco Gómez de Saravia, quien en 1687 se casó con María Ocampo y Agüero o Cabezas, hogar en el que se originó la veneración a la Virgen del Pilar.

En el año 1729, María Cabezas expuso al culto público la imagen, en una capilla erigida en su propiedad, por lo que se deduce que ya entonces existía un poblado al que se denominaba "Del Pilar".

Hasta que fue designado el primer Cabildo de la Villa de Luján (1755), las tierras que hoy constituyen el Partido Del Pilar, pertenecieron administrativamente al Cabildo de Buenos Aires.

En 1774 fue nombrado Alcalde de la Santa Hermandad, Don Ventura López Camelo (por entonces comienza a denominarse Partido Del Pilar).

En 1821 la alcaldía se sustituye por el Juzgado de Paz, siendo el primer Juez, Apolinario César, nombrado en 1822.

La organización municipal comienza en 1855, cuando el vecindario elige por votación a su propio gobierno, el día 11 de abril. Las autoridades electas asumen sus funciones el 27 de enero de 1856. Formaban ese cuerpo:

Fermín Gamboa, Silverio Besabé y Luis Ponce de León; fueron suplentes: José Luexes y Domingo Nazarre.

El 25 de octubre de 1864, se produce la división de lo partidos de la Provincia de Buenos Aires, quedando delimitado el Partido Del Pilar (Ley Provincial 422).

En 1869 se realiza el Primer Censo Nacional, el partido Del Pilar contaba entonces con 3.708 habitantes, 1706 radicados en la ciudad cabecera. Su superficie era de 855km2.

La provincia de Buenos Aires efectúa un censo de su territorio en 1881, resultando del mismo que en el Partido Del Pilar estaban radicados 7.169 habitantes.

LA FIRMA DEL TRATADO DEL PILAR

La firma del Tratado Del Pilar, el 23 de febrero de 1820, significó el origen del federalismo nacional. Por este hecho relevante se reconoce al Partido Del Pilar como "CUNA DEL FEDERALISMO" Rubricando en la primitiva capilla Del Pilar, puso fin a la guerra entre las provincias de Entre Ríos y Santa Fe contra la de Buenos Aires.

En la constitución Nacional se lo incluye como "Pacto Preexistente".

LA CRUZ DEL PILAR

Sobre la vereda de la calle Pedro Lagrave, casi esquina Paraná, se levanta una gran cruz de material que la leyenda adjudica a la obra de unos religiosos misioneros que en el año 1790 llegaron procedentes de España y se detuvieron en ese lugar a causa de la enfermedad de varios de ellos. Por ese motivo construyeron una cruz con troncos para rezar por la salud de los mismos. Luego, se convirtió en recordatorio y hacia 1840 varios vecinos la reemplazaron por una de material.


Sin embargo, Aldo Beliera aporta un dato fundamental para entender su verdadero significado y es el texto de un escrito firmado por el Padre Pascual A. De Rivas, firmado el 21 de octubre de 1818, donde expresamente dice que "la Iglesia mandó hacer una cruz para colocarla donde se había señalado el pueblo nuevo". Por lo que en verdad, ese mojón es el cimiento del pueblo de Pilar, un punto de referencia del nuevo asentamiento poblacional, al trasladarse la ciudad a su nuevo emplazamiento.

Recordemos que el "Pilar Viejo" estaba emplazado en la zona que hoy ocupa el Km. 57 de la Ruta Nac. 8 (aproximadamente un kilómetro antes de trasponer el Río Luján), donde se levantaba la antigua "Guardia".


Éste fue el primer centro de aglutinamiento de pobladores en Pilar, existiendo unas veinte personas hacia 1744; hasta que en fecha 3/6/1818 el Cabildo de Buenos Aires concede el traslado del Curato al actual emplazamiento, debido a los continuos desbordes del río.

