Nació
el 29 de mayo de 1876 en Santiago del Estero, hijo de doña Andrea y don
Dolores Chazarreta. Aun cuando su vida y su obra están ampliamente
difundidas en la memoria popular santiagueña, en el cuadro de las
figuras representativas del país nacidas en esta provincia y con
dimensión nacional, no puede faltar un recuerdo para don Andrés
Chazarreta. Su actividad en el folclore argentino, sus creaciones
musicales y su tarea de copilador del acervo anónimo salvado del olvido
gracias a su tesonera labor de medio siglo, le han ganado el respeto y
la gratitud del pasís, que recuerda su nombre a lo largo de la República
como sinónimo del arte nativo. Contribuyó a su difusión y afianzamiento
desde los grandes escenarios metropolitanos, este maestro, músico,
compositor y ejecutante recorrió las campañas rurales, conoció e
antiguos músicos, aprendió la rústica coreografía de las danzas
telúricas, tradujo composiciones del quichua supérstite y ya decidido a
encarar una verdadera cruzada de rescate y preservación del acervo
folclórico, hizo su primera presentación pública al dar a conocer su
versión de la Zamba de Vargas el 25 de agosto de 1906 desde la sala del
Teatro Cervantes, existente frente a la Plaza Libertad. Desde ese
entonces no interrumpió su cruzada folclórica que tuvo etapas
significativas: el debut de las compañía que había formado con músicos y
bailarines en el Pasatiempo del Aguila en 1911, las giras por provincias
vecinas y su consagración final en el escenario porteño del Teatro
Politeama el 16 de marzo de 1921, saludado desde "La Nación" por Ricardo
Rojas con la nota inolvidable del "El Coro de las Selvas y las
Montañas".
Tenía quince años
cuando empezó a estudiar música siendo muy pronto maestro en la
ejecución de varios instrumentos: piano, violín, guitarra, mandolín,
bandurria. En total ejecutaba dieciseis (16) instrumentos.
Más tarde siendo maestro normal en Santiago del Estero, tuvo
oportunidad de ponerse en contacto con músicos y cultores autóctonos
de la campaña. Entonces sintió imperiosamente la necesidad de salvar
del olvido los motivos de nuestro folklore, comenzando su gran
recopilación en 1905 con "Zamba de Vargas", para continuar con "El
Palito", "La Firmeza", "El Cuando", "La Lorencita", "El Marote", "La
Mariquita", "El Escondido", "La Media Caña", "El Llanto", "La
Refalosa", "El Triunfo", "El Pala Pala", "La Condición", "La
Remesura", "El Prado", "La Arunguita", "Los Aires".
Su primera obra original fue la mazurca
"Anita" de 1904 dedicada a su novia.
En 1916 publicó su "Primer Album Musical
Santiagueño", precursor de otros diez.
Como autor o recopilador grabó más de 400
composiciones, edito álbumes musicales, estudios de danzas, creó la
primera academia de bailes nativos en Buenos Aires. En 1912 se contó
entre los fundadores de la Liga del Magisterio SAntiagueño, primera
entidad gremial docente de la provincia de la que fue su primer
Presidente, del Círculo Católico de Obreros y la Agrupación Amigos del
Arte. En los últimos tiempos fue Director de la Casa de Santiago en la
Capital Federal y Delegado oficial del gobierno hasta 1955. En su casa
de la calle Mitre inició sus estudios de piano el pequeño Marianito
Martínez, hijo de un afinador de pianos que vivía en la misma cuadra y a
quien Chazarreta ayudó mucho durante su permanencia santiaguela al final
de la decada del 20, y hoy se ha transformado en el popularisimo Mariano
Mores. También autores y compositores como los poetas Luis y Homero
Manzione fueron sus colaboradores artísticos , hasta su muerte, cumplida
esa larga y vasta obra, convertido en un gran Patriarca del Folclóre
Argentino el 24 de Abril de 1960, un mes más tarde de la desaparición
física de su esposa y compañera de tantos años Anita Palumbo.
Dispuesto a difundir el arte de tierra adentro, formó
compañía con cantores y bailarines de sus pagos y debutó en la propia
ciudad de Santiago en 1911, recorrió con ella luego todo el país y el
Uruguay en incansables giras. En la Capital Federal, hizo su debut en
el salón "La Argentina" en 1917. Actuó en los teatros "Politeama",
"Apolo", "Liceo", etc., las radios "Estado", "El Mundo", "Belgrano",
"Stentor" y colaboró en las películas "El Linyera", "Malambo", "La
casa del recuerdo".
De su conjunto surgió la notable estilista que fue
Patrocinio Díaz.
Sus tratos con el dueto Gardel-Razzano fueron
esporádicos, cantando ellos algunas de sus cosas, pero los versos de
"El triunfo" que los mismos grabaron no son suyos, es recopilación
popular.
Se ha dicho y con razón, que pocos han realizado entre
nosotros, tan amplia y valiosa obra didáctica y argentinista; fue un
verdadero apóstol de la música y canción nativas, quizá el más grande
de sus cultores.
Grabó con solos de guitarra y orquesta en discos
"Nacional" y "Víctor". En la primera marca debutó en 1926 con el
número 990 y sus obras "Gato Arpiado" y "La Pepita", zamba.
Es bueno recordar lo que dijo el 10 de abril de 1941 al
inaugurar su Escuela de Danzas Nativas en la Capital Federal:
"Debemos imponer nuestras danzas, que por su galanura, nos dan un
ejemplo de moral, contrariamente a las extranjeras que nos están
invadiendo desde hace años y van corrompiendo las juventudes",
exhortación que aún está en pie.
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