Paleontólogo,
arqueólogo e historiador. Nació en Gualeguay, provincia de Entre Ríos,
el 22 de agosto
de 1865. Fue el iniciador en el país de la exploración arqueológica
con criterio estrictamente científico y el primero en realizar
estudios sistemáticos del folklore nacional por lo que fue llamado el
"Padre de la Ciencia Folklórica". Fue profesor de arqueología
americana y director del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que hoy lleva su
nombre y discípulo del gran naturalista Eduardo Holmberg, quien lo
impulsó al estudio de las ciencias naturales; bajo la dirección del
Profesor Pedro Scalabrini, también se transformó en un destacado
zoólogo y paleontólogo, lo que le permitió colaborar con el Museo de
Paraná (Entre Ríos) organizando la sección de Paleontología, y en
Buenos Aires, donde Ameghino lo designó al frente de la sección
Arqueología del Museo de Historia Natural.
En 1906, cuando se
desempeñaba como profesor de Arqueología Americana en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, fundó y organizó
integralmente el Museo Etnográfico, aportando su colección personal de
más de 20 mil piezas arqueológicas. El Museo Etnográfico fue la
primera institución dedicada a esa disciplina en el país. En el marco
de las ideas positivistas imperantes, Ambrosetti orientó al Museo en
dos direcciones: por un lado, a la investigación y a la formación
universitaria superior y, por el otro, a la educación del público en
general. La primera causa estuvo corporizada en los trabajos en el
noroeste argentino. Para la segunda, constituyó colecciones que debían
presentar un panorama universal de las sociedades primitivas. Para
esto, Ambrosetti financió viajes e investigaciones, estimuló
donaciones y adquirió piezas arqueológicas.
Estudió costumbres y
creencias de las culturas precolombinas y halló ciudades prehistóricas
como La Paya, en Salta. En 1908 dieron fruto las vastas
investigaciones arqueológicas que venía realizando desde tiempo atrás
en el noroeste argentino: En Tilcara pudo identificar una antigua
población indígena. Desde entonces, en aquel lugar de la Quebrada de
Humahuaca, se realizaron excavaciones en forma prolongada y
sistemática que aportaron un rico material arqueológico y
antropológico, revelador de toda una antigua cultura. Este hecho
significó una piedra fundamental para la naciente arqueología
nacional.
Es uno de los sabios
precursores del estudio del "folklore" argentino. Su libro
"Supersticiones y leyendas" constituye un valioso aporte para el
conocimiento de la cultura calchaquí. Salvador de Benedetti, ha
escrito: "Ambrosetti, en la historia del pensamiento argentino,
tendría que aparecer como creador de tendencias de orientaciones
nuevas, y como padre de un obra que no ha de perecer, aun cuando le
haya tocado actuar en una época, que casi podríamos llamar precursora
de la Arqueología Argentina". Siempre sintió atracción por el noroeste
argentino, tal Samuel Lafone Quevedo. En su viaje a Tucumán descubrió
los famosos "menhires" de Tafí, que describe en uno de sus libros.
En la multifacética
obra de Ambrosetti -que comprendió una enorme gama de estudios
históricos, etnográficos, lingüísticos, arqueológicos y
antropológicos- se incluyen trabajos sobre supersticiones y leyendas,
sobre historia, lenguajes indígenas o utilización de metales en la
zona de los valles calchaquíes. Fue, como se dijo anteriormente,
pionero en el estudio del folklore nacional y en utilizar el término
en sentido estricto, es decir, definido como "el conjunto de
tradiciones, leyendas, creencias y costumbres de carácter popular, que
definen la cultura de una determinada región".
Siendo ya una figura destacada de la ciencia nacional, Ambrosetti fue
designado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires, en
1910. En aquel momento, ya era reconocido en los ámbitos científicos
de América y Europa y había representado al país en numerosos
congresos científicos internacionales.
La labor iniciada por
Ambrosetti en el Museo y en Tilcara fue asumida, luego de su
fallecimiento, por su discípulo Salvador Debenedetti. Ambos son
considerados los iniciadores en el país de la ciencia arqueológica (la
extensa obra de Ambrosetti quedó documentada en más de setenta
publicaciones que constituyen el primer testimonio argentino de esa
disciplina).
Entre sus obras se
pueden citar: "Los monumentos megalíticos de Tafí del Valle (1896)",
"La civilización calchaquí", "Los cementerios prehistóricos del Alto
Paraná", etc. Murió en Buenos Aires el 28 de mayo de 1917.