El campanario de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar

La tecnología llegó a la parroquia de Nuestra Señora del Pilar y el reloj del campanario ha vuelto a marchar ya que un programa computarizado permite ahora escuchar las campanadas horarias. Hacía más de medio siglo que el mecanismo anterior había dejado de funcionar; desde aquel momento de su interrupción y a medida que pasaron los años fueron desapareciendo piezas de su engranaje haciendo imposible su reparación.


Según nos contaran viejos vecinos, cuando estaban los presbíteros José María Jaime Burmeister y Ernesto Gonzalo Gigena, quienes se hicieron cargo de la parroquia como vicarios ecónomos el 1º de enero de 1971 y permanecieron en sus funciones hasta fines del año 1979, dejaban subir a jugar a los chicos a la torre del campanario y poco a poco, como una travesura, estos pequeños fueron desarmando las piezas de la maquinaria.

Buscando antecedentes sobre el reloj del campanario pudimos enterarnos de su existencia antes de la inauguración oficial de la parroquia que, como es sabido, ocurrió el lunes 24 de diciembre de 1856. Así, en el mes de julio del año 1848 se pagaron $ 80 de la época por la compostura del reloj. Una de las últimas máquinas del reloj era de procedencia francesa y había sido instalada en el año 1870 por la relojería Sanguinetti Hnos., que tenía su negocio en la avenida Corrientes 1880 de Buenos Aires.

La memoria de esos antiguos pobladores también recuerda que el vecino Don Isidro Larrosa, relojero de profesión, era el encargado del mantenimiento y una vez por semana le daba cuerda al mecanismo cuya duración aproximada era de ocho días.

Otra tarea, seguramente, consistía en revisar las conexiones del dispositivo eléctrico y los cables de acero que impulsaban las colas de los badajos para hacer sonar las campanas, pues antes de la implantación del nuevo sistema las campanas eran accionadas mediante unos pulsadores que se hallaban en un tablero de la planta baja del templo.

Primera referencia

La primera noticia sobre las campanas de la iglesia del Pilar se pudo conocer a través de las referencias brindadas en el año 1948 por el Instituto Agrario Argentino en su "Reseña General Histórica, Geográfica y Económica del Partido de Pilar", allí se dijo:

"Campanas. De origen italiano, las tres campanas principales del templo son antiguas, una de ellas tiene una inscripción que reza: Estrella matutina - Heredi de Giovanni Bozzoli - Génova Exsumitibus" de Vicente Piñero de Melo. 1845. Una de las campanas está rota (la más chica) y las dos grandes, al decir del Párroco, son de las fundidas como "entonadas", temple especial para el fin a que serian dedicadas. El mal estado de las escaleras del campanario evita leer las inscripciones restantes, pero documentalmente se asegura que son del mismo tiempo, salvo la del reloj que es moderna".

Todas las publicaciones posteriores aparecidas en el ámbito del Pilar repitieron esta cita por desconocer que, tres años después de aparecida la reseña del Instituto Agrario, dos de las campanas habían sido reemplazadas por otras nuevas.

En el año 1990 con motivo de las Primeras Jornadas de Historia del Partido del Pilar, mencionamos esta circunstancia en el trabajo titulado "Basamento Histórico de la Capilla Nuestra Señora del Pilar y del Pueblo del mismo nombre", tomada del "Libro 1º de Fábrica" o "Cuentas" que reúne información desde el año 1784 hasta el de 1856, hoy extraviado o desaparecido como otros documentos que se hallaban en el archivo de la parroquia y fueron a manos de particulares, no foráneos sino vecinos del Pilar; pero ya hablaremos de ello y de ellos en otro momento.

De estas anotaciones surge el mes y año de la compra de campanas y el precio pagado según el siguiente detalle:

• "Septiembre de 1836 una campana chica de torre ......................... .$ 290.-
• Agosto de 1841 una campana nueva en reposición de otra rota ..... $ 1.428.-
• Febrero de 1851 un par de campanas nuevas y medianas ............. $ 2.750.-
• 26 de agosto de 1853 una campana grande que costó $ 3.500, adquirida mediante la donación de $ 3.000, donados por el Síndico, $ 100 por D. Silverio Basabe, $ 50 por D. Victoriano Carrión y $ 500 que abonó el vendedor por dos campanas rotas."

