“A LA MAYORÍA DE LOS MÚSICOS QUE NO QUIEREN PERVERTIR SU OBRA, LES FALTA LA DIFUSIÓN NECESARIA”
Por: Senda Folclórica

Siempre resulta alentador escuchar a excelentes intérpretes arrancar de su teclado los más bellos sonidos, llenos de matices esenciales, allí es donde se luce el pianista Guillermo Zarba en su nuevo disco “El entrerriano”. Gualeguaychú, su lugar de nacencia le sigue latiendo en la sangre, y así lo deja traslucir en cada una de sus interpretaciones. Hamlet Lima Quintana le escribe en la dedicatoria “La obra de Zarba se goza con el oído que lleva escondido el centro del alma y a corazón abierto. Por allí pasa la vida”. Estudió piano en el conservatorio de Alberto Williams en la ciudad de Concordia, después armonía y contrapunto con Guillermo Graetzer y Gabriel Senanes, y en piano tuvo como maestros a Hugo Chapentier, Adriana de los Santos, Fabiana Galante, y Daniel Amicarelli.  Después de su gira por Europa tuvimos la posibilidad de entrevistarlo.

-Guillermo, hablemos de la música que le gusta tocar en su piano.

-La vertiente vertebral de mi música está en el chamamé, la chamarrita, chacareras y la milonga, tangos toco poco, aunque soy ferviente admirador de la música de Buenos Aires.

-¿Entonces porque no lo ejecuta más seguido?

-Pienso que tengo un concepto diverso de la mayoría de la gente, hay buenos artistas que tocan jazz, folklore o rock que tienen demasiadas ataduras estéticas, es decir que lo sienta y toque decentemente.  En mi caso creo haber aprendido a tocar tangos bien, pero no tengo la fluidez de los grandes creadores del tango, por más que haya compuesto un par de temas.

-Estuvo de gira por Europa llevando su música…

-Primero estuvimos en Brasil, después partimos para España e Italia, donde hicimos varios recitales en distintas ciudades y a diferencia de las afirmaciones de varios músicos que declaran haber tenido un éxito bárbaro, yo en cambio aclaro que mi música es casi desconocida en Europa, pero siempre ha actuado en salas con 300 o 400 personas en calidad de público.  Es decir que en  nuestro país sería un  éxito, lo que allá es normal. La gente mantiene una avidez por conocer la música y los músicos de zonas como las nuestras. En mis espectáculos toco tangos junto a la música mía, porque es lo conocido y en varias oportunidades he salido más que gratificado.

-¿Por ejemplo?

-Vea, en Badajoz debía actuar en medio de una compañía de danzas tradicionales a la que se agregó como cierre otra de arte flamenco muy auténtico.

-O sea que quedó entre dos fuegos…

-Sin duda, en cuanto a la profundidad y a la cercanía de los espectadores, sin embargo nos fue muy bien, una sorpresa total.

- ¿Quien lo acompaña en el disco El entrerriano?

-Tengo la alegría que me hayan acompañado excelentes intérpretes como Livia Barbosa, Hamlet Lima Quintana, Juan Falú, Miguel Martínez, Eduardo Tacconi, Todo x Cuatro y Renato Borghetti. Allí plasmamos  canciones como Concordia, Canción de cuna costera, Coplas al dolor, El silencio del rancho, En una cuerda olvidada, la canción que le brinda el nombre al disco, El entrerriano, Pobrecito mi cielo, entre otros.

-Hace muy poco tiempo estuvo tocando en un espectáculo brindado en la Biblioteca nacional.

-Sí, hace un mes más o menos, un espectáculo que se llamó Música y poesía del litoral con la participación de varios poetas de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.

-¿Porque tiene tan poca difusión?

-Tenía más difusión  hace 20 años cuando empecé, pero el mundo se ha globalizado y por lo tanto hay tres o cuatro empresas que se dedican a comercializar con la música, entonces un pianista con cuatro o cinco músicos que no son para nada comerciales no pueden tener las mismas oportunidades. A mí me parece natural que a los empresarios no les parezca interesante una propuesta de esta naturaleza, son las reglas de juego, y yo no me juego.  Como a la mayoría de los músicos que sienten  la música que ejecutan como algo que no se tiene que pervertir les pasa lo mismo que a mí.

-Usted es autor de varios poemas y distintos ritmos, háblenos de ello.

-La gran mayoría son chamamés, chamarritas, chacareras, estilos, pero cifra una sola, la llamé “Sangre adentro” y tiene que ver con el interior humano, con la sangre que nos corre por las venas.  Tuvo origen cuando aún siendo un gurisito escuché a Miguel Ángel Trejo, un pianista tucumano interpretar una cifra de su autoría que se llama “El payador”, si bien yo no tengo nada en común musicalmente, me pareció hermoso hecho una cifra instrumental solamente cuando el origen de la misma es una payada.

-¿Y el estilo?

-Con él me llevo lo mejor, hice varios temas pero el que tuvo más difusión es el que compuse con Hamlet Lima Quintana y se titula “Olvido de la rosa”, la gente debe saber que el ser de Entre Ríos tiene que ver, porque la zona fronteriza del folklore de La Pampa a la milonga que está enraizada en la zona y también me interesa el triunfo, la milonga uruguaya, sureña, entrerriana con diferencias sutiles.  Me animé hace muchos años a componer una vidalita llamada “Has vuelto en mi llanto”, con una poesía hecha como un pecado de juventud, cuando creía que Pancho Ramírez era bueno, tomé la parte romántica de su vida, cuando Delfina se vuelve sola cuando lo matan, eso me inspiró a hacer este tema.

-¿Le gusta la introducción de instrumentos no tradicionales en el folklore?

-En realidad yo pienso que no debería haber limitaciones con respecto a los instrumentos, sino yo como pianista no debería tocar, pero sí debe haber una limitación subjetiva de los mismos, se debe conservar el clima. Quién puede negar lo fundamental  del bandoneón para el tango. ¿Cómo se puede reemplazar? Lo importante es el clima que se quiere brindar en la pieza ejecutada y no sea tergiversada.

-Siendo entrerriano ¿el sonido preferido es el correr del agua?

-Justamente estoy por estrenar una suite “Los tiempos del agua” y significa mi tiempo como hombre y como músico, porque mi desarrollo musical sucede no solamente a la vera del río Uruguay, sino a la vera de algunos arroyos como el Siperí que termina en el Río de la Plata.  Todo su recorrido tiene que ver con el paralelo entre el hombre y el río.  Para mí, el misterio que me gustaría develar es recorrer íntegramente las orillas de un arroyo siguiendo las sonoridades del agua y aunque dicen que Entre Ríos tiene tantos poetas como arroyos, los hay de diferente calidad, en cambio el canto del agua es muy peculiar, siempre igual.

No olvidemos que el río como el hombre se desangra, cada uno va a su fuente pero a los dos los absorbe la Madre Tierra.

 

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