Nació el 21 de septiembre de 1904 en San
Miguel de Tucumán, de niño se trasladó con su familia a San Fernando
del Valle de Catamarca, al cabo de un tiempo viaja con su madre
Virginia, por un año, a Nelson, un pueblito de Santa Fe, donde ella
ejerce la docencia rural. Más adelante un nuevo destierro y se
instalan en Villa Turdera, a pocos kilómetros de Buenos Aires... Ni
esta distancia logra separarlo de su amor por la provincia, así dice
en su Vidala (1936):
"Ahora lejos de mi tierra,
me pongo a considerar
las leguas que me separan
y los años que se van.
Y cuando miro las nubes
siento ganas de llorar
porque se me representan
las sierras de mi heredad"
Sigue sus estudios secundarios y más
tarde universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras, los Cursos
de Cultura Católica. Así en 1925 nace su primer libro: La locura de
mis ojos, de gran sencillez.
Serán las veladas de La Peña de la
Cosechera, en Avda. de Mayo y Perú, y las del Tortoni, que
tenían al frente a Quinquela Martín, que lo llevarán por la verdadera
expresión literaria. En 1928 aparece Achalay, su obra preferida
y con la que ganó, en 1929 el Primer Premio Municipal de la Ciudad de
Buenos Aires... con este trabajo, don Rafael Jijena recibe elogios de
personas como: Juana Ibarbourou, Baldomero Fernández Moreno, Juan
Zorrilla de San Martín, Fernán Silva Valdés, Juan B. Terán, Ricardo
Rojas y varios más.
Siguiendo con la investigación folklórica
y la poesía, Jijena Sánchez, luego de Achalay, escribió: OBRAS
POÉTICAS: "Verso simple" (1931), Vidala (1936), Ramo
Verde (1946), El árbol de fuego (1954), Del canto, la
flor (1966); ENSAYOS: Las supersticiones, en colaboración
con Bruno Jacovella (1939), De nuestra poesía tradicional
(1940), El perro negro en el folklore (1953), El chifle y el
chambao (1955) y Cancionero de Coplas, en colaboración con
Arturo López Peña (1959); SELECCIONES FOLKLORICAS: Hilo de oro,
hilo de plata (1939), La luna y el sol (1939), Adivina,
adivinador (1943), Los cuentos de Mama Vieja (1946),
Retablo popular (1952), De oír y contar (1960), El
curioso entretenido (1961), Don Meñique (1960). Además de
colaborar con un sinfín de publicaciones: La Nación, La Prensa,
Clarín, Caras y Caretas, Readers Digest, etc., etc.
Entre otros quehaceres: fundó y tuvo a su
cargo la primera cátedra de Folklore en la Argentina, en el
Conservatorio Nacional "Carlos López Buchardo" (1939), fundó y fue el
primer Director del Museo Folklórico de Tucumán (1943), fue jefe de la
sección Folklore en la Universidad Nacional de Tucumán, fundó y
dirigió con Juan Alfonso Carrizo el Departamento de Folklore de los
Cursos de Cultura Católica, dirigiendo al mismo tiempo su Boletín
"Folklore", organizó y dirigió el Museo "José Hernández" de la
Municipalidad de Capital Federal, fue catedrático en el Conservatorio
Municipal "Manuel de Falla", Liceo Militar, Museo Social Argentino,
Escuela Nacional de Danzas, Instituto de Perfeccionamiento Docente del
Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, ex-profesor de
la Universidad del Salvador y del Instituto del Profesorado Superior
(CONSUDEC), fue nombrado adscripto honorario del Instituto Nacional de
Antropología.
Entre los premios recibidos, podemos
nombrar: premio de la Comisión Nacional de Cultura-Folklore en 1939,
el premio a la Canción escolar, otorgado por el Ministerio de Justicia
e Inst. Pública en 1940 el 6to Congreso Pesebrista Internacional de
Madrid le concedió, en 1967, su máxima distinción: la plaqueta al
mérito pesebrista.
Fue llamado justamente el "Teólogo
telúrico". Murió el 22 de diciembre del año 1979.
(Extractado del estudio preliminar
realizado por Teresa L. de Lermont, de LA ALFORJA DEL PEREGRINO, de
Rafael Jijena Sánchez, Ed. Huemul, 1978).