Estos testimonios posteriores al año 1948 fueron el motivo que nos llevó hace unos años atrás a solicitar autorización al Padre José Ramón Villa para subir a la torre de la iglesia y una vez concedido, con la advertencia de que tuviéramos cuidado por el estado ruinoso de las escaleras, emprendimos con el ex Concejal y Director de Cultura Don José Sánchez el ascenso que sólo sirvió para tomar fotografías, pues no se podía leer en forma completa las inscripciones de las campanas debido a la posición donde estaban colocadas, muy cerca de las paredes y de los cuadrantes de los relojes del campanario.

Tiempo después, esta vez provisto con una linterna y un espejo, pude copiar íntegramente los escritos y observar los dibujos de las campanas. Como se esperaba, el resultado de la investigación emprendida difería de la versión conocida.
 


Detalles de las campanas

Dejemos de lado los comentarios y pasemos ahora a ver las imágenes de las cuatro campanas de la torre de la iglesia, su ubicación en el campanario y las inscripciones que llevan, pues estos textos son los mejores testimonios acerca de su historia.

Es conveniente aclarar en principio que el campanario se encuentra en la torre del ala izquierda del templo, pues la de la derecha recién fue construida en el año 1921.

Campana 1.- Se encuentra ubicada detrás del cuadrante del reloj que da a la calle Belgrano. Al igual que las demás un panel enrejado tipo celosía permite esparcir su sonoridad al exterior. En su cuerpo y en relieve luce pequeños adornos y un Cristo chico. Esta campana, como las otras, está sujeta a la corona por una abrazadera (yugo) de hierro con tuercas y sostenida a la vez de un tirante de madera amurado a la pared del campanario.


Campana 2
.- Colocada a la derecha de la anterior, es más grande y es una de las adquiridas en el año 1851. Puede leerse en letras mayúsculas: "AVE MARIA - MARIA GRATIA PLENA - 1851 - EREDI DI GIOVANNI - SOZZOLI - GENOVA."


campanas 2 y 1

Campana 3.- Situada en la parte posterior del cuadrante del reloj que da frente a la calle Lorenzo López. De unos 70 cm. de alto y ornamentada con estrellas y puntos diminutos; un cristo y otros diseños en relieve. La escritura ocupa todo su contorno y dice: "INMACUL. VIG. MARIE DE PILAR ET D. ANTONIO PATAV - EX SUMPTIRUS D. VINCENTIE PIÑERO DE MELO - FRATELLI BOERO RONDITORI IN GENOVA."

Campana 4.- Emplazada junto a la escalera por la cual se accede al campanario y a la derecha de la anterior. Su altura es de aprox. 60 cm. y su procedencia es de la misma fábrica que la nº 2. Está adornada con pequeños dibujos que sobresalen de su superficie y una virgen con el niño Jesús en sus brazos. Es la campana que describe la reseña del Instituto Agrario Argentino; leemos correctamente su contenido: "1845 - STELLA MATUTINA - EREDI DI GIOVANNI SOZZOLI - F. GENOVA."


Las leyendas confirman que tres de las campanas fueron fabricadas en la ciudad italiana de Génova, dos de ellas construidas por los herederos de Giovanni Sozzoli y la restante por los hermanos Boero. Están escritas en latín y la traducción de la campana nº 3 nos da a entender que D. Vicente Piñero de Melo fue quien puso el dinero para comprarla.

Este benefactor nació el 22 de noviembre de 1811 en Pilar y era hijo legítimo de D. Ceferino Piñero y de Da. María Bernarda Abalos; nieto paterno del portugués D. Francisco Ferreira Piñero y de la criolla Da. María Gregoria Cheves y nieto materno de D. Juan Abalos y de Da. María Ramona Romero. Casó en primeras nupcias el 8 de febrero de 1830 con su prima segunda Da. María del Tránsito Piñero, bautizada el 20 de agosto de 1809 a los cuatro días de
nacida, hija legítima de D. Francisco Javier Piñero


Campanas 3 y 4


y de Da. María Mercedes Abalos , quienes eran hermanos de los padres del contrayente, de ahí el parentesco, pues ambos consortes tenían abuelos en común..

