De
familia Italiana de Artistas y Poetas, nació en la Ciudad de Salta 5 de
marzo de 1862.
El padre formaba
parte de esa legión de salteños que comerciaban con los países andinos
llevando hacia esos sitios mulas engordadas en los valles y retornaba
con monedas de plata y artículos traídos de España. A los once años,
Artidorio comenzó a viajar acompañando a su padre a esas tierras, lo que
determinó que se quedara luego residiendo en Tarija, y desde allí
comenzó a viajar a Sucre, familiarizándose con la música y los bailes
andinos.
Puliendo las primeras
lecciones de su madre, a los 16 años Artidorio Cresseri era ya "un
experto pianista". En 1880 dio a conocer su "Bailecito de Bolivia",
pieza muy "festejada y bailada por los bolivianos", que pronto alcanzó
popularidad en Salta y en Jujuy.
Además de dedicarse
al ejercicio de la composición e interpretación de la música, ejerció la
docencia. Fue maestro de primeras letras, luego Director de la Escuela
Elemental Número 1 y a su retiro de la misma, se dedicó a la enseñanza
musical.
Autor de letra y
música de la zamba La López Pereyra, expresión emblemática del folklore
Argentino hecha popular, entre otros grandes del folklore, por “Los
Chalchaleros” y Los Fronterizos”. Escrita a finales de la década de
1910, su título original fue: Chilena dedicada al doctor Carlos López
Pereyra.
Chazarreta y otros
autores recogieron en el folklore popular del norte y la difundieron
como de autor anónimo, los conflictos que derivaron de la discusión de
la autoría de esta popular zamba -la zamba por excelencia de la
provincia de Salta- recién se resolvieron en los finales de los años
veinte.
Cresseri recorrió
toda su vida las provincias del norte, ocupado de afinar pianos y
enseñando. Ya vencido por los años y la miseria, murió en la indigencia,
a los 86 años, en un hogar para ancianos de la Ciudad de Salta, el 18 de
Octubre de 1950'.
...O quizás un cuchillo o
vaya uno a saber de que desgraciada manera fatal, este compositor
bohemio y músico empedernido despenó a la causante de sus descontrolados
celos. Lo indudable es que don Artidorio Cresseri estuvo enamorado hasta
los huesos de la víctima de la demencial actitud. Y si no ha sido así,
cómo pudo recordarla en su forzado encierro de una manera tal que no
recuerdo salteño y muchísimos más que no la cante o la sepa (mal,
regular o bien) y la entone como algo propio y por su cualidad de
innegable himno salteño.
El contexto
metafórico no conlleva ni un dejo de despecho, rabia, indignación o algo
muy oculto o “entre líneas” que deje entrever “algo” de pequeñez o
chatura. Todo el texto es una tristísima elegía de enamoradísimo ser que
ante la adversidad irreversible, derrama su alma en cada verso y como
remate ruega “al Dios piadoso resignación...”
El título de
tamaña zamba no tiene nada que ver con la historia, la leyenda,
del cómo, del cuándo y los por qué del contenido sentimental del poema.
El doctor César o Carlos López Pereyra, abogado, recibe el agradecido
homenaje de Don Artidorio por haberlo “salvado” quizás de una cadena
perpetua por su demencial delito, al conseguir la absolución del
imputado (Don Artidorio) por “emoción violenta”.
“La López Pereyra”, himno de los salteños y apropiada por innúmeros
conocidos e ignotos intépretes, sigue viva y con muy buena salud en la
memoria del pueblo. Ojalá todos los dramas pasionales dejaran canciones
de este calibre.
La zamba creció
sola, no necesitó de promoción alguna. Se “fue” de Salta como el viento,
sin rumbos. Hasta que ocurrió todo lo conocido como “juicio por
paternidad autoral” cuando un tal Don Andrés la halló sin que Don
Artidorio la perdiera. Pero, el argumento de más peso fue el título y
las constancias legales desbarrancaron cualquier fundamento que soño
fundamentar el “hallador”.
El Dr. López
Pereyra vivó en la ciudad de Salta en la calle “La Florida”, a la altura
del nº 484 aproximadamente y se comprobó su actividad y
las circunstancias en las que se
constató su activa participación en el triste hecho que le tocó vivir al
pobre Don Artidorio.
Todo lo aquí
expresado tiene más de recopilación versionada generacionalmente y no
tiene ninguna otra intencionalidad que la de hallarle al magnífico texto
poético ese “por qué” fue escrito y cantado.
Sin ningún tipo de
“dardo encubierto” invito a que repasemos su inigual carácter y, porque
no, esa estructura literaria que, asociada a la fantástica
melodía, hacen una obra, diría, insuperable hasta el presente. Vamos
pues a su letra conociendo ya, al menos, una versión más de su
historia ¿o leyenda?
LA LOPEZ
PEREYRA
Yo quisiera olvidarte
Me es imposible mi bien, mi bien
Tu imagen me persigue
Tuya es mi vida, mi amor también
Y cuando pensativo
Yo solo estoy,
Deliro con la falsía
Con que ha pagado mi amor, tu amor
Si yo pudiera tenerte
A mi lado todo el día
De mis ocultos amores
Paloma te contaría
Pero es inútil mi
anhelo, jamás, jamás,
Vivo solo para amarte,
Callado y triste,
Llorar, llorar
Me has dicho que no me quieres
pero eso no es un motivo
me privas de tu mirada
mi alma, sin ella no vivo
Voy a esconderme a una
selva
solo a llorar
pueda ser que en mi destierro
tus ojos negros pueda olvidar
En una noche serena
al cielo azul miré, miré
contemplando a las estrellas
a la más bella le pregunté
Si era ella la que
alumbraba
tu amor, mi amor
para pedirle por ella
al Dios piados
resignación
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