COREOGRAFÍAS
LA FIRMEZA
Dentro de las danzas vivaces, la
firmeza tiene caracteres propios, ya que en ella
se desarrolla un juego pantomímico en
correspondencia con la letra de!
canto. Se la considera por ello
mímica descriptiva y por eso
siempre debe ir acompañada por el
canto, pues en caso contrario,
los movimientos de los
bailarines se deslucen. Bailada
desde mediados del siglo pasado
en Buenos Aires y
Montevideo, pasó hacia 1900 a formar parte del
repertorio circense de Podestá como"
'baile nacional", lo que produjo
su
difusión en
las provincias del centro y
oeste. Esta difusión parece
haber sido todavía mayor, hasta alcanzar a todas las
provincias, suposición fundamentada en la gran cantidad
de tradiciones orales que se conservaron, algunas de
ellas hasta la actualidad.
Pero según parece, todas estas
versiones proceden de una sola fuente escrita que es la
de Lynch en 1883, y que fue la
utilizada por el circo de
Podestá. Esta danza tuvo por lo menos
2
variantes conocidas, y 3 nombres distintos que
responden, como en otras danzas, a particularidades del
texto. El nombre más antiguo y difundido es la
firmeza, que aparece en la copla:
Que me mandaste a decir
que te amara con firmeza
pero nadie está obligado
a guardar correspondencia.
En San Juan, Catamarca y Tucumán,
en cambio, fue el
zapatero el nombre más difundido y deriva de la
copla:
Un zapatero fue a misa
y no sabia rezar,
andaba por los altares -
"zapatos quiere comprar".
En las coplas de esta versión, aparecen más adelante
los siguientes versos:
Tras tras por la tras trasera
tras tras por la delantera,
que han servido en Mendoza, San Luis y Córdoba, para
designar a la misma danza con el nombre de tras
tras. En el centro del país,
los versos que continúan a los ya señalados para el
zapatero, no aparecen en las
versiones que llevan el nombre de firmeza. Ellos
son:
Se harán una reverencia
darán una media vuelta
se tomarán de la mano
harán lo que más convenga
una vueltita a
los lados
también la media señal
la venia también se da.
Parece entonces que el
zapatero y el tras tras, corresponden a una
variante occidental
o andina, que se emparenta
con las formas chilenas.
Justamente Maynard, un viajero francés que visitó
el sur de Chile
(1), dice haber visto, hace un
siglo, una danza llamada el zapatero, en la que
la mujer se acompaña con guitarra y con su canto
va conduciendo a los bailarines. El
canónigo Francisco de Cavada, a
principios de este siglo, encuentra restos de
una danza llamada el tras tras, en la que
aparecen los versos:
Alulú la media vuelta
alulú la vuelta entera
tras tras. . .
La versión de Chiloé se denomina tras trasera,
y después de la copla inicial, la letra
dice:
Tras tras con la tras trasera
también por la delantera,
tras tras por un costado
también por el otro lado,
darás una media vuelta
también una vuelta entera,
se tomarán de las manos
harán una reverencia (2)
que es similar a los versos de nuestra región
occidental. El elemento común de todas estas danzas
consiste en las respectivas
letras que contienen indicaciones coreográficas y que
hacen recordar a algunas canciones pertenecientes a
juegos pantomímicos infantiles, como la que se ha
recogido en Entre Ríos: .
Daré un pasito atrás
haciendo la reverencia
pero no,
pero no, pero no,
porque me
da vergüenza
que no es más que una versión de la tradicional
Pájara pinta o Blanca paloma de herencia
española, canciones infantiles con las que los niños
van ejecutando los movimientos que les señala la letra.
Esto revela la existencia, en
España, de danzas populares con texto indicador de la
acción coreográfica, que debieron ser copiadas por los
juegos infantiles cantados, y por el teatro en las
comedias del siglo XVII.
Un dato importante es el que aportan los
investigadores lusitanos, profesores Bento Bessa, Dr.
Santos Junior y padre Antonio Mourinho, quienes
encontraron en el "folklore trasmontano" o del
N. E. de Portugal
(3) una danza en vías de
extinción denominada O Pingacho, cuya antigüedad
está asegurada por el lugar geográfico "tras os
montes" apartada por completo de
las influencias ciudadanas. Se baila para las
festividades de Santa Catalina,
y su letra en dialecto "mi
randés", es la siguiente, traducida al castellano:
Por bailar el Pingacho
me darán un real,
por bailar el Pingacho
me darán un real
Estribillo
Báilalo, báilalo
picorcito,
báilalo,
que te quiero un poquito,
báilalo
báilalo de lado
del otro costado
y de delantera,
también de trasera.
Ahora si
que te quiero morena,
ahora si
que te quiero salada.
Los investigadores portugueses atribuyen un origen
español a la música y letra de
esta danza. Suponen, entonces, Que originariamente
debió ser una danza española que
penetré en territorio portugués entre los siglos XVII y
XVIII, en donde adquirió cierta modalidac portuguesa y
se asimiló al folklore de la región.
Comparando el texto portugués con el de nuestra
firmeza, se nota la
similitud entre sus versos, sobre todo en los
que designan figuras
determinadas. Esto demuestra que una danza madre
española aún no localizada, debió dar origen a todas
estas versiones similares.