El apellido "Melo", venía por la abuela materna de D. Vicente Anastasio Piñero, por ser esta hija de D. Carlos Romero y de Da. Juana María de la Cruz Melo.

Da. María del Tránsito Piñero falleció el 28 de febrero de 1847 y D. Vicente Anastasio Piñero contrajo nuevo matrimonio el 17 de julio de 1854 con Da. Margarita Basabe, hija legítima de D. Pedro Basabe y de Da. Pascuala Irrazábal; nieta paterna de D. Tomás Basabe y Da. Juana Isabel Ponce de León y nieta materna de D. Ventura Irrazábal y de Da. Tomasa Vallejos.

Todos las ceremonias religiosas referidas fueron celebradas en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar, seguramente con un repiqueteado toque de campanas lanzadas al vuelo trasmitiendo su alegría en días de bautizo y de boda, o de tristeza, acompañando el duelo y el llanto de las personas que perdieron un ser querido.

Campanas - Un poco de historia

Es costumbre muy antigua convocar al pueblo cristiano a la asamblea litúrgico mediante alguna señal o sonido y también advertirle, a través de esos signos, de los principales acontecimientos de la comunidad local. De este modo, la voz de las campanas expresa, de alguna manera, los sentimientos del pueblo de Dios, cuando se regocija o cuando llora, cuando da gracias o suplica a Dios, cuando se congrega y manifiesta el misterio de su unidad en Cristo.

El uso de las campanas surge en la iglesia occidental en el siglo VII y en la oriental parece que no se usaron antes del siglo IX, apareciendo las primeras campanas en la Basílica de Santa Sofía de Constantinopla.

Al principio no había más que una en cada iglesia, multiplicándose posteriormente. Al crecer el número de campanas, como asimismo el volumen de las mismas, se vio la necesidad de construir torres para colocarlas debidamente y para que la sonoridad pudiera esparcirse más.

Se le debe a San Carlos Borromeo mucha de la reglamentación conocida acerca del uso de las campanas. En sus instrucciones para la fábrica y el ajuar eclesiásticos, establece que las torres de las catedrales deben llevar siete campanas, o a lo mínimo cinco; la iglesia colonial tres, es decir, una más grande, una media y una chiquita; las parroquias otras tantas, o al menos dos.

En occidente se las dota con el nombre de una mujer, generalmente con el de la virgen o de una santa, esto se debe a considerar la campana como un elemento femenino y que las primeras campanas se las colocaba en los templos, conventos y castillos.

Es opinión generalizada la que atribuye la mención de las campanas a la Campania, región de Italia, por haberse empezado a fundir allí las campanas más grandes y de más calidad del bronce.

La campana se divide en tres partes, el jubo, copa y badajo. El jubo o yugo es de madera o de hierro que lleva unos tirantes sujetos con unas tuercas y en cada extremo están incrustados los ejes donde descansan dentro unos cojinetes; uno exterior de madera y otro interior que es de metal. La copa es de bronce, fundida con diversas aleaciones como metal y bronce y el badajo, que es de hierro o madera y se halla sujeto con unas pretinas también de hierro de arriba abajo queda reforzado totalmente y la pera o coronilla es de hierro macizo.

Desde el principio, las campanas de bronce se han fundido con una composición promedio de 80% de cobre, 10% de estaño y 10% de plomo. Cuando más plomo tenga una campana, más opaco será su sonido; por el contrario, el estaño produce un bronce con mayor dureza, y por lo tanto de mayor sonoridad. Hay casos de campanas europeas de reconocida pureza de sonido, cuyo bronce tiene 80% cobre y 20% estaño.

