Seres que
sangre de mi sangre han sido
este
rincón encierra,
savia y
color de donde yo he venido
yacen
bajo esta tierra.
Aquí están mis raíces asentadas
aquí
mucha parte de mi ser,
aquí
están para siempre sepultadas
muchas
cosas que amé.
Fragmento
“Cantos de la montaña” J. C Dávalos
Molinos
antigua y hermosa población de los
Valles Calchaquíes salteños, fundada
a mediados del siglo XVII, en la
confluencia de los ríos Humano y
Luracatao, que forman el río Molino,
ubicada a 116 Km de Cafayate y 92 Km
de San Carlos por la aún sin
pavimentar ruta 40.
La mayor
parte de la edificación del pueblo
sigue siendo de adobe para sus
muros, piedras para los cimientos y
tejados de madera, caña y tierra,
únicamente no conservan estas
características las nuevas
construcciones oficiales como el
hospital y la escuela.
Se
destaca la iglesia parroquial Pedro
Nolasco, construida en el año 1639,
en la que se encuentran los restos
momificados del último gobernador
realista Don Nicolás Severo de
Isasmendi, y frente a la iglesia se
halla la que fuera su casa hacienda
, hoy hostal de Molinos.
La
iglesia declarada monumento
histórico nacional el día 10 de
diciembre de 1942, es considerada
como un ejemplo de la continuación
de la corriente arquitectónica
originada en Cuzco, desde lejos se
pueden apreciar sus torres: una
semiesfera enmarcada por cuatro
torrezuelas, el balcón que comunica
ambas torres es a su vez marquesina
de la puerta principal, dichas
torres fueron dos desde mediados del
siglo XVIII. El atrio, antiguamente
sirvió de cementerio. En su
interior tiene tres altares, todos
de adobe, con nichos donde hay
imágenes muy antiguas, casi todas
hechas por artesanos del lugar. La
más importante tal vez sea “La
candelaria”, una imagen de vestir de
1,25 metros, con pelo natural y
corona de plata. También se puede
apreciar una pintura sobre tabla con
cinco escenas de la vida de Cristo,
entre muchísimas otras cosas de
singular valor. En esta iglesia
están los antiguos libros del curato
Calchaquí.
Molinos
tiene muchas otras cosas
interesantes para visitar como la
casa de Gómez, las hermosas fincas
de Santo Domingo y la de Entre Ríos,
y por supuesto comer unas buenas
empanada salteñas rociadas con vino
patero… y como postre no olvide
degustar el quesillo de cabra con
dulce de cayote y nueces, después un
paseo por el criadero de vicuñas o
ir a pescar pejerreyes en la Laguna
de Brealito, situada a 41 kilómetros
SENDA FOLCLÓRICA
CARLOS Y GRACIELA ARANCIBIA
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