Ya hemos establecido que el S. XIX,
en Europa, es el tiempo y
lugar donde se definen
consolidan y delimitan distintas ciencias human�sticas:
La Antropolog�a y el Folklore, entre otras como la
Psicolog�a y la Sociolog�a. Lo m�s importante es que
delimitan su campo de acci�n, en este sentido, la
ciencia que m�s inconvenientes tuvo para obtener esta
categor�a y determinar su materia de entendimiento, fue
el Folklore. Mucho pensadores y estudiosos de la �poca
pretend�an que era una rama de la Antropolog�a, otros
de la Sociolog�a o como acababa de definirse el
concepto de Cultura, quer�an afectar al folklore a un
aspecto de la Antropolog�a Cultural. Pero finalmente
obtuvo su categor�a e independencia como ciencia,
siendo su �rea espec�fica el estudio de la cultura
(entendida como manifestaci�n de forma de vida) del
pueblo, la creaci�n espont�nea y an�nima de elementos,
costumbres, creencias, valores y comportamientos,
transmitidos generacionalmente en forma oral y
conservados emp�ricamente, como patrimonio tradicional,
s�ntesis de identidad. De todas formas siempre al
momento de analizar fen�menos culturales, se cruzar�
con las otras ciencias ya mencionadas. Para llegar a
esta definici�n (y muchas otras m�s, con analog�as y
diferencias, seg�n el te�rico que la enuncie), hubo
tambi�n que pensar en conceptos previos incluidos. Por
ejemplo �de qu� pueblo se habla? Todav�a se sigue
teorizando y polemizando al respecto, pero en general
se adhiri� a la definici�n de lo que se llamo sociedad
folk: un grupo campesino, rural, aislado, de
organizaci�n social simple divisi�n de las tareas muy
delimitadas entre hombres y mujeres, unidad de lengua,
costumbres y creencias, circunscrito geogr�ficamente,
aislado de la urbe, con escaso desarrollo de medios
mec�nicos y gran valorizaci�n del bagaje tradicional no
escrito pero celosamente respetado y trasmitido. Este
tipo de sociedad, con todas estas caracter�sticas es
una abstracci�n, una construcci�n ideal inexistente,
pero serv�a como par�metro para determinar
aproximadamente si las distintas sociedades estudiadas
eran o no folcl�ricas. Otro aspecto importante a
considerar, para entender un poco mejor las teor�as que
llegaron hasta hoy (y no "embanderamos" cerradamente
con alguna de ellas, negando otras) es saber que los
folkloristas, desde el siglo XIX hasta ahora han sido
fuertemente influenciados por las escuelas
antropol�gicas que intentaban explicar, cada
una a su manera, el origen de
las culturas. Las preguntas eran �Qui�n o que es el
hombre? � Cu�l es su origen? �Por qu� las sociedades
son diferentes entre s�? En el af�n de obtener
respuestas, aparecen las tres escuelas o teor�as
antropol�gicas m�s importante: el Evolucionismo, el
Difusionismo y el Funcionalismo. �sta �ltima es la que
mayormente marcar� el pensamiento de algunos de los
te�ricos folkloristas latinoamericanos y argentinos m�s
importantes. El Evolucionismo construye el saber
cient�fico sobre la base que aportan intelectuales y
viajeros que dan noticias de otras realidades lejanas a
los centros de poder europeo. El hilo conductor del
concepto de la evoluci�n natural es que todos los
hombres pasan por las mismas etapas o estad�os, bajo la
teor�a dorminista de escala natural por adopci�n al
medio m�s apto, que 105 lleva a clasificar a las
sociedades en una escala que va desde lo salvaje, pasa
por lo b�rbaro y llega a lo civilizado. La peligrosa
derivaci�n de este concepto, desde la mirada de etno-eurocentrista
que lo construye, es que la "otredad" cultural es
inferior, luego se puede dominar y explotar. El
difusionismo, coexistente del evolucionismo, intenta
explicar la diversidad cultural por las relaciones de
pr�stamo, esto es: no todos los pueblos pueden crear,
el elemento cultural nace de un determinado lugar
(Egipto, Asia, etc.) Y luego por contacto va pasando a
otros pueblos. Finalmente, la escuela funcionalista,
que concibe a la cultura como un todo org�nico, cuyos
elementos constitutivos deben analizarse entre
relacionados entre s�.

Cada civilizaci�n crea su propia
cultura sobre la base psicol�gica de satisfacer las
necesidades humanas y sociales de toda �ndole. As�
sucede entonces con todas las especies culturales,
desde tu
forma de obtener el alimento hasta la forma de
relacionarse con el mundo trascendente. Desde. este
concepto nace el relativismo cultural, por lo cual toda
cultura vale por s� misma y no seg�n la mirada de quien
la analiza. Todos los pueblos son capaces de crear
cultura. En cuanto a las escuelas folcl�ricas
investigadoras de la cultura desde el S. XIX en
adelante, utilizaron como base principal de an�lisis a
los cuentos, los mitos, y las creencias, es decir el
folklore literario, tambi�n se interesaron en el
idioma, la lengua y el devenir hist�rico y el �mbito
geogr�fico, como factores decisivos a la hora de la
creaci�n cultural.
Prof. Mercedes Salto Lastra
Fuentes: Contenido de la C�tedra de Folklore I y II del
l.U.N.A

|