Para fundir una campana se emplea tierra mezclada con estiércol de caballo, borra y cáñamo para elaborar el macho o molde interior para la parte hueca de la campana. El molde se cuece en un horno de ladrillo. Los relieves se hacen con cera que por medio del calor se expulsa del molde; también se usa la cera para moldear figuras, ornamento, imágenes de santos, etc.

Como molde exterior se utiliza una pieza de cantera porosa, el que es destruido al igual que el molde interior una vez fabricada la campana. La fundición se lleva a cabo en un hueco abierto en la tierra, vertiendo entre ambos moldes los metales precalentados a 2.000 grados centígrados y manteniendo la alta temperatura durante ocho a diez horas.

Una vez fundida, la campana se pule con esmeril para quitarle los sobrantes, tanto de la parte interior como exterior. El badajo debe tener entre el 2 y el 5% del peso total de la campana.

El resultado final de una fundición seguramente será una pieza de gran belleza, sin importar su tamaño. Hay que recordar que el bronce se oxida y toda campana de más de diez años fundida presentara el conocido color oscuro.
 

El lugar del milagro, primera morada de la Virgen de Luján

El sitio exacto donde en el año 1630 ocurrió el milagro lujanense fue, es y creemos lo será en el tiempo, motivo de disputas y polémicas entre los historiadores. Es que no se niega la realidad del suceso religioso porque no hay argumentos para ello, pero se objeta y discute un problema de límites entre dos importantes partidos de la provincia de Buenos Aires, Pilar y Exaltación de la Cruz.


Cartel señalizando el "Pilar Viejo"


Como es de conocimiento la crónica más antigua data del año 1737 y proviene del mercedario Fray Pedro Nolasco de Santa María. Del relato que hace este sacerdote, previo al momento del milagro, se rescata que "llegando al río de Luján hizo noche en lo de un paisano suyo llamado fulano Rosendo". Con esta referencia y puestos a dilucidar la ubicación de la estancia del nombrado Rosendo, unos se inclinaron por la banda derecha y otros por la izquierda del río, según la interpretación que los estudiosos le daban a los documentos, o por entender que el tal [Diego] Rosendo en esa época, junto a sus hermanos, era poseedor de varias parcelas de tierra sobre ambas márgenes del río Luján, manteniendo la discusión entre sí y creando confusión en terceros al no tener una solución que disipara este tan encendido y permanente debate

Y como de vez en cuando el asunto por interés del protagonista se hace público y trasciende por medio de la prensa, se originan nuevos altercados. Viene al caso un artículo aparecido en el diario La Nación el 8 de marzo de 1994, que lleva la firma del Presidente de la Comisión de Monumentos y Lugares Históricos Jorge Carlos Mitre, donde hace mención a los fundamentos del proyecto para declarar pueblo histórico a Capilla del Señor, siendo uno de ellos el milagro de la Virgen de Luján que sucedió precisamente a orillas de la cañada de lo que hoy es Capilla del Señor; sin temor a equivocarnos creemos que debería haberse dicho a orillas del río Luján, hoy jurisdicción del partido de Campana.

Lógicamente que a los pocos días el artículo mereció la contestación y desaprobación de Monseñor Presas, pues se pasó por alto algo primordial, quizás por desconocimiento por parte del Sr. Mitre y sobre lo cual hablaremos inmediatamente.

El proyecto del Sr. Mitre se convirtió en el Decreto Nº 1648 firmado el 21 de septiembre de 1994 por el Presidente Carlos Saúl Menem y por él se declaró bien de interés histórico nacional al pueblo de Capilla del Señor. En uno de los considerandos de la resolución se dice: "Que fue en los pagos de CAÑADA DE LA CRUZ, donde según la tradición, se produjo la detención de la carreta que transportaba dos imágenes de la VIRGEN MARIA con destino a SUMANPA, prodigio por el cual una de ellas quedó en el lugar y hoy es venerada en el Santuario de LUJAN. Uno de los cuarteles del escudo de Exaltación de la Cruz ostenta la carreta y la Virgen."

