Es un juego de muchachos, especialmente de la región central y noroeste. Por lo común se juega en invierno y en torno al fuego de los fogones familiares.
Consiste en tomar un palito y encenderlo en una punta para ofrecerlo al compañero inmediato diciéndole:
- Vendo quillito.
Si dicha persona "no lo compra" no toma parte en el juego y si responde:
- Compro quillito o cuánto vale quillieto?
- Tantas varas de anascote.
Si se desea prolongar la broma se objeta el precio, y sobre esto se habla cuanto se quiera.
Convenido el precio el "vendedor" al entregar el quillito dice:
- Pero si se muere el quillito el cogote pagará.
Y por la "muerte" del quillito cuando ésta ocurre, esto es cuando el quillito se apaga, se aplica al "matador" unos golpes con la mano en la nuca, haciendo que la mano haga las veces de hacha.
El entretenimiento está en el "vendedor" y los demás circunstantes se empeñan en que el quillito muera en las manos de algunos de los compradores, y en los esfuerzos que éstos hacen porque el fuego se mantenga a fin de no hacerse pasible de la pena.
Es interesante señalar, que este juego es oriundo de Asia, de donde pasó a Europa, y de allí emigró a nuestro continente con la conquista y la colonización.
*anascote: El anascote o añascote es una tela cruzada de lana peinada, lisa, áspera, tejida en crudo y teñida en piezas. Se usa generalmente para trajes de mujer y con ella se hacen vestidos, chales y más comúnmente, delantales.
Fuente: Folklore Infantil de Felix Coluccio y Marta I. Coluccio - Ediciones Corregidor 1986