La letra de la firmeza se compone de 1 copla
inicial octosílaba y de una posterior descripción
en verso de las evoluciones
del baile, en forma de romancillo,
con versos hexasílabos, que es
la siguiente:
I
Que me
mandaste a decir a
qe te amara con firmeza,
pero nadie está obligado
a guardar correspondencia.
II
Anteanoche me confesé
con el cura de Santaclara
y me dio por penitencia
que la firmeza
bailara.
Estribillo
Darás una vuelta
con tu compañera
con la tras trasera
con la delantera
por ese costado
por el otro lado
con ese modito
pónele el codito
pónele el oido
también los sentidos
como corresponde
una mano al hombro
retirate un paso
dámele un abrazo
otro poquitito
tírale un besito.
iAy!, no no!, ino no!
que me da
vergüenza,
tápate la cara
que te doy licencia.
La primera figura de esta danza consiste en las
cuatro esquinas que se ejecutan como primera figura
en el escondido, pero como la posición inicial
de los bailarines es la de una pareja enfrentada en la
mediana de un cuadrado imaginario, el recorrido de esta
figura se realiza en rombo (ver esquema coreográfico).
La letra de esta figura
corresponde a la primera estrofa de cuatro versos con
sus correspondientes repeticiones:
Que
me mandaste a
decir
que te amara con firmeza
(1º
esquina)
Que
me mandaste a
decir
que te amara con firmeza
(2º
esquina)
pero nadie está obligado
a
guardar correspondencia
(3º
esquina)
pero nadie está obligado
a guardar correspondencia
(4º
esquina)
La segunda figura consiste en un giro básico,
pero la tercera
consiste en un giro con pausa. La variante
reside en que los bailarines se detienen en el segundo
compás, de espaldas entre sí, hombro con hombro
derecho, y se miran por encima del mismo. El tercer y
cuarto compás se realizan como en el giro básico.
La letra que acompaña a estas figuras es la
siguiente:
Darás una vuelta
con tu compañera
(Giro básico.)
con la tras trasera
con la
delantera
(Giro con pausa.)
La figura especial de esta danza es la denominada
paseos: desde la posición inicial y de acuerdo con
la letra, los bailarines se
acercan y se colocan de espaldas al espectador, al
mismo tiempo que avanzan en sentido contrario al mismo
durante 2 compases. La dama
sostiene con sus dos manos la pollera, y el caballero
mantiene sus brazos bajos, en la posición básica para
zapateo.
Luego, los bailarines giran para quedar de frente al
espectador y realizan el avance en este sentido durante
2 compases. En los 4 compases
siguientes, se repiten los dos
paseos anteriores, pero en el último compás de la
figura, los bailarines se detienen en una pose
determinada que especifica la letra. Para ello, cada
bailarín cruza el pie que queda
del lado del compañero hacia afuera, al mismo tiempo
que elevan hasta el pecho los brazos correspondientes y
flexionados, hasta colocarlos codo con codo. (Para los
desplazamientos de esta figura,
ver esquema coreográfico.)
La letra para esta figura dice:
Por ese costado
(Paseo hacia atrás.)
por el otro lado
(Paseo hacia adelante.)
con ese modito
Paseo hacia atrás.)
pónele el codito
(Paseo hacia adelante y pose.)
A partir de esta figura, comienzan las evoluciones
de zarandeo-zapateo que los bailarines
acomodan en función de la mímica que indica la letra:
Pónele el oido
(Ambos
señalan el oído con el
índice
de la mano izquierda.)
también
los
sentidos
(Ambos señalan la cabeza con el indice de la
mano derecha.)
como
corresponde
una mano al hombro
(Ambos se acercan
enfrentados y colocan la mano derecha sobre el hombro
izquierdo del compañero.)
retirate un
paso
(Ambos simulan empujarse, para retroceder hasta la
posición inicial.)
dámele un abrazo
(El
caballero se acerca a la dama con los brazos abiertos
como para abrazarla y ella se
esquiva con el zarandeo.)
otro poquitito
tirale un besito
(El caballero, con mano derecha, hace
el ademán correspondiente.)
iAy, no no,
no no
que me da vergüenza
(La
dama, con el índice de la mano derecha, hace el
ademán correspondiente durante los dos versos.).
tápate la cara
que te doy licencia
(La dama tapa
sus ojos con mano derecha, durante los dos versos.)
La danza se completa con
media vuelta, y giro y coronación,
figuras que abarcan la medida de 4 versos que sólo se
entonan.
COREOGRAFÍA
Posición inicial:
Una pareja enfrentada en la mediana de un cuadrado.
Introducción:
8 compases (hasta la voz preventiva)
iAdentrol:
Voz preventiva
lº
figura:
Cuatro esquinas 16
compases
2º figura:
Giro......... .
4 compases
3º
figura:
Giro con pausa 4 compases
4º
figura:
Paseos y pose. .8 compases
5º
figura:
Zarandeo-zapateo con mímica 24
compases
iAura!:
Voz preventiva
6º
figura:
Media vuelta. . .4 compases
7º
figura:
Giro y coronación 4 compases
(1)
Vega, Carlos: Bailes Tradicionales Argentinos (La
Firmeza) Buenos Aires, Korn. Cuad. Nº 23, 1953, pags.
9-13
(2) Recopilación directa.
(3) Bessa, B.;
Junior, S.; Mourinho, A.: O Pingacho (En: Bo/etln
da Comissáo
de Etnog. e
Hist., 8~ serie, 1-11, Porto, 1957, págs. 3-6.)
|