Aquí se repite, pero esta vez oficializado en un decreto, el desliz del Sr. Mitre, si se tiene en cuenta que la misma Comisión que él había presidido por un breve lapso, el 3 de junio de 1986, por resolución Nº 728 de la Secretaria de Cultura del Ministerio de Educación y Justicia, ya había declarado lugar histórico el paraje donde se inició la veneración de la santa imagen de Nuestra Señora de Luján (y el sitio donde estuvo su primer Santuario) y el lugar del milagro no era precisamente el que él afirmaba. Vayamos al texto del considerando:

"Que desde hace varios siglos los rioplatenses veneran la imagen de Nuestra Señora de Luján, que se localizara en proximidades del Río Luján, Provincia de Buenos Aires, donde se inició una especial devoción que profesaron nuestros próceres y el pueblo en general, tanto que ha sido reconocida como la Patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay."

"Que se ha comprobado que el lugar donde se inició la veneración de la Santa Imagen de Nuestra Señora de Luján, es decir la estancia de Rosendo, se encuentra en la zona situada a 4 Km al noroeste de la estación ferroviaria de Villa Rosa, Partido de Pilar, Provincia de Buenos Aires, en el linde sudeste de las parcelas 254-251-253 del plano catastral de mensuras del Partido de Pilar (Archivo Público de la Dirección de Geodesia de la Plata, Provincia de Buenos Aires) a 3 Km al este del Río Luján al término del camino asfaltado que sale de estación Villa Rosa hacia el noroeste".

"Que se ha logrado ubicar en forma precisa el lugar donde el Licenciado Pedro Montalbo, primer Capellán de la Virgen de Luján, en tierras donadas por Da. Ana de Matos a la Santa Imagen, construyó el 1684 la primitiva Capilla Santuario de Nuestra Señora de Luján, 50 m. al este de la actual Basílica, en la calle San Martín de la ciudad de Luján, Provincia de Buenos Aires, cuyas referencias catastrales son: circunscripción 1º, sección A, manzana 53, parcela 2, Nº de partida 5504, superficie 539, 61 m2. Que la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos propicia dicha declaratoria para poner de relieve estos hechos singulares de la historia argentina conforme a las facultades que la Ley Nº 12.665 le confiere."


Arco de entrada al "Lugar del
Milagro" Villa Rosa

Cabe agregar que esta determinación era el resultado de lo actuado en expediente Nº 5423/83 presentado por el entonces vocal de la Comisión, Coronel (R) Héctor Juan Piccinali, prestigioso historiador sanmartiniano ya desaparecido.
Hace ya unos cuantos años que en la localidad de Villa Rosa, se ha levantado una capilla donde semanalmente se ofician misas, su construcción es muy simple, con techo de chapas, paredes sin adornos ni ornamentos y al frente una reja en vez de puertas, desde donde se observa todo el interior hasta el altar donde hay una réplica de la virgen de Luján y una veintena de bancos de madera.


A lo lejos y en el interior de un campo contiguo se divisa una pequeña edificación de los Padres de Fátima, religiosos de la Asociación Nuestra Señora del Rosario, en este predio y a escasos metros del río Luján han levantado una réplica de la ermita donde fuera venerada por muchos años la imagen de la Inmaculada Concepción al cuidado del negro Manuel. El oratorio, construido de adobe y techo de paja, con su aljibe a la par, conserva en su interior una pequeña representación de Nuestra Señora de Luján en su contextura original. El resto, por lo imponente, lo brinda el paisaje, un lugar ideal para visitarlo y conocerlo.


Réplica de la ermita construida en tierras adquiridas por los Padres de Fátima, construida en el
Lugar del Milagro, Villa Rosa, donde estuvo por muchos años la imágen de la virgen de Luján


Fuente:

Tomado del sitio: http://ptederqui.com.ar/pilar/ autor Sr. Aldo Abel Beliera
http://www.pilar.com.ar/partido/historia